Colombia despide a uno de los tres militares muertos en el Líbano

Jefferson Vargas Moya, de 21 años, recibe los honores reservados para los caídos en combate

Las Fuerzas Militares de Colombia han despedido este miércoles en Neiva con los honores reservados para los caídos en combate a Jefferson Vargas Moya, uno de los tres soldados de este país que murieron en Líbano en el atentado contra el contingente español de la FINUL.

Una ceremonia castrense y un oficio religioso, ambos llevados a cabo en recintos de la Novena Brigada del Ejército, con sede en esa ciudad del suroeste colombiano, dieron paso a la inhumación de los restos mortales de Vargas, quien formaba parte del contingente español integrado en la Fuerza Interina de la ONU para el Líb...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las Fuerzas Militares de Colombia han despedido este miércoles en Neiva con los honores reservados para los caídos en combate a Jefferson Vargas Moya, uno de los tres soldados de este país que murieron en Líbano en el atentado contra el contingente español de la FINUL.

Una ceremonia castrense y un oficio religioso, ambos llevados a cabo en recintos de la Novena Brigada del Ejército, con sede en esa ciudad del suroeste colombiano, dieron paso a la inhumación de los restos mortales de Vargas, quien formaba parte del contingente español integrado en la Fuerza Interina de la ONU para el Líbano (FINUL).

El colombiano, de 21 años, perdió la vida junto a dos compatriotas y tres soldados españoles en un ataque terrorista cometido el domingo pasado por presuntos islamistas mediante la explosión de un coche bomba al paso del convoy en el que iban por una carretera del sur del Líbano. A diferencia de los restos mortales de Posada y Castaño, sepultados en España, los de Vargas fueron transportados a Colombia en un avión militar español que aterrizó poco después de la medianoche del martes en la terminal castrense de Bogotá. Allí los recibieron el ministro de Relaciones Exteriores, Fernando Araújo, y el embajador español en este país, Carlos Gómez-Múgica.

Honores militares siguieron a la ceremonia religiosa, en ambos casos con la presencia de una delegación diplomática de España, encabezada por el embajador español, el comandante de la brigada militar, coronel Jaime Alfonso Lasprilla, y medio centenar de familiares y allegados.

El féretro con los restos mortales, arropado con las banderas de España y Colombia, fue luego conducido al cementerio Jardines del Paraíso, en la periferia de Neiva, capital departamental del Huila y distante 304 kilómetros de Bogotá. Pero en la inhumación no estuvo la madre del joven soldado, Sofía Moya, quien, desfallecida de dolor, tuvo que ser retirada del lugar.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En