Río, a golpe de extorsión

El alarmante aumento de los chantajes por parte de grupos de policías militares a turistas para sacarles dinero preocupa a las autoridades de Río de Janeiro, principal núcleo turístico en Brasil.Los agentes forman parte de un entramado de corrupción e impunidad del que salen airosos ya que, aún habiendo denuncias, pocos acaban juzgados y menos condenados. En los dos últimos años han sido, sin embargo, expulsados del cuerpo 483 policías militares, según datos revelados durante el seminario La policía que queremos celebrado hace unos meses y coordinado por el actual comandante de la Policía Mili...

El alarmante aumento de los chantajes por parte de grupos de policías militares a turistas para sacarles dinero preocupa a las autoridades de Río de Janeiro, principal núcleo turístico en Brasil.Los agentes forman parte de un entramado de corrupción e impunidad del que salen airosos ya que, aún habiendo denuncias, pocos acaban juzgados y menos condenados. En los dos últimos años han sido, sin embargo, expulsados del cuerpo 483 policías militares, según datos revelados durante el seminario La policía que queremos celebrado hace unos meses y coordinado por el actual comandante de la Policía Militar, Ubiratan Ángelo.

Entre la lista de delitos de las que son acusados los policías corruptos, como vender armas a los narcotraficantes, figuran recientemente los chantajes a los turistas extranjeros para sacarles dinero. Uno de ellos es servirse de una prostituta que se acerca al turista y le ofrece un cigarro de marihuana. Cuando el turista lo rechaza, la prostituta lo tira al suelo. En ese momento, aparecen dos policías y exigen dinero al turista para no denunciarle. Las multas van desde los 1.000 reales (381 euros) a los 5.000 (1.900 euros).

En otras ocasiones, los policías se sirven de taxistas cómplices con quienes después se dividen los beneficios del chantaje. Por eso, se suele recomendar a los turistas que utilicen sólo taxis de las cooperativas en las que están registrados. También se aprovechan de la petición de información de los turistas a los policías. En varios casos, los agentes acompañaron hasta un lugar a los turistas, allí los acusaron de llevar droga en el coche y les pidieron una fuerte suma de dinero para no denunciarles.

El presidente de la Asociación Brasileña de Industria de Hoteles, Alfredo Lopes, ha afirmado que estos chantajes de la policía a los turistas son muy graves ya que "manchan la imagen de la ciudad", ya que lo último que puede imaginarse un turista extranjero es ser chantajeado por la policía que debería protegerlo. "Tenemos que extirpar a estos policías de la corporación sin contemplaciones", dijo Lopes.

La policía ha hecho una llamada a todos los turistas para que denuncien los casos de chantaje, ya que se supone que el número es mucho mayor de los que se conocen oficialmente, ya que muchos de los turistas asaltados, prefieren, por miedo, no poner denuncia.