Un calvario de 3.000 kilómetros

Así funcionan las dos principales rutas por las que cientos de miles de migrantes africanos transitan por el desierto del Sáhara hasta llegar a su destino en la UE

Más de 400.000 personas han cruzado el Mediterráneo desde Libia desde principios de 2015. La inmensa mayoría emprendió la ruta del desierto del Sáhara, donde los muertos se presumen por miles. Las tribus de tuareg y tubu se han tornado fundamentales para los migrantes, pues controlan las fronteras libias con Níger y Sudán. Así es el primer tramo del estrepitoso camino de cientos de miles de personas antes de subir a una patera de goma o madera rumbo a las costas italianas. 

1. El origen.


Los migrantes de la principal ruta africana —la del oeste— son en su mayoría de Nigeria, Costa de Marfil, Ghana y Gambia. Estos países forman parte, junto a otros 11, de la ECOWAS, que establece una suerte de espacio Schengen africano y por el cual se mueven libremente a través de sus fronteras. Los migrantes pagan de forma totalmente legal el viaje en autobús regular (unos 20 euros) con destino a Agadez (Níger), el núcleo donde comienza el verdadero negocio de los traficantes.

2. Agadez, centro de la mafia.


En Agadez (Níger) aparecen las mafias por primera vez. Los traficantes organizan a los migrantes en guetos vigilados por un jefe. Este se comunica con un conductor de pick-up (una camioneta) para que traslade a los migrantes hacia Libia atravesando las durísimas condiciones del desierto del Sáhara donde los muertos se presumen por miles. Las caravanas de migrantes son escoltadas en moto por un intermediario que hace los pagos en cada tramo de la travesía. 

3. Las tribus de las dunas.


Los tubu, la tribu nómada que controla la frontera entre Níger y Libia, tienen las llaves de la puerta del desierto, sobre todo desde que cayó el régimen de Muamar el GadafiDe Sabha, en Libia, hasta Trípoli, la capital costera, el viaje puede llegar a costar unos 500 euros por persona. La ONU, sin embargo, no ha identificado ningún muerto en la frontera entre Chad y Libia.

4. El desierto.


En los últimos tres años, al menos 2.500 personas han muerto o han desaparecido en el norte de África, según la ONU. La mayoría murieron por accidente de coche. De Agadez, las camionetas se dirigen hacia Sabha (en Libia) donde los migrantes permanecen a la espera durante dos o tres semanas si tienen el dinero suficiente para continuar su travesía. Si no hay dinero, tendrán que quedarse en esta localidad para conseguirlo como sea. Lo mismo ocurre por la ruta de Jartum. Los migrantes utilizan taxis, autobuses y, por supuesto, la mafia para llegar hasta muchas localidades costeras y embarcar en una madera o en un gomón con destino Italia.

5. La costa.


Cuando los migrantes llegan a las localidades costeras, las mafias los hacinan en barcos de goma por unos 500 euros por persona, o en barcas de madera por hasta 800. El beneficio de los traficantes por tan solo una madera llena con 400 personas es de medio millón de euros, según Frontex. La ONU estima que hay en Libia unos 380.000 personas esperando a cruzar el mar. 2.150 han muerto al intentar llegar a Italia tan solo en lo que va de año, según la ONU.

6. El cuerno de África.


Al igual que Agadez, (Níger), Jartum (Sudán) es el mayor núcleo de África Oriental donde confluyen mafias y migrantes que están dispuestos a casi todo por llegar hasta las costas libias. El modus operandi en esta ruta es algo diferente. Aquí se paga por tramos realizados a la población local desde el punto de origen hasta el final, la costa libia. La forma de hacerlo se llama hawala, una transferencia informal basada en la palabra de honor. En llegar a Italia se tarda, como poco, tres semanas y el total son unos 3.000 euros.

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