Una madre asfixia a su bebé por no poder alimentarla en Argentina
"Ahora ya no va a sufrir más, ya no podía soportar más esta situación", confesó la mujer, que se encuentra detenida
"Agárrenla, porque mató o quiere matar a la hija", escucharon gritar a una mujer los vecinos de la localidad bonaerense de Florencio Varela el pasado sábado. La mujer gritaba mientras perseguía a otra que corría con un bebé envuelto en una manta. Uno de los vecinos salió corriendo e interceptó en la calle a la que huía, pero ya era tarde. La niña, de 23 meses, tenía la cara lívida y estaba muerta. Según medios locales, cuando llegó la policía, la presunta agresora, identificada como Karina Gómez, confesó el crimen: "La maté, ya está, me aseguré. No podía darle de comer, ahora ya no va a sufrir más. Ya no podía soportar más esta situación, estoy muy cansada".
Los intentos por reanimarla fracasaron y la bebé fue trasladada de urgencia a un centro médico, donde certificaron su muerte. Según ha trascendido, la madre asfixió a su hija con una almohada y le colocó medias en las manos para que no la rasguñara mientras le impedía respirar. Se desconoce si tenía algún problema mental.
La Fiscalía imputó a Gómez por "homicidio agravado por el vínculo" y la trasladó a la comisaría de la mujer de la localidad bonaerense de Quilmes, 21 kilómetros al sur de Buenos Aires. La mujer vivía con su hermana, no tenía trabajo y su único ingreso era un subsidio gubernamental.
Un 28,6% de pobreza
Casi uno de cada tres argentinos vive bajo el umbral de la pobreza y el 6,2% son indigentes, es decir, no tienen ingresos suficientes para cubrir el gasto familiar en alimentos. Sin embargo, en muchos barrios vulnerables funcionan comedores populares -en su mayoría en manos de organizaciones sociales- que garantizan un plato de comida a quien se acerca hasta ellos.
Hace dos años, otro caso conmocionó también a Argentina. Claudia Ayala, de 22 años, fue detenida acusada de matar a su hijo, de dos años, que fue encontrado sin vida y desmembrado a las afueras de Ostende, unos 380 kilómetros al sur de Buenos Aires. En un primer momento, la policía creyó que el niño había muerto por asfixia, pero la autopsia concluyó que murió de un golpe en la nuca.
Ambos casos son extremos, pero las agresiones a niños y adolescentes en Argentina son más frecuentes de lo que parece. Entre septiembre de 2013 y septiembre de 2015, la línea telefónica habilitada por el Consejo Nacional de la Mujer recibió 1.796 llamadas para denunciar distintas formas de violencia contra niños, niñas y adolescentes, según el informe de Unicef Un análisis de los datos de la línea 144 sobre casos de violencia de género. "Al ser un problema que por lo general ocurre en el ámbito privado, es un desafío para el Estado detectarla a tiempo y evitar que ocurra", señala el organismo de Naciones Unidas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.