La trampa de “tu mejor versión”: el cambio físico de Quevedo vuelve a poner la lupa sobre los cuerpos
El cantante madrileño afincado en Canarias fue protagonista de la conversación en redes sociales después de que este fin de semana reapareciese en el Big Sound Festival con un cuerpo más delgado y fibrado
Quevedo, el artista que en cuestión de dos años se ha convertido en una de las grandes estrellas del pop latino y uno de los pocos españoles que dominan las listas globales de Spotify, anunció a principios de 2024 que iba a tomarse un descanso: “No he parado y necesito vacaciones. Les doy las gracias a todos, pero no esperen verme por las redes, voy a intentar desconectar”. Sigue sin estar en las redes, pero su regreso a los escenarios el 29 de junio en el Big Sound Festival de Valencia ha generado un debate que aún continúa. Y todo por cuestiones extramusicales.
El músico madrileño asentado en Canarias regresó notablemente más delgado y musculado, algo que demostró al lucir una camiseta sin mangas en el festival. Algunas personas celebran que marque bíceps, mientras que otras lamentan que haya que tener bíceps para que te celebren. “¿Así está Quevedo? ¿Esos hombros? ¿Esos trapecios? ¿Esos bíceps?”, escribió un tuitero que renombró al intérprete como Qué bello.
Frente a quienes aplauden su aspecto renovado se encuentran los usuarios que cuestionan las motivaciones de la estrella para adelgazar, poniendo el foco en las exigencias de la industria del entretenimiento y el escrutinio del público. “Mira que somos superficiales, el cuerpo de Quevedo en el punto de mira. Nos podemos hacer preguntas más interesantes, como: ‘¿Lo hace por salud? ¿Se siente bien con ese cambio? ¿Ha utilizado alguno de estos fármacos nuevos para bajar de peso?’. ¡Esperemos que sea algo voluntario!”, comentó Pedro Soriano, enfermero y experto en comunicación en salud.
“Ojalá nadie le haya hecho creer que su talento se incrementaría por ir al gimnasio y lucir un cuerpo normativo; ojalá no interiorizara el ‘nada es suficiente’ tan común en el sector. Ojalá su mente esté bien”, expresó un usuario en X. Otra persona se mostró en desacuerdo con su punto de vista: “Este cambio físico denota disciplina interior. ¿Por qué os jode tanto que la gente mejore? ¿Por qué queréis que todos estén más gorditos y con problemas de salud?”. “Alguien le ha tenido que hacer daño para semejante glow up”, barajó el creador de contenido Ceciarmy.
Las reacciones y comentarios son tan naturales como peligrosas: Quevedo suma cientos de millones de escuchas de sus canciones y todos sus movimientos interesan a una legión de fans, pero es osado expresar suposiciones sobre si el cambio físico de cualquier persona responde a cuestiones de salud, a unas giras y agendas de eventos que necesitan casi la resistencia de un atleta o a pura vanidad. Gema del Valle, directora de comunicación de la discográfica Subterfuge Records y mánager de artistas como Samantha Hudson, quiere creer que hay algo de lo segundo y defiende que la clave en cualquier artista es “tener estabilidad física y mental” para poder lidiar con giras interminables, multitud de viajes, contratiempos y disgustos. “Por mucho que se intente alcanzar una belleza arquetípica, si mentalmente no se está fuerte para aguantar toda la presión, el estrés, el hate de las redes, las críticas, la exposición extrema, los bulos, las subidas, el éxito, el fracaso, la frustración, las decepciones, los ataques de inseguridad… no sirven de nada ni las dietas ni los estilistas. Da igual lo que hagas, nunca será suficiente si no estás bien”, expone.
El cambio físico de Quevedo es uno más en el mundo de la música. David Bustamante ha vivido varias metamorfosis a lo largo de su carrera, pasando de protagonizar portadas presumiendo de tableta a dar entrevistas hablando de sus cambios de peso. En una visita a El Hormiguero en 2021, confesó que había perdido 26 kilos y declaró: “Llegan momentos en los que uno no se siente cómodo consigo mismo y todo tiene un porqué. Siempre repito que a la gente no hace falta decirle si está gorda o demasiado flaca (…) Cada uno tiene espejos en casa. Y cuando llega el momento de cada uno, si decide tomar una decisión, cambiar y buscar su mejor versión, sea cual sea, hay que respetarla”.
Otro cantante que abordó un tema similar en su charla con Pablo Motos ese mismo año fue Ed Sheeran. “Me llevaba a mi hija al gimnasio y me ponía a entrenar mientras la vigilaba. Eso hizo que estuviera más sano, empecé a beber más agua y a sentirme mejor, la ropa me quedaba mejor. La gente me decía que estaba más guapo y más joven”, contó. El británico explicó en otras entrevistas que sus malos hábitos en el pasado hicieron que su peso aumentara, pero gracias a la dieta y el ejercicio llegó a perder más de 20 kilos.
Calvin Harris ha liderado durante años la lista de DJs mejor pagados del mundo según Forbes. Algunas personas recordarán que cuando en 2007 publicó su primer álbum, I Created Disco, era un veinteañero espigado, con un estilo un tanto emo y que solía llevar sudaderas, como se aprecia en el videoclip de Acceptable in the 80s. Un buen corte de pelo y muchas horas de gimnasio lo llevaron en 2015 a ser imagen de una campaña de Emporio Armani en la que posaba en ropa interior.
Estrellas que empezaron en el mundo de la música siendo muy jóvenes, como Justin Bieber y Nick Jonas, también protagonizaron cambios físicos radicales y fotos muy sugerentes en ciertos momentos de sus carreras. Cuando el pequeño de los Jonas Brothers se dejó ver en unas fotos suyas en un barco que se hicieron virales en 2019 luciendo un cuerpo a todas luces fibrado y de belleza más que canónica muchos internautas corrieron a comentar en las redes que había engordado porque no se le notaban los abdominales.
El crítico musical Odi O’Malley destaca que hay muchos factores que pueden llevar a un artista a querer cambiar radicalmente su imagen (unos cambios que casi siempre van orientados a satisfacer al ojo del algoritmo, que busca músculos). “Creo que tendemos a dramatizar mucho con los cambios de aspecto físico y a entender que implica que esa persona está en un mal momento. Una cosa es una delgadez que no se ve sana y otra es que alguien reaparezca más atlético”, opina sobre el caso de Quevedo. Estrellas de estilos musicales similares han presumido de sus transformaciones en Instagram. Por ejemplo, Nicky Jam compartió en 2021 una publicación con el antes y el después de haber perdido 22 kilos y medio.
Maluma rescató en 2023 una foto de su pasado y la comparó con otras en las que enseña un cuerpo mucho más definido. “Yo también he estado en lugares y posiciones no muy favorables, pero el mensaje acá es que yo decidí salir de ahí y convertirme en mi mejor versión”, escribió el colombiano.
Resulta evidente que esa “mejor versión” de la que hablan muchos cantantes es una versión muy concreta: la que se adapta a la belleza canónica y curtida en el gimnasio, atrae miradas en alfombras rojas, colaboraciones con marcas y mayor presencia mediática. “Los cantantes que no obedecen las reglas de la belleza estándar pierden en posibles contratos de publicidad, contratos de modelo… Para tener mayores ganancias y una diversificación de los ingresos que consiguen, les interesará cubrir esos cánones de belleza típica”, comparte O’Malley.
Del Valle añade que la belleza y un buen estilismo no son los únicos caminos para alcanzar ciertos objetivos en la industria, sino que también destaca la importancia de la actitud, el discurso y el carisma. Un envoltorio atractivo no lo es todo: “Es cierto que hay casos de artistas más o menos ramplones que con un físico excepcional y un buen estilismo han llegado alto, pero esas mentiras acaban cayendo”. Ella recuerda a David Bowie: “Era bellísimo, sus looks eran increíbles, sus cambios de personaje se convertían en hechos noticiables, sus entrevistas eran fantásticas, sabía jugar con la prensa... pero sin esas canciones inmortales que escribió no estaríamos ahora hablando de él”.
También resulta obvio que las exigencias en cuanto a imagen en la industria del pop no son las mismas para los hombres que para las mujeres. “Estamos más acostumbrados a que ellas tengan un físico determinado y a que tengan que mantenerlo en el mismo punto”, expresa O’Malley, que cita a cantantes veteranas como Madonna, Cher, Kylie Minogue o Marta Sánchez. “Van cumpliendo años y tienen que cumplir con la estética que han tenido históricamente. A los hombres se les sigue permitiendo no solo tener un cuerpo diferente, sino envejecer”, subraya. Por otro lado, la industria del pop requiere que las artistas pop evolucionen y presenten nuevas versiones de sí mismas, nuevos estilismos, nuevos personajes, nuevas eras musicales. Una nueva cara, un nuevo peinado y un nuevo estilo cada poco. Eso sí, nunca más viejas.
Del Valle comenta sobre las mujeres: “Da igual que estén perfectas, que siempre van a recibir comentarios por su físico… Por eso es importante estar fuerte mentalmente ante las criticas. Hagas lo que hagas, estás expuesta”. O’Malley sostiene que la presión sobre la imagen continúa afectando más a los perfiles femeninos, aunque no todos los hombres se salvan de los juicios sobre su aspecto: “Hay gente que puede pasarlo peor o que puede tener una percepción de que el público quiere que cambie y entonces cambia. Le ocurrió a Sam Smith”. Smith habló en su momento de sus inseguridades físicas y de cómo su dismorfia corporal lo llevó a darse cuenta de que era una persona no binaria. Además, admitió que había llegado a pasar hambre durante las semanas previas a una sesión de fotos en la que tenía que posar con camiseta. Aunque ha llegado a un punto de su carrera en el que no le importa mostrar su cuerpo y lucir estilismos más osados, sus publicaciones en Instagram siguen recibiendo numerosos comentarios negativos. Unos reclaman que vuelta al perfil baladista de antaño, otros simplemente le insultan por su físico.
O’Malley pone un ejemplo con nombre y apellido a la hora de explicar las diferencias en las expectativas entre ellos y ellas: “Es bastante impensable que exista una equivalente femenina a Lewis Capaldi [para quien no lo conozca: no es un cantante precisamente delgado]. Me sorprendería mucho que un producto así funcionase, incluso en el mismo género”. Además, señala que la mayoría de las mujeres que triunfan en el mundo del pop tienen perfiles muy similares: “Ahora existe más un movimiento body positive que permite que diferentes tipos de cuerpo se cuelen en el mainstream (…) Pero siguen cumpliendo con unos estándares muy básicos de la feminidad y de lo que se entiende como belleza. Siguen siendo muy pibón, muy maquilladas y muy monas”. Artistas como Lizzo siguen siendo excepciones. Otras artistas de figura más rotunda como Adele han adelgazado. Por cierto, eso tampoco le libró de las críticas. Te insultarán si engordas, pero también te cuestionarán si adelgazas. Quevedo es la prueba.
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