La Asamblea Constituyente de Ecuador acaba la redacción de la Carta Magna
El texto constitucional será sometido a un referéndum previsto para el 28 de septiembre
La Asamblea Constituyente de Ecuador, dominada por el oficialismo, concluyó ayer, tras ocho meses de trabajo, la redacción de la Constitución con la que el Gobierno de Rafael Correa quiere construir el llamado socialismo del siglo XXI.
El texto, que deberá ser aprobado de forma definitiva el próximo jueves por los 130 asambleístas que integran la Constituyente, terminó de debatirse en una sesión que duró más de 19 horas, tras resolver un centenar de peticiones para reconsiderar artículos ya discutidos.
Entre las reconsideraciones se incluyeron asuntos polémicos relacionados con e...
La Asamblea Constituyente de Ecuador, dominada por el oficialismo, concluyó ayer, tras ocho meses de trabajo, la redacción de la Constitución con la que el Gobierno de Rafael Correa quiere construir el llamado socialismo del siglo XXI.
El texto, que deberá ser aprobado de forma definitiva el próximo jueves por los 130 asambleístas que integran la Constituyente, terminó de debatirse en una sesión que duró más de 19 horas, tras resolver un centenar de peticiones para reconsiderar artículos ya discutidos.
Entre las reconsideraciones se incluyeron asuntos polémicos relacionados con el matrimonio, por la posibilidad que abre para la legalización de uniones entre homosexuales, así como normas que buscan impedir la disminución de las rentas para la región amazónica, una de las más atrasadas del país.
El texto constitucional, tras su aprobación definitiva la próxima semana, será sometido a un referendo previsto para el 28 de septiembre.
La aprobación de la redacción se dio en medio de acaloradas discusiones entre asambleístas del grupo oficialista, Acuerdo País, que tiene la mayoría, y la minoría formada por varios partidos y movimientos opositores, sobre todo de derecha.
La sesión empezó a las 12.49 hora local del viernes y concluyó ayer a las 08.35 con unos 80 asambleístas presentes, ya que muchos abandonaron la sala del pleno, entre ellos, varios del movimiento indígena Pachakutik, afines al Ejecutivo, pero que protestaron contra sus aliados oficialistas por normas que afectaban a su colectivo, como la retirada del quechua como idioma oficial del país.