DICTADURA

Identificados los restos del diplomático Carmelo Soria asesinado en Chile

El diplomático fue secuestrado en 1976 y su cuerpo apareció con señales de tortura

El Servicio Médico Legal chileno ha identificado los restos del ciudadano español Carmelo Soria, asesinado en Chile en 1976 por agentes de la dictadura. Los peritajes fueron solicitados por la familia del diplomático el 19 de abril pasado, cuando presentaron una querella por el presunto delito de inhumación ilegal.

Los familiares de Soria presentaron una querella ante el juez del 23 Juzgado del Crimen de Santiago, Andrés Contreras, que acogió la petición y el 30 de abril los restos del funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) fueron trasladados al Ser...

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El Servicio Médico Legal chileno ha identificado los restos del ciudadano español Carmelo Soria, asesinado en Chile en 1976 por agentes de la dictadura. Los peritajes fueron solicitados por la familia del diplomático el 19 de abril pasado, cuando presentaron una querella por el presunto delito de inhumación ilegal.

Los familiares de Soria presentaron una querella ante el juez del 23 Juzgado del Crimen de Santiago, Andrés Contreras, que acogió la petición y el 30 de abril los restos del funcionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) fueron trasladados al Servicio Médico Legal para su identificación.

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Según explicó en esa oportunidad Carmen Soria, hija del funcionario de Naciones Unidas, la familia tenía sospechas de que en el año 1983, los restos de su padre "fueron sustraídos" mientras se trasladaban.

Una vez confirmada definitivamente la identidad de Carmelo Soria a través de un examen de ADN, los familiares han realizado una breve ceremonia en el crematorio del Cementerio General de Santiago.

Desaparecido en 1976

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Carmelo Soria, que residía en Chile desde el término de la guerra civil española, fue secuestrado por agentes de la brigada Mulchén de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) el 14 de julio de 1976 y su cadáver fue encontrado dos días después en un canal de Santiago, con señales de tortura.

Según explicó el abogado querellante Alfonso Insunza los restos de Soria fueron trasladados en 1983 dentro del mismo cementerio en un ataúd sellado, tras las amenazas que recibieron los dueños del mausoleo donde fue enterrado el diplomático en 1976.

Agregó que cuando Carmen Soria, hija de la víctima, presentó una nueva querella, en 1994, recibió también una serie de amenazas, entre éstas, llamadas telefónicas en las que le decían que "no sacaría nada con investigar las causas de la muerte pues sus restos no existían".