Tres mujeres denuncian casos de abuso de menores en el rock argentino
Querellantes contra el músico Cristian Aldana lo acusan en un vídeo de haberlas sometido sexual y psicológicamente a los 14 años
"La primera ocasión que estuve con él tenía 14 años y era la segunda vez que lo veía. Fui a su casa después de la escuela. Entré y me dijo "¿así que sos muy puta?". Me dio vuelta y me penetró por atrás sin preguntarme. Era la segunda vez que tenía sexo", narra Charlie frente a la cámara. Felicitas cuenta que le tapó los ojos, la obligó a gatear hasta donde él estaba y cuando le quitó la venda había otra persona que ella no había consentido. "Fue una situación de humillación total. Me sentí un trapo de piso, me sentí una basura, me sentí nada. Me sentí que me merecía eso. Que me merecía ser una puta", continúa. "He llegado a estar hecha una bolita en la punta de la cama mientras recibía patadas", recuerda Ariell. Charlie, Felicitas y Ariell son tres de las diez mujeres que han denunciado al músico argentino Cristian Aldana por abuso sexual, corrupción de menores y transmisión de enfermedades. A la espera del juicio y con Aldana en prisión preventiva desde diciembre, relatan en un vídeo cómo fueron manipuladas psicológicamente y abusadas sexualmente por quien consideraban su ídolo cuando tenían entre 13 y 15 años de edad.
Charlie recuerda que era virgen la primera vez que el líder de la banda El Otro Yo la invitó. "El primer hecho fue en una orgía, en una situación en la que éramos todas menores. Fue en el año 2002 y yo tenía 14 años. Fue mi primera experiencia sexual", recuerda la joven en el vídeo del medio colaborativo Matria, que en 48 horas ha superado las 800.000 visitas en su cuenta de Facebook. Ariell sostiene que tenía 13 años cuando comenzó su relación y a los 15 le contagió la hepatitits B: "Estaba hecha por y para él. Con el pelo como él quería, con la ropa como él quería, con los vínculos que él quería, sexualmente como él quería. Me violaba, me golpeaba... Las diez denunciantes, las víctimas, renacimos de las cenizas porque él nos mató. Es un femicida psicológico".
Las tres coinciden en que la adoración adolescente que sentían por la estrella de rock las hizo ceder ante todos los abusos. "Yo en ese momento le creí porque era mi referente, mi ídolo. Y me fui amoldando a lo que él quería sexualmente", opina Felicitas. Charlie lo acusa de "haber "tergiversado todos sus mensajes de amor y de paz para aprovecharse de una situación de vulnerabilidad de niñas menores". "No respondía a nada de lo que era yo, simplemente era una cosa de aceptación de mi ídolo", agrega.
La autora del vídeo, Lucía Franco, opina que la grabación se ha viralizado en las redes sociales porque "la sociedad argentina está atravesando un momento muy fuerte de empoderamiento de las mujeres". Decenas de miles de personas han salido a las calles en Argentina en los últimos meses para exigir el fin de los feminicidios y de cualquier forma de violencia contra la mujer. "La sociedad está atravesada y agotada de algo que siempre existió, pero que ahora saltó a la luz", dice Franco a EL PAÍS. Esta periodista advierte que el caso de Aldana no es único "sino que responde a una lógica machista" que se recrudece en contextos artísticos, donde los hombres tienen gran poder de influencia y manipulación sobre sus fans.
El líder de la banda El Otro Yo niega las acusaciones y las considera una "difamación". El pasado mayo se presentó vestido de monja y con una guitarra para cantar que "el amor disipa al odio" en una manifestación en repudio a los abusos sexuales en el ámbito del rock bajo el lema "Ya no callamos más". Además de Aldana, también ha sido denunciado José Miguel del Pópolo, cantante de la banda La Ola que quería ser Chau. Gustavo Cordera, excantante de Bersuit Vergarabat, está imputado por supuesta apología del crimen e incitación a la violencia tras haber declarado que "hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo" en una entrevista hecha por estudiantes de periodismo. Franco cree que la lista de acusados crecerá en los próximos meses, ya que Matria ha recibido varios mensajes de denuncia y los van a investigar.
Los presuntos abusos por los que será juzgado Aldana se remontan a hace más de diez años, pero las querellantes señalan que no los han podido olvidar y han afectado sus relaciones posteriores. A todas se les pasó por la cabeza suicidarse y les llevó mucho tiempo asumir que no se merecían lo que habían padecido, tal y como sintieron en ese momento. "Ellas consiguieron salir del círculo de violencia e hicieron de esto una lucha, pero ¿cuántas más no lo habrán conseguido?", se pregunta Franco.
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