Obama aplaza las medidas migratorias hasta después de las elecciones legislativas

El presidente se escuda en la “extremada politización” del tema migratorio

Obama el viernes en Gales, donde dijo que actuaría "pronto" en inmigración. EFE

El Congreso regresa de sus largas vacaciones este lunes, pero la campaña electoral marcha ya a pleno ritmo. Y los demócratas de Obama no tienen para nada claro que podrán mantener la mayoría en el Senado, tras haber perdido hace cuatro años el control de la Cámara de Representantes.

En juego podrían estar escaños clave en los estados de Arkansas, Alaska, Louisiana y Carolina del Norte. Y aunque el voto hispano es crucial para una elección presidencial como la que se c...

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Otro plazo incumplido. O, según los grupos proinmigración, otra promesa “rota”. A pesar de asegurar en junio que actuaría “antes del fin del verano”. y de ratificar el viernes que lo haría “pronto”, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer que finalmente esperará a que pasen las complicadas elecciones parlamentarias de noviembre antes de tomar una decisión sobre qué medidas ejecutivas (decretos) dictar para paliar la falta de una reforma migratoria y frenar las deportaciones de indocumentados. 

La excusa es la “extremada politización” del asunto en pleno panorama electoral“La realidad es que el presidente ha tenido que tener en cuenta que estamos en medio de la temporada política y, debido a la extremada politización de este tema por parte de los republicanos, cree que sería dañino para la política (migratoria) en sí y para las perspectivas a largo plazo de una reforma migratoria anunciar acciones ejecutivas antes de las elecciones”, dijo una fuente del Gobierno bajo condición de anonimato.

El Congreso regresa de sus largas vacaciones este lunes, pero la campaña electoral marcha ya a pleno ritmo. Y los demócratas de Obama no tienen para nada claro que podrán mantener la mayoría en el Senado, tras haber perdido hace cuatro años el control de la Cámara de Representantes.

En juego podrían estar escaños clave en los estados de Arkansas, Alaska, Louisiana y Carolina del Norte. Y aunque el voto hispano es crucial para una elección presidencial como la que se celebrará en 2016, en los comicios legislativos inmediatos su peso es mucho menor, sobre todo en los estados más disputados y que podrían ser decisivos para que los demócratas retengan algún poder en el Congreso.

En los pasados días, varios senadores demócratas como Al Franken o Bill Nelson habían manifestado su “preocupación” por que Obama pudiera anunciar un decreto migratorio antes de las elecciones. El senador independiente pero que suele votar con los demócratas Angus King lo calificó directamente de “error” en el diario Politico.

Los demócratas no tienen para nada claro que podrán mantener la mayoría en el Senado
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Aunque la Casa Blanca negó ayer una relación directa entre los temores de los senadores demócratas y la decisión de Obama, sí reconoció que en los últimos meses se ha “politizado” más aún el tema, sobre todo a raíz de la crisis creada en la frontera con la llegada masiva de decenas de menores indocumentados de Centroamérica a comienzos del verano.

A pesar de que desde entonces la situación está “mejorando” y se ha reducido significativamente el flujo de menores, “eso no ha sido entendido por la opinión pública y los republicanos lo han explotado durante el verano”, señaló una funcionaria de la Casa Blanca.

A ello se une, según la fuente, que Obama quiere con el aplazamiento “proteger la sostenibilidad de lo que haga con una orden ejecutiva” y evitar “envenenar el pozo” para una futura reforma migratoria en el Congreso que ofrezca una vía de legalización definitiva para los hasta 11 millones de indocumentados en el país.

Puede que el retraso en las órdenes ejecutivas haga suspirar de alivio a los legisladores demócratas, pero la indignación de los grupos de cabildeo que llevan años luchando por una reforma migratoria o, en su defecto, un decreto presidencial que frene la deportación de indocumentados -más de 60.000 desde junio, afirman-, se hizo sentir de inmediato.

“El presidente y los demócratas del Senado han antepuesto la política a la gente, el statu quo a resolver problemas”, criticó el director ejecutivo de America’s Voice, Frank Sharry, que los acusó de ser “oportunistas que esperan que los votantes latinos los apoyen en los buenos momentos, pero cuando las cosas se ponen difíciles abandonan a los hispanos y a los asuntos que les importan tan rápido como se dice piñata".

Su colega del Fair Immigration Reform Movement (FIRM), Deepak Bhargava, lo condenó como un “error de cálculo político increíblemente miope y duro”, mientras que el también activista Eddie Carmona acusó directamente a Obama y a los demócratas de usar a la comunidad hispana como “peones políticos”.

Tras este nuevo retraso migratorio, ¿por qué creer ahora a Obama cuando dice que actuará antes de que acabe 2014?, es la pregunta generalizada.

“Cuando a finales de año (Obama) realice acciones (ejecutivas), la gente que ha dudado verá despejadas sus dudas”, replicó ayer la Casa Blanca. El problema: que mientras tanto, miles de indocumentados más seguirán siendo expulsados del país. “El presidente y los demócratas del Senado han decidido que varios miles de deportaciones más valen la pena por unas pocas ganancias políticas”, lamentó Carmona. 

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