Bernie Sanders: “Hemos ganado el debate ideológico, pero estamos perdiendo el de la elegibilidad”
El senador de Vermont se mantiene en las primarias pese a los últimos varapalos en las urnas y lanza el guante a Joe Biden para el primer debate cara a cara del domingo
Bernie Sanders seguirá en las primarias demócratas pese a los varapalos que se ha llevado en las urnas a lo largo de la última semana. El senador de Vermont lo ha dejado claro este miércoles en una comparecencia convocada con escasa anticipación y que había disparado las alertas sobre una posible retirada, lo que hubiese dejado al exvicepresidente Joe Biden como candidato presidencial in pectore. Sanders ha admitido los malos resultados y los ha achacado, en buena medida, al temor de los votantes a que, llegadas la...
Bernie Sanders seguirá en las primarias demócratas pese a los varapalos que se ha llevado en las urnas a lo largo de la última semana. El senador de Vermont lo ha dejado claro este miércoles en una comparecencia convocada con escasa anticipación y que había disparado las alertas sobre una posible retirada, lo que hubiese dejado al exvicepresidente Joe Biden como candidato presidencial in pectore. Sanders ha admitido los malos resultados y los ha achacado, en buena medida, al temor de los votantes a que, llegadas las presidenciales, un político izquierdista tenga menos opciones de derrotar a Donald Trump que el moderado Biden. “Hemos ganado el debate ideológico, pero estamos perdiendo el de la elegibilidad”, lamentó ante la prensa, sin admitir preguntas. También ha avanzado que piensa, al menos, llegar al debate de este domingo contra Biden, en una muestra de que quiere defender su programa y que cale en el electorado, pese a las cada vez menores posibilidades de ganar la nominación.
En todo el país, aseguró Sanders, muchos demócratas le expresan apoyo a su programa, pero le dicen que votarán a Biden porque creen que tienen más opciones de ganar. “Es algo con lo que estoy completamente en desacuerdo”, recalcó. El senador subrayó el tirón de su candidatura entre los votantes jóvenes ―aunque su menor participación en estas primarias está lastrando su campaña― y lanzó una advertencia al Partido Demócrata: “Para ganar el futuro, necesitamos ganar a los votantes que representan el futuro del país, y hay que hablarles de las cosas que les importan. No pueden darse por satisfechos por ganar simplemente a los mayores”, apuntó Sanders desde Burlington (Vermont), su ciudad. Como ejemplo, defendió la urgencia de alguna de las grandes medidas de su campaña, como la sanidad pública universal, ante crisis como el brote de coronavirus.
Este martes dejó noqueada la campaña del senador. El vicepresidente de la era Obama se erigió vencedor en cuatro de los seis Estados que votaron (Michigan, Misuri, Misisipi e Idaho) y reforzó su condición de favorito tras el Supermartes del 3 de marzo, cuando se hizo con 10 de los 14 territorios en juego, algunos tan significativos como Texas, por tamaño, y Virginia, por su condición de bisagra. Michigan fue esta vez el mayor logro para Biden y, por tanto, el jarro de agua fría para Sanders, no solo porque era el territorio más poblado y con más compromisarios que repartir de la jornada (125), sino porque el senador había derrotado allí a Hillary Clinton en las primarias de hace cuatro años y porque, después, en las presidenciales, Trump ganó por apenas 10.000 votos.
Sanders ganó en Dakota del Norte y, a falta de cerrarse los resultados, va en cabeza en Estado de Washington. Aun así, el senador admitió que “no fue una buena noche desde el punto de vista de los delegados”. Biden lleva 858 (hacen falta 1.991 para amarrar la nominación) y Sanders, 709. La próxima gran cita de primarias ―el martes, en Arizona, Florida, Illinois y Ohio― sitúa al vicepresidente también como favorito, pero Sanders ha mostrado su intención de concurrir. Al menos, lanzó el guante a Biden de cara al debate del próximo domingo, el primero a dos, tras la cascada de retirada de aspirantes. “Tengo ganas de debatir con mi amigo Joe”.