El deporte como fábrica de candidatos políticos en Argentina
Un exárbitro de fútbol, un piloto de carreras y la hermana de dos multicampeones con Boca llegan al Parlamento
La formación de cuadros políticos ha sido el gran problema de la política argentina, más acostumbrada a construir figuras carismáticas que a dirigentes de perfil técnicos. Así, el diseño de las listas no suele obedecer a las capacidades de gestión ni, mucho menos, a razones académicas. No se ven en los partidos políticos de Argentina a dirigentes sociales, religiosos, estudiantes ni licenciados de carreras humanísticas. Los representantes son, más bien, abogados, contadores, médicos y, desde hace un tiempo, figuras de la televisión y el deporte.
El Gobierno ya tenía entre sus filas a al...
La formación de cuadros políticos ha sido el gran problema de la política argentina, más acostumbrada a construir figuras carismáticas que a dirigentes de perfil técnicos. Así, el diseño de las listas no suele obedecer a las capacidades de gestión ni, mucho menos, a razones académicas. No se ven en los partidos políticos de Argentina a dirigentes sociales, religiosos, estudiantes ni licenciados de carreras humanísticas. Los representantes son, más bien, abogados, contadores, médicos y, desde hace un tiempo, figuras de la televisión y el deporte.
El Gobierno ya tenía entre sus filas a algunos deportistas. El exfutbolista de Boca y la selección argentina, Carlos Mac Allister, está al frente de la secretaría de Deportes. Pero los cargos ocupados por exatletas también exceden la órbita deportiva. El intendente de Quilmes, un popular ayuntamiento del extrarradio de Buenos Aires, es conducido por el exjugador de balonmano (y cocinero) Martiniano Molina. Hace un año, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, organizó un encuentro con jóvenes intendentes para el cual contrató a Hugo Porta. El histórico capitán del equipo nacional de Rugby, Los Pumas, dio una charla motivacional.
Nadie duda de que el fútbol es un tema de interés público en Argentina, tal vez el que más incidencia tiene en la formación de opinión. No por nada, la agónica clasificación de la selección al Mundial de Rusia fue celosamente seguida por el Macri y su gabinete. No es para menos: el oficialismo sabe que a mediados del año que viene, en pleno cambio de semestre, Lionel Messi y compañía harán que nadie esté pensando en política. Entonces, sumar personalidades del fútbol a la política parece ser una buena experiencia.
Un viejo conocido de Macri es el exárbitro de fútbol Héctor Coneja Baldassi, de perfil jocoso y conciliador, aún en sus épocas de actividad, en las que era más proclive a la diplomacia con los jugadores que a sacar tarjetas. Baldassi fue este domingo la carta fuerte de otra victoria arrolladora de Cambiemos en la provincia de Córdoba. La Coneja, como le dicen, se ganó la confianza de Macri en 2013, cuando sacó el tercer puesto de las primarias a diputados y relegó al kirchnerismo. Quien fuera árbitro del partido entre España y Portugal por los octavos de final de Sudáfrica 2010 luego ganó la elección general y accedió a la cámara Baja.
El apellido Barros Schelotto es uno de los más célebres en el club Boca Juniors. Es que los mellizos Guillermo y Gustavo se han convertido en ídolos durante la década de 2000, cuando el equipo comandado por Carlos Bianchi ganó todos los torneos que se le pusieron en el camino. Guillermo, incluso, es uno de los más ganadores en la historia del club, con 16 vueltas olímpicas. Los hermanos sumaron hace muy poco una nueva estrella, la de la liga local, aunque esta vez como entrenadores.
El apellido otra vez es noticia, pero no por ellos sino por Carolina, hermana menor de los mellizos, ingeniera agrónoma y, desde el próximo 10 de diciembre, diputada por Cambiemos en el congreso provincial. “Es la conclusión de muchos años de trabajo porque hace 25 años que vengo trabajando en política, y en 2005 me tocó ser la primera candidata en La Plata del PRO (el partido fundado por Macri), porque cuando el PRO presentó listas en La Plata yo fui la primera candidata a concejal”, contó la mujer.
El resto de los partidos también ha echado mano a esta nueva estrategia que busca trasladar los laureles deportivos a la política. Otro que vio caer la bandera a cuadros en puestos de privilegio es el piloto de automovilismo, Marcos Di Palma, un personaje por demás colorido de una larga familia en la que casi todos reciben el apodo heredado de su padre, el Loco Rubén Luis. Di Palma, que alguna vez asumió haber comprado el título de escuela secundaria con el que luego se convirtió en piloto de aviones, ganó el distrito donde nació, Arrecifes, en representación del partido kirchnerista Unidad Ciudadana e integrará la cámara de Diputados bonaerense.
Entre los que perdieron hay que destacar al exfutbolista de San Lorenzo, Boca y la selección, José Sanfilippo, que quedó sin chances ya en las primarias y la ex Leona (Hockey) Inés Arrondo, quien participó por la lista del exkirchnerista Florencio Randazzo, aunque sin suerte.