Merkel da el primer paso para la gran coalición

Dos de cada tres alemanes apoyan un pacto de gobierno entre la CDU de la canciller y los socialdemócratas del SPD

Angela Merkel y los negociadores de la CDU.Markus Schreiber (AP)

Alejados de la presión mediática, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, se reunieron este viernes para explorar las posibles líneas de compromiso en la formación de un nuevo Gobierno de gran coalición, una decisión que será anunciada, como muy tarde, el próximo miércoles. El encuentro —que se produjo a mediodía en la moderna sede del Ejecutivo, duró 90 minutos y no estaba incluido en la agenda of...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Alejados de la presión mediática, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, se reunieron este viernes para explorar las posibles líneas de compromiso en la formación de un nuevo Gobierno de gran coalición, una decisión que será anunciada, como muy tarde, el próximo miércoles. El encuentro —que se produjo a mediodía en la moderna sede del Ejecutivo, duró 90 minutos y no estaba incluido en la agenda oficial de Merkel— fue interpretado en Berlín como el comienzo de los preparativos para una eventual “gran boda de elefantes”, una imagen creada por la prensa germana para referirse a la gran coalición.

La anfitriona del encuentro y sus invitados no hicieron declaraciones, pero la reunión fue calificada por los analistas políticos como el primer gran paso destinado a formar una alianza entre democristianos (CDU) y SPD, una opción que es apoyada por más de dos tercios de la población, según una encuesta realizada por encargo de la cadena pública de televisión ARD.

Aunque la canciller aún tiene por delante dos encuentros exploratorios —el lunes con el SPD y el martes con Los Verdes— la mayoría de los alemanes ya parecen haber tomado una decisión. Según la ARD, el 66 % de la población desea que el país vuelva a ser gobernado por una alianza formada por la CDU (junto con sus socios de Baviera) y el SPD, como ocurrió en 1969 y en 2005.

Una posible alianza entre democristianos y verdes es apoyada por solo un 37% de los alemanes, que envía una clara señal a la canciller. El resultado de la encuesta, dado a conocer casi tres semanas después de las elecciones del 22 de septiembre pasado, también ofrece una conclusión paradójica.

Aunque Merkel emergió como la gran triunfadora de los comicios, sus compatriotas desean ahora que la canciller acepte propuestas que defendieron otros partidos. Un 88% desea que el futuro Gobierno de gran coalición apruebe un salario mínimo legal de 8,50 euros la hora, una medida que defendieron durante la campaña el SPD y Los Verdes, mientras que un 65% no rechaza la posibilidad de una subida de impuestos, en contra del programa de los democristianos.

La encuesta de la ARD arroja otra mala noticia para la canciller. Un 62% de los alemanes está a favor de introducir un peaje para los extranjeros en las autopistas, una medida rechazada en forma categórica por Merkel. El estudio también revela que, tres semanas después de los comicios, más del 60% de los votantes del SPD han cambiado de opinión y desean ahora que su partido participe en el Gobierno.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Los Verdes, por su parte, expresan un “gran escepticismo” ante un posible pacto con Merkel ante las grandes diferencias que aún subsisten entre ambos partidos. “No puedo imaginar que ambas partes puedan formar un Gobierno estable para cuatro años”, reconoce Katrin Göring-Eckardt, destacada dirigente ecologista.

Archivado En