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Macri considera “desafortunado” el mitin de Kirchner en los tribunales

El Presidente argentino toma distancia de la declaración de su antecesora en una causa por presunto fraude al Estado

Federico Rivas Molina
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, tomó distancia de la declaración judicial de Cristina Kirchner y viajó a la provincia de Salta (norte)
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, tomó distancia de la declaración judicial de Cristina Kirchner y viajó a la provincia de Salta (norte)EFE

Una sola palabra utilizó el presidente argentino, Mauricio Macri, para referirse a la declaración de Cristina Kirchner ante un juez federal y el mitin político que, minutos después, montó ante decenas de miles de seguidores en el edificio que aloja a los tribunales federales argentinos. Lo cierto es que Macri se mostró reacio a opinar sobre su antecesora y sólo cedió ante la presión de los periodistas, que lo abordaron en el Teatro Colón, donde en esos momentos velaban los restos del Mariano Mores, ultimo prócer de los años dorados del tango muerto el miércoles a los 98 años.

“Ustedes lo vieron", contestó el presidente a la pregunta. Ante la insistencia utilizó un solo adjetivo: “Desafortunado”. Más tarde, finalmente, ratificó y amplió sus opinones, pero siempre en forma escueta. “Fue una mañana desafortunada, no contribuye a una Argentina que está esperanzada”, dijo.

Algo más amplia en sus declaraciones fue la vicepresidenta, Grabriela Michetti. "Lamentable. Lo mismo de siempre: el mismo mensaje, la misma lógica, ocultar el por qué lamentablemente se deben tomar medidas hoy que son dolorosas para todos", dijo Michetti, en referencia a las críticas de la expresidenta a las subidas de tarifas y el despido de empleados públicos, que el Gobierno achaca a la herencia económica recibida.

La respuesta inicial al acto de Kirchner se limitó al presidente y su vice, hasta que el jefe de Gabinete, Marco Peña, marcó la posición oficial del Gobierno. Peña, el funcionario más “político” del gabinete, llamó a reconocer la importancia de que una expresidenta se haya presentado a declarar ante un tribunal “como cualquier ciudadano”. “Eso era algo que no debíamos dar por sentado”, dijo en declaraciones a Radio Mitre. Sobre el mitin en los tribunales opinó: “Montó lo que veíamos hasta el 10 de diciembre todos los días, un recuerdo de lo que fue la Argentina en estos últimos años, una producción con 15.000 personas y transformó ese hecho en un acto político”. Peña calificó el discurso de Kirchner como “prepotente contra todo aquel que no piense como ellos”.

Las discusiones del día después giraron en torno a los beneficios o costos que la declaración de la expresidenta puede haber provocado en el Gobierno nacional. Peña se esforzó por quitar relevancia tanto al tema como a la propia Kirchner. “Es una ciudadana que no tiene cargo público y tiene una representación en un conjunto de personas que la valoran. Pero claramente se ha aislado en términos de representación política”.

Macri, de hecho, optó el miércoles por tomar distancia, no sólo política, de la declaración judicial de su antecesora. Mientras Kirchner daba su discurso, el Presidente se encontraba en la provincia de Salta, (1.500 al noroeste de Buenos Aires) para entregar, junto al gobernador Juan Manuel Urtubey -aliado crítico del PJ- diplomas de enfermeros a estudiantes de la comunidad aborígen wichi.

Kirchner se presentó ayer ante el juez Claudio Bonadio en una causa abierta contra la dirección del Banco Central (BCRA) por operaciones con dólares en el mercado futuro a un valor muy bajo, lo que provocó en enero una brecha de 50% con el actual de mercado. El juez acusa a la expresidenta de haber autorizado la operación sin reparar en las pérdidas, violando así la Carta Orgánica del BCRA, y a los directores del banco de formar una asociación ilícita para orquestar la maniobra. El problema ha sido que con la devaluación del peso en diciembre, el valor del dólar subió 50%, una brecha que provocó un costo extra para las arcas públicas de hasta 4.000 millones de dólares.

La defensa de Kirchner fue que las operaciones respondieron a una decisión política y, por lo tanto, no judicializable. El exministro de Economía, Axel Kicillof, imputado también en la causa, dijo que las pérdidas, en todo caso, se debieron a la devaluación impulsada por Macri.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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