Cosimo Fusco, de novio italiano de Rachel a muso de Álex de la Iglesia: “Friends’ tampoco me abrió muchas puertas”
El actor recuerda orgulloso su paso por la popular serie estadounidense y habla con ICON de su trabajo junto al director español, con el que ha rodado ‘30 monedas’ y acaba de terminar un segundo proyecto de terror
En sus 30 años de carrera, el actor italiano Cosimo Fusco (Matera, 58 años) puede presumir de haber rodado con directores de la talla de Ron Howard (Ángeles y demonios, 2009), Mario Monicelli (Rossini! Rossini!, 1991), Dario Argento (El jugador, 2004), Ridley Scott (en la serie The Vatican, de la que solo se rodó el episodio piloto) y ahora con Álex de la Iglesia en la serie de terror ...
En sus 30 años de carrera, el actor italiano Cosimo Fusco (Matera, 58 años) puede presumir de haber rodado con directores de la talla de Ron Howard (Ángeles y demonios, 2009), Mario Monicelli (Rossini! Rossini!, 1991), Dario Argento (El jugador, 2004), Ridley Scott (en la serie The Vatican, de la que solo se rodó el episodio piloto) y ahora con Álex de la Iglesia en la serie de terror 30 monedas (HBO), donde interpreta a un sacerdote-demonio, y el largometraje Venecifrenia, que se estrenará a mediados de este año. Sin embargo, con más de 30 títulos a su espalda, Fusco siempre será recordado por un pequeño papel que, como cuenta, tampoco le abrió “muchas puertas”.
El actor italiano encarnó a Paolo, el novio de Rachel Green (Jennifer Aniston) en la serie Friends. Fueron cuatro episodios que se emitieron en la primera y segunda temporada de la serie —en 1994 y 1995—. “Ahora se habla más de Friends que por aquel entonces, es una serie que ha traspasado el tiempo y los límites geográficos, su lenguaje sigue siendo actual y ha llegado hasta a las generaciones más jóvenes. Hasta mi hija de 13 años la ve”, cuenta Fusco a ICON desde Roma, donde reside actualmente. La gente le sigue reconociendo pese al cambio físico. “No estoy igual, estoy mejor, ¡he envejecido muy bien!”, comenta con humor.
¿Cómo lleva que el personaje de Paolo siga siendo uno de los más recordados de su carrera? Lo llevo bien, me gusta porque significa que he hecho algo de mucho valor que no se ha olvidado con el paso del tiempo. Paolo vivirá hasta que yo me muera.
¿No le molesta que le pregunten por aquel papel 25 años después? Para nada, Friends fue y todavía es un fenómeno televisivo y es normal que la gente me vincule con la serie. Para mí es un orgullo, no un lastre.
Pues cuéntenos cómo llegó a encarnar al novio italiano de Rachel Green. Conseguí el papel como se consigue un papel en Estados Unidos. Había un casting para este personaje que tenía características parecidas a las mías: pelo largo, moreno, rasgos faciales marcados… Mi agente se enteró y me mandó a la prueba. Cuando llegué parecía que ya habían cogido a otro actor, pero aun así improvisé unas frases en italiano delante de los productores Marta Kauffman y David Crane. En unas horas me llamaron para que fuera corriendo a los ensayos con el resto de actores.
¿Con quién se llevaba mejor del elenco? Me lo pasaba muy bien con Matthew Perry, el tipo era muy gracioso, todo el mundo se reía con él en los rodajes. La verdad es que todos eran muy divertidos. Creaban una atmósfera natural de bromas que los propios guionistas observaban para luego escribir los capítulos.
¿Paolo le abrió puertas o se quedó en una mera anécdota de popularidad? Tampoco me abrió muchas puertas, al menos no inmediatamente. Yo estuve en las dos primeras temporadas y por aquel entonces la serie estaba teniendo éxito, pero no el tremendo éxito que tuvo después. A los dos o tres años, mi aparición empezó a resonar más en la industria. Aunque sabía hablar perfectamente inglés, me encasillaron como un actor que no lo hablaba (la gracia de Paolo es que no hablaba ni una palabra de inglés) y que solo podía hacer de italiano.
Habla muy bien castellano, ¿ha tenido que aprenderlo para trabajar en 30 monedas? La verdad es que sí. Siempre me ha encantado este idioma y siempre quise aprenderlo, pero por unas cosas o por otras nunca me puse a ello. Llegó la oportunidad de esta serie y me tuve que preparar corriendo para poder hacerla.
¿Cómo llegó este papel a sus manos? Por magia divina creo [se ríe], porque no conocía mucho el trabajo de Álex de la Iglesia y no hablaba castellano como para rodar en este idioma. Pero mi agente me dijo que Álex le había contactado porque quería que fuese yo quien encarnase al Padre Angelo. Recibí el guion en inglés y con la primera lectura no podía creer lo que tenía entre mis manos, me parecía una locura que podía salir tremendamente bien o ser un completo desastre.
¿Y cuál cree que ha sido el resultado? Todo un éxito. Álex de la Iglesia es una persona muy inteligente, capaz de llevar a la pantalla un trabajo así, donde se mezcla la realidad y la ficción, y en la que reflexiona sobre las creencias religiosas desde una mirada crítica. Él es católico creyente como yo, pero eso no impide que podamos ser críticos también con lo que sucede dentro de nuestra fe.
¿Cómo se prepara un actor un papel de un sacerdote que en realidad es un demonio? No soy de fijarme en el trabajo de otros actores o personajes similares, prefiero crearlo desde mi propia experiencia. Ya había hecho de sacerdote en Ángeles y demonios y en The Vatican, así que esa parte la tenía más construida, es la parte terrenal en todo caso. Lo más complejo fue construir el personaje desde la psicología de un demonio que puede destruir a cualquiera si quiere. Eso es lo que más me gusta de Angelo, que es un personaje muy poderoso y psicológico que utiliza al resto para llevar a cabo sus planes.
Se está convirtiendo en un actor recurrente para Álex de la Iglesia, con el que acaba de rodar la película Venecifrenia, también de terror. ¿Se siente cómodo con este género? Sí, me gusta mucho, es un género con un potencial tremendo para generar muchas emociones en el espectador.
¿Pero le gusta consumirlo también o solo rodarlo? También me gusta como espectador, pero solo el cine de terror de buena calidad, sabiendo que el director es bueno. Dario Argento es un genio en este género, de él vería cualquier película que hiciese, y después de haber trabajado con Álex [de la Iglesia], lo mismo.
¿A qué tiene miedo en la vida real? Después de ver a tanta gente morir por la covid, a la muerte. Bueno, más que a la muerte, me da miedo morirme sin haber hecho cosas que quería hacer.
¿Y qué hace para combatirlo? Vivir intensamente.
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