La OCDE aplaude la agenda económica del Gobierno de Macri
El director de relaciones exteriores del organismo se sorprende por "la velocidad de los cambios”
Si hay algo que está claro en los primeros meses de Gobierno de Mauricio Macri es que tiene el apoyo incondicional de las organizaciones internacionales clave en el mundo de la ortodoxia económica y de los países más relevantes, en especial EEUU y los grandes europeos. El presidente argentino está a punto de iniciar un viaje a Bruselas y Alemania para rematar esa imagen de apoyo internacional que contrasta con las protestas constantes en su país contra su política de ajuste. Macri sueña con lograr que Argentina, después de 12 años de kirchnerismo y política económica heterodoxa, entre en la OCDE. Ayer visitó Buenos Aires una delegación de este selecto grupo de países, en el que ya entró en 2010 Chile. Las cosas parecen bien encaminadas, aunque costará un mínimo de tres años. Marcos Bonturi, una suerte de ministro de Exteriores de la OCDE, habla con EL PAÍS en forma muy positiva de lo que se ha encontrado en Buenos Aires. "Vemos con mucho optimismo la ambición de reforma del Gobierno argentino. Lo que se ha hecho en seis meses es muy sustancial. La comunidad internacional en general se sorprendió con la velocidad de cambios en Argentina. Desde la OCDE apoyamos enteramente el programa de reformas del Gobierno".
Bonturi pasa al lenguaje diplomático cuando se le recuerdan las fuertes críticas sociales por la política de ajustes. La OCDE, explica, no puede hablar más que de forma consensuada entre sus 35 miembros, pero lo cierto es que el apoyo a la política de Macri es total. Una de las claves es que el Gobierno argentino está recuperando las estadísticas oficiales. "Hemos tenido una buena discusión con los amigos que se ocupan de las estadísticas, el INDEC. Nosotros tenemos un código de buenas prácticas y recomendaciones, que hablan de la autonomía y la independencia en términos financieros de estos organismos. Y el objetivo de las reformas argentinas va en esta dirección", explica.
Cuando se le pregunta ¿qué le falta a Argentina para entrar en la OCDE como su vecino Chile?, Bonturi es optimista pero sin plazos. "Es una decisión que lleva tiempo, es necesario alcanzar un consenso en la OCDE, estamos trabajando con todos los países y con los amigos argentinos para explicar los beneficios de una entrada de Argentina en la OCDE. Lo que falta es un trabajo de explicación, convencer a los 35 países miembros para empezar el proceso. Cualquier país que quiera acercarse debe adaptar sus prácticas a las de la OCDE. Es una gran transformación. Recuerdo cuando Costa Rica pedía entrar, la presidenta nos decía que era una oportunidad para mirarse al espejo y lograr una versión mejorada. La OCDE no va a imponer, no es su papel, pero sí da la oportunidad de medirse en casi todas las áreas de políticas públicas con lo que se hace en otros países. Después Argentina decide si se adapta o no", remata.
Todo son palabras amables hacia la entrada de Argentina, aunque no será inmediata. "La OCDE tiene puertas abiertas para que Argentina participe. Hay mucho interés. Es un país importante, sistémico, miembro del G20. De hecho va a tener la presidencia del G20 en 2018. La visión de Argentina enriquece el debate y torna la organización más global y relevante. Pero el proceso es mínimo de tres años, y en Argentina aún no empezó. Chile comenzó en 2007 y entró en 2010, Israel igual, Letonia empezó en 2013 y acaba de entrar. Algunos otros países llevan muchos más años en el proceso. Es demasiado importante para que sea urgente. Es una gran oportunidad de transformación", insiste.
Bonturi evita criticar abiertamente al anterior gobierno, con Cristina Fernández de Kirchner al frente, pero deja claro que ellos no tenían ganas de entrar en la OCDE y Macri sí. "Hay que tener ganas de reformas para entrar en la OCDE. Este Gobierno ha demostrado ese interés, el anterior no lo tenía". En cuanto a los retos de la economía argentina, vistos de la óptica ortodoxa de la OCDE, Bonturi señala uno con claridad: "Hay un problema importante de competitividad, de productividad, hace mucho años que no se ve un aumento. Es el principal reto, las reformas que se implementaron es un inicio muy bueno pero hay otras muchas como cuestiones laborales [aunque no quiere hablar de flexibilidad] o el sistema de innovación". Y también cree que debería abrir la importación. "La OCDE siempre defiende los mercados abiertos para aumentar la prosperidad", asegura. Queda mucho recorrido y hay muchas críticas internas pero el apoyo internacional a Macri parece garantizado.
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