Cierran los colegios en la última jornada de las elecciones al Parlamento libanés

El cristiano Michel Aoun y el suní Saad Hariri buscan hacerse con el mayor número posible de los 28 últimos escaños en juego

Grupos prosirios y antisirios se disputan hoy los votos del norte de Líbano -678.891 electores- en la cuarta y última fase de las elecciones legislativas, consideradas cruciales para el futuro inmediato del país y en las que los libaneses renuevan el Parlamento, de 128 escaños. Los colegios electorales, que abrieron sus puertas a las 7.00 (una hora menos en la España peninsular), han cerrado a las 18.00 tras una jornada sin incidentes y bajo la vigilancia de cientos de soldados. La participación ha sido del 49%, según la televisión libanesa LBC, si bien este dato no es aún definitivo.

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Grupos prosirios y antisirios se disputan hoy los votos del norte de Líbano -678.891 electores- en la cuarta y última fase de las elecciones legislativas, consideradas cruciales para el futuro inmediato del país y en las que los libaneses renuevan el Parlamento, de 128 escaños. Los colegios electorales, que abrieron sus puertas a las 7.00 (una hora menos en la España peninsular), han cerrado a las 18.00 tras una jornada sin incidentes y bajo la vigilancia de cientos de soldados. La participación ha sido del 49%, según la televisión libanesa LBC, si bien este dato no es aún definitivo.

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El general cristiano Michel Aoun y el multimillonario suní Saad Hariri, apoyado por el druso Walid Yumblatt, buscan de hacerse con el mayor número posible de los 28 últimos escaños en juego para completar así un grupo parlamentario fuerte que les permita influir en la vida política. El norte del país ha sido dividido en dos circunscripciones o muhafazat. En la primera, integrada por Trípoli, Minie, Kura, Batrun y Zghorta se elegirán 16 diputados (seis maroníes, cinco suníes, cuatro griego-ortodoxos y un alauí). En la segunda, compuesta por las ciudades de Akkar, Denniye y Becharre, los candidatos lucharán por 12 asientos en el Parlamento (seis para los suníes, tres maroníes, dos griego-ortodoxos y un alauí).

En ambas circunscripciones se prevé una dura batalla entre los candidatos pro y antisirios, cuyas alianzas son confusas debido a complicada ley electoral y el sistema confesional, que exige que el parlamento este compuesto por 128 diputados, la mitad de ellos cristianos y la otra mitad musulmanes. El primer objetivo del nuevo Parlamento será precisamente reformar el sistema electoral. Los comicios parlamentarios en Líbano comenzaron el 29 de mayo pasado en Beirut, prosiguieron una semana más tarde en el sur y siete días después en la región central de Monte Líbano y el valle oriental de la Beka.

Hariri suma ya 45 diputados

La Corriente Patriótica Libre del general Aoun, que ganó tres de las siete circunscripciones de la región central, espera que una victoria en el norte le permita formar un grupo parlamentario fuerte, capaz de bloquear cualquiera decisión que considere desfavorable. Frente a Aoun, el grupo de la denominada oposición plural, integrado por Hariri, Yumblatt y líderes cristianos moderados, confía en que la consulta en el norte confirme los pronósticos que le otorgan la mayor representación en la Cámara. Entre las tres fases previas, la oposición plural logró 45 diputados. Si consiguen la victoria total en el norte podrán contar con 73 escaños, mayoría suficiente para designar al primer ministro, al presidente del Parlamento y orientar la acción de la Cámara durante los próximos cuatro años.

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Aún así, se quedará lejos de los 86 que necesitaría para enmendar la Constitución y exigir la dimisión del actual presidente del país, el controvertido general cristiano Emile Lahud. La trascendencia de la cita propició que en los días previos la campaña electoral se endureciese y se llenara de reproches entre los candidatos. Unos y otros se acusaron de ser agentes sirios y trabajar en pos de que el régimen de Damasco no pierda el control del Parlamento, y de intentar comprar la conciencia de los ciudadanos con dinero. "Ésta no es simplemente la última etapa, sino que constituye la única posibilidad de salvar al Líbano, recuperarlo y eliminar el tutelaje sirio", dijo en los días previos Saad Hariri, hijo del ex primer ministro asesinado Rafic Hariri, que cuenta con muchos seguidores en el norte.

La oposición plural acusa a Aoun, quien durante el último año de la guerra civil libanesa (1975-1990) presidió el Gobierno castrense y lanzó una "guerra de liberación" contra Siria, de haberse convertido ahora en agente de Damasco. La razón es que el general cristiano, que regresó en mayo de un exilio de casi 15 años de Francia, se ha aliado en estos comicios con símbolos de la oscura época siria, como Michel Murr, Suleiman Franyie y Omar Karame. "Soy el único que no ha colaborado con los sirios. Todos los libaneses que han estado en el poder en los últimos 15 años son colaboradores, comenzando por Rafic Hariri", fue la dura respuesta del general. Aoun calificó al hijo de Hariri de "corrompedor", al querer comprar la conciencia de los electores con su dinero.

Una grúa eleva un coche con carteles del ex primer ministro asesinado Rafik Hariri junto a su hijo, en Trípoli.EFE

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