El exdictador de Chad sale de prisión por el coronavirus

Hissène Habré, condenado por crímenes contra la humanidad, es autorizado a permanecer dos meses en su domicilio ante el riesgo de contagio

Dakar -
El exdictador chadiano Hissène Habré, durante el juicio celebrado en Dakar en 2016.STR

Hissène Habré, exdictador de Chad condenado en 2016 en Dakar a cadena perpetua por torturas, crímenes de guerra y contra la humanidad, salió este lunes por la noche de la prisión de Camp Manuel. El juez de aplicación de penas acepta así la demanda interpuesta por sus abogados el pasado 26 de marzo y otorga un permiso para que Habré, de 77 años, pase dos meses fuera de la cárcel dado su frágil estado de salud y ante el peligro de extensión del coronavirus en el recinto penitenciario. El reo...

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Hissène Habré, exdictador de Chad condenado en 2016 en Dakar a cadena perpetua por torturas, crímenes de guerra y contra la humanidad, salió este lunes por la noche de la prisión de Camp Manuel. El juez de aplicación de penas acepta así la demanda interpuesta por sus abogados el pasado 26 de marzo y otorga un permiso para que Habré, de 77 años, pase dos meses fuera de la cárcel dado su frágil estado de salud y ante el peligro de extensión del coronavirus en el recinto penitenciario. El reo se encuentra ya en su domicilio familiar de la capital senegalesa.

“La cárcel es un entorno que presenta riesgos reales de contaminación por el virus e Hissène Habré, de edad avanzada, es particularmente vulnerable”, recoge la autorización de libertad provisional firmada por el juez Babacar Ndiaye Fall. Desde este lunes, el expresidente chadiano deberá permanecer en su casa bajo reclusión domiciliaria y tan solo se le permite salir con algún permiso especial o por razones médicas.

El pasado 23 de marzo, la cárcel de Camp Manuel fue vaciada de reclusos a excepción del propio Habré, que ocupa un pabellón especial, en el marco de la liberación de presos ordenada por el presidente Macky Sall para evitar la extensión del coronavirus, que en Senegal ha provocado 226 casos positivos y dos fallecidos. Sin embargo con el paso de los días el recinto se fue llenando de nuevo con recién llegados, lo que volvía a aumentar el riesgo de que se produjera un foco de contagio.

La asociación de víctimas de Habré que impulsó la campaña para que fuera llevado ante la justicia ya había advertido ante una posible medida como esta. “La crisis sanitaria no debe servir de excusa para una liberación anticipada”, aseguró Clement Abaifouta, presidente de este colectivo. Sin embargo, las autoridades aseguran que no se trata de una amnistía o perdón, sino de una salida temporal de 60 días con carácter humanitario y bajo estrictas medidas de vigilancia.

Según el ministro de Justicia, Malick Sall, “su cohabitación con otros detenidos en Camp Manuel podía ser fuente de problemas. Él nos pidió salir de allí para ir a otro lugar, a su casa. Esta demanda le venía bien a la Administración penitenciaria porque Habré ocupaba mucho espacio y necesitaba ese espacio para otros detenidos. Pero no ha sido liberado, sigue en la cárcel, solo que ha cambiado su lugar de detención”.

A juicio de Reed Brody, abogado de Human Rights Watch (HRW) que participó en la campaña para que fuera llevado a juicio, “Habré fue condenado por ejecuciones sumarias masivas, torturas y esclavitud sexual. Su liberación anticipada no solo violaría las normas del tribunal africano que lo condenó, sino también la obligación de Senegal de reprimir de manera efectiva estos crímenes. Tenemos que creer al gobierno cuando dice que se trata de una medida temporal para proteger la salud de Habré. Sus miles de víctimas, que viven en la precariedad, esperan todavía que comience a pagar los 135 millones de euros por daños a los que fue condenado”.

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Hissène Habré fue presidente de Chad entre 1982 y 1990. Bajo su régimen y ante la mirada cómplice de las potencias occidentales fueron asesinadas unas 40.000 personas y emprendió persecuciones por razones políticas, étnicas y religiosas. Tras su derrocamiento debido a una rebelión encabezada por uno de sus antiguos colaboradores y actual jefe de Estado chadiano Idris Déby, Habré se exilió en Senegal y logró la protección del entonces presidente senegalés Abdou Diouf.

Sin embargo, sus torturas y crímenes fueron documentados de manera minuciosa por un puñado de víctimas que contaron con el apoyo de organizaciones internacionales como HRW. El dossier fue creciendo hasta que la llegada al poder en Senegal del actual presidente Macky Sall dio el impulso definitivo para que se montara un proceso judicial contra el exdictador en Dakar. Habré es el primer exdictador africano que fue juzgado en África en aplicación de la doctrina de la justicia universal.

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