Dos policías detenidos por presunto vínculo con la barra brava del Boca

Un juez argentino sospecha que los agentes permitieron que el pasado 21 de julio se enfrentaran a tiros dos facciones

Agentes de la Gendarmería afuera del estadio de San Lorenzo el pasado 21 de julio de 2013.M. luna (AFP)

Desde hace décadas que se sospecha de los vínculos de las barras bravas del fútbol argentino con los dirigentes de los clubes, incluidos empresarios, y con políticos, sindicalistas y policías. No solo son hinchas violentos que dominan negocios ilegales en los estadios, como la reventa de entradas, la comercialización de marihuana, los robos en las tribunas o el impuesto revolucionario que cobran por aparcar los coches en las calles aledañas. Mucho se comenta del asunto, pero solo este martes ocurrió que dos policías fuer...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Desde hace décadas que se sospecha de los vínculos de las barras bravas del fútbol argentino con los dirigentes de los clubes, incluidos empresarios, y con políticos, sindicalistas y policías. No solo son hinchas violentos que dominan negocios ilegales en los estadios, como la reventa de entradas, la comercialización de marihuana, los robos en las tribunas o el impuesto revolucionario que cobran por aparcar los coches en las calles aledañas. Mucho se comenta del asunto, pero solo este martes ocurrió que dos policías fueron detenidos por la presunta connivencia con la barra brava del Boca Juniors.

El juez Manuel de Campos dispuso que este martes uniformados de la Policía Federal allanaran nada menos que el edificio central de esa fuerza para secuestrar ordenadores, móviles y documentación del área de seguridad de eventos deportivos. El juez sospecha que esa división de la Policía, que debe encargarse del control de los estadios de fútbol, permitió que el pasado 21 de julio se enfrentaran a tiros dos facciones de la barra brava del Boca que se disputan el poder. En la balacera murieron dos violentos y otros cinco resultaron heridos. El periódico deportivo Olé publicó que policías del área de seguridad de eventos deportivos engañaron a sus superiores y les dijeron que el enfrentamiento se iba a producir en el barrio porteño de La Boca, pero en realidad iba a ocurrir cerca del estadio del San Lorenzo, en Bajo Flores, donde este club iba a disputar un partido amistoso con el xeneixe. Dentro de las barras bravas suele haber disputas internas para controlar negocios y a su vez los policías están en medio dejando que los delitos ocurran a cambio de sobornos.

El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, del que depende la Policía Federal, apoyó el allanamiento del edificio central de la fuerza. “Había indicios suficientes como para sospechar que hay ciertas conductas (de los policías) que no tienen que ver con el comportamiento del personal de esta institución”, dijo el subsecretario de Seguridad, Darío Ruiz. Tras la requisa fueron detenidos los dos uniformados, pero se presume que otra decena de ellos también puede estar involucrada.

Ruiz se refirió al tiroteo entre ultras del Boca que la Policía no previó y después debió detener: “Hubo personal policial que quedó en medio de una balacera arriesgando su vida. Todo ese trabajo queda mermado por la mala actuación de algún personal policial que tiene una actuación espuria. Hay dos personas (policías) vinculadas con la institución (Policía Federal) que están imputadas en esta causa. Cuando se terminen de realizar las pericias sobre los elementos secuestrados (en el allanamiento), se podrá determinar si hubo algún tipo de connivencia entre policías y los barrabravas”, añadió Ruiz, pero intentó aclarar que no toda la fuerza está corrupta al señalar “el compromiso de la Policía Federal para investigar estos hechos y separar al personal que podría llegar a tener alguna relación espuria, que no corresponde con la conducta de la institución”. Ruiz tampoco descartó que los violentos guarden relación con algunos dirigentes del Boca, club que conduce un amigo del alcalde de Buenos Aires y expresidente del eneixe, el conservador Mauricio Macri, rival de Fernández.

El juez De Campos no solo investiga los dos asesinatos del pasado jueves. Viene indagando sobre la barra brava del Boca desde un crimen en 2011 por el que ha detenidos a dos capos de esa banda. También analiza denuncias que involucran  aultras y dirigentes del Boca y a policías por una trama por la que los uniformados confeccionarían carnés falsos del club para que los violentos puedan ingresar al estadio de La Bombonera.|

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En