El reloj de casi 900.000 euros con el que Mark Zuckerberg da vía libre a las noticias falsas en Facebook
El vídeo en el que el magnate de Meta da explicaciones sobre el cambio de política en su compañía para moderar y controlar el esparcimiento de bulos tiene una calculada propuesta estética: camiseta ‘oversize’, pelo rebelde y un reloj que solo los multimillonarios pueden permitirse
Mark Zuckerberg anunció ayer, en un vídeo publicado en sus redes sociales, que las redes sociales que forman Meta (Facebook, Instagram y Threads) dejarán de contar con un sistema de verificación para controlar la difusión de bulos y noticias falsas. La decisión ha sido explicada por Zuckerberg como un intento de volver a “nuestras raíces, centrarnos en reducir los errores, simplificar nuestras políticas, y restablecer la libertad de expresión en nuestras plataformas”, aunque otros ven en ella un acercamiento a las políticas del que en breve será de nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. La sensación generalizada de muchos usuarios es que si las redes de Zuckerberg habían sido hasta ahora una especie de resistencia al clima ultraderechista que ya ha tomado X, antes Twitter, desde que lo compró Elon Musk, ahora ya ni Facebook ni Instagram serán un lugar con algo de moderación a la hora de esparcir noticias falsas y, con ellas, odio.
Otros han tenido un ojo más fino y analítico: se han fijado en el reloj que Zuckerberg llevaba en su muñeca mientras hacía este anuncio y daba las pertinentes explicaciones. Medios como Bloomberg ya lo han identificado: se trata del modelo Hand Made 1 de la casa suiza Greubel Forsey. Junto al reloj, valorado en unos 875.000 euros, una camiseta negra oversize, una cadena de oro y su pelo rebelde y rizado. A estas alturas cualquier sabe que nada en el aspecto de uno de los hombres más poderosos del mundo es casual. Fue un nerd de piel cetrina y polos de buen chico en su ascenso, un ejecutivo relajado de pantalones vaqueros y camiseta gris en el inicio de su reinado (aunque sus camisetas básicas no fueran precisamente asequibles: hablamos de un modelo de 500 euros de Brunello Cucinelli) y, cuando llegaron los problemas, una especie de alien trajeado con pelo corto y rostro adusto. Su última reconversión fue en mesías cachas: pelo más largo y cuerpo esculpido con los entrenamientos más caros del mundo. Si este vídeo ha llamado la atención es tal vez porque mezcla todas sus facetas: el discurso serio del informático, la camiseta floja del ejecutivo enrollado y el cabello rebelde del hombre de gimnasio, pero añade un elemento nuevo: el vistoso reloj de hombre multimillonario. Algo que es desde hace lustros.
Multimillonario y también connoisseur. Porque Greubel Forsey no es una de esas casas relojeras clásicas que sabría nombrar cualquiera en el Trivial o que alguien rico vestiría para ser inmediatamente identificado como tal. La experta en relojes Ana Franco la define como “una marca nicho independiente que no produce ni 300 relojes al año, de manera muy manual y con unos detalles decorativos tradicionales dignos de mención”.
“Greubel Forsey la fundaron los relojeros Robert Greubel y Stephen Forsey, que han alumbrado invenciones como el cuádruple tourbillon, una virguería relojera, y que cuentan con unos 30 sofisticados calibres propios a sus espaldas, que es como se mide el valor de una marca de alta relojería”. Franco apunta que el modelo que luce Zuckerberg no es el más caro de la compañía: “Venden ejemplares que sobrepasan el millón de euros, como el Grande Sonnerie, por ejemplo”.
Zuckerberg ha lucido relojes antes, también de lujo y de marcas más reconocidas (y reconocibles). Pero un vistazo a sus fotos más antiguas muestra que su querencia por este complemento es relativamente nueva: antes, en eventos relacionados con su compañía o en encuentros con figuras como Barak Obama, era habitual ver sus brazos desnudos. Su preocupación por el tiempo, aparentemente, es nueva. Y como todo en el aspecto Zuckerberg, significará algo mucho más grande que un reloj en sí mismo.