El ministro de Defensa británico visita Malvinas y tensa la relación
"Esto no aporta nada positivo", dice el Gobierno de Macri, que pretendía rebajar la tensión
Mauricio Macri tenía toda la intención de rebajar la tensión con el Gobierno británico que se ha vivió en los últimos años del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner por el asunto de las islas Malvinas, pero no va a ser fácil. Macri y David Cameron se vieron en Davos, hace menos de un mes, y dieron gestos de sintonía. Ambos tienen buena relación personal y pertenecen a una corriente política similar. Sin embargo, Cameron se lo está poniendo difícil. La visita a las Malvinas del ministro de Defensa británico, Michael Fallon, complica las cosas. "Claramente esta visita no aporta nada positivo a esta nueva etapa de la relación", asegura a EL PAÍS el secretario de Asuntos Estratégicos del Gobierno de Macri y su hombre de confianza en cuestiones de política internacional, Fulvio Pompeo.
La visita es especialmente simbólica porque se produce en el arranque del mandato de Macri y porque es la primera de un ministro de Defensa a estas islas desde hace 14 años. Toda una provocación. La visita parece tener un claro contenido de política interna en Gran Bretaña ya que es ministro dijo en su visita que "la mayor amenaza en este momento no es Argentina" sino el líder de la oposición de su país, el laborista Jeremy Corbyn, que plantea la necesidad de negociar la soberanía con el país austral. Sin embargo las consecuencias de este gesto de consumo interno son inmediatas para Argentina, ya que este asunto es extremadamente sensible para la política local
Los argentinos fueron a la guerra contra Inglaterra por las Malvinas en 1981, en plena dictadura. Fue un fracaso absoluto que precipitó el fin de la dictadura y dejó casi 1.000 muertos, 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles. Los argentinos no han olvidado esa reclamación histórica de las islas frente a su país y en todas las escuelas, calles e incluso municipios del país se recuerda. Uno de los principales municipios de los alrededores de Buenos Aires se llama precisamente "Malvinas Argentinas".
Macri pretende rebajar la tensión porque está muy interesado en tener una buena relación con los principales países de la Unión Europea, entre ellos el Reino Unido. El presidente argentino no dejará de reclamar la soberanía pero pretende evitar que este asunto se convierta en el eje de su relación con este país. Cameron le dijo en su última reunión que estaba absolutamente de acuerdo con abrir esta nueva etapa pero poco después ha realizado un gesto agresivo cuyas conscuencias se verán en los próximos días.
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