Madonna contra Spotify: ¿por qué una canción de Hombres G supera a los clásicos de la reina del pop en la plataforma?

Está considerada la reina del pop y acaba de apuntarse el récord del concierto individual más multitudinario de la historia, pero sin embargo sus cifras son exiguas en las plataformas de audio y su presencia casi anecdótica en TikTok

Madonna durante su actuación multitudinaria en Rio de Janeiro el pasado sábado.Kevin Mazur (WireImage for Live Nation)

El multitudinario concierto de Madonna en Río de Janeiro ha dejado un reguero de titulares sobre su enorme éxito, algunas controversias por parte de grupos conservadores a raiz de lo emitido en una televisión nacional (exactamente la misma noticia que se podría haber publicado hace 40 años), otras porque el evento se consideró una frivolidad pop a la vez que el...

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El multitudinario concierto de Madonna en Río de Janeiro ha dejado un reguero de titulares sobre su enorme éxito, algunas controversias por parte de grupos conservadores a raiz de lo emitido en una televisión nacional (exactamente la misma noticia que se podría haber publicado hace 40 años), otras porque el evento se consideró una frivolidad pop a la vez que el país llora a los 40 muertos en las inundaciones de Rio Grande do Sul. En las redes sociales se vive, todavía hoy lunes, otra historia: la celebración casi unánime de la figura de Madonna y de su carrera, con impactantes vídeos aéreos en los que 1,6 millones de personas (son hasta 2,5 según otros medios) cantan Like a Virgin o Like a Prayer.

Es extraño en un ambiente tan contaminado como el de X, antes Twitter, y con una figura tan ambivalente como Madonna, desde el principio de su carrera tan alabada como cuestionada, que casi solo se encuentren halagos. La gira Celebration ha sido de los movimientos más inteligente de su carrera. Por un lado, de forma profesional: frente a la tibia recepción de recientes aventuras musicales, ha reivindicado por primera vez su catálogo plagado de clásicos (sus giras siempre han antepuesto las canciones de los álbumes que promocionaba por encima de los éxitos). Por otro, de forma personal: tras una grave infección que la llevó a la UCI el pasado junio y que estuvo a punto de cancelar la gira, Madonna ha conseguido, a sus 65 años y con problemas de salud, no cancelar ni uno solo de los 81 conciertos y mostrar sobre el escenario una energía y vitalidad que la mayoría de los mortales consideran reservada para alguien mucho más joven.

El evento de Madonna en Rio de Janeiro debe ser puesto en perspectiva: ha habido algunos (pocos) eventos musicales que han atraído más público, pero siempre en contextos de grandes celebraciones, por ejemplo de fin de año (Rod Stewart reunió a más de tres millones de personas en la nochevieja de 1994, también en la playa de Copacabana), celebraciones deportivas o festivales. Madonna es la única que, solo con su nombre, ha logrado reunir a tanta gente. Muchos en redes sociales y en la propia industria se preguntan si, con este logro y a sus 65 años, la cantante habrá conseguido, de nuevo, ser la primera en algo: en establecer conciertos gratuitos y masivos como la meta de todas las estrellas musicales, en el baño de masas que los hagan pasar de ídolos a leyendas.

Esta gira, y especialmente el macroevento en Río, también ha puesto sobre la mesa la diferencia entre lo que ocurre en el mundo y lo que ocurre en redes como Spotify o Tiktok. La cuenta GodnessMadame publicó el domingo un tuit compartido miles de veces que ha sentado de alguna manera el tono: “Puedes tener debuts millonarios en Spotify o puedes ser viral en TikTok, pero nada se podrá comparar nunca a tener una base fiel y gigantesca de admiradores”.

“Esto es el resultado de tener impacto, no debuts de 300 millones de reproducciones en Spotify [en referencia al gigantesco éxito de Taylor Swift con su último disco]. Dejar huella en la cultura, ser parte de movimientos sociales y trascender más allá de las modas década tras década es lo que hace que 40 años después ocurra esto”, escribía otro fan de la cantante en un tuit que acumula 14.000 me gusta. Y es la pregunta que está en el aire en plena resaca del concierto: ¿Cómo es posible que los números de la cantante más exitosa de la historia en Spotify, la plataforma que actualmente mide la popularidad musical, sean exiguos comparados con otros artistas de mucha menos relevancia y trascendencia cultural?

Madonna no me suena

“Madonna no tiene tantas reproducciones como, a lo mejor, una Cyndi Lauper, porque no tiene sello”, resume Sebas E. Alonso, director de Jenesaispop, seguidor de Madonna y autor de una entrevista con la cantante en 2019. “Básicamente es una persona que lleva 15 años sin discográfica. En su momento fue un pelotazo su fichaje por Live Nation [le reportó, según se publicó entonces, 120 millones de dólares] y recaudó muchísimo dinero con su gira MDNA, pero sello no tiene. Tuvo un contrato de distribución con Universal con una promoción bastante regulera, pero el sello era ella misma. Los últimos discos de Madonna prácticamente son autoeditados y Universal no podia hacer mucho por ellos, al ser solo distribuidora. Y Warner lleva 15 años sin mover su catálogo en series, películas o anuncios”. Alonso apela aquí al enorme poder de las series, especialmente de plataformas, para devolver a lo más alto de las listas canciones de la década de los ochenta o noventa, un fenómeno cuyo mejor ejemplo es Kate Bush y Running Up That Hill, usado en una escena clave de Stranger Things. “Ella tuvo la ocurrencia de decir que no a The Leftovers, que querían usar Like a Prayer en una pedazo de escena de karaoke que era el clímax de la serie. Ella dijo que no. Eso sirve de ejemplo para comprobar hasta qué punto ha dejado de sonar en series y películas: no tiene sello, está a su bola y aunque hace se informó de que volvía a Warner para reeditar todo su catálogo, eso sigue sin tocar. Madonna no reedita absolutamente nada, a diferencia de otros artistas en permanente reedición”.

El motivo por el que la artista que puede llenar una gigantesca playa no tiene cifras especialmente brillantes en Spotify es, para Alonso, que no está en playlists. Las playlists son los recopilatorios de éxitos, actuales o no, que el propio Spotify pone a disposición de los oyentes más vagos y casuales y en los que las discográficas luchan por entrar para que sus artistas tengan números espectaculares en la plataforma. “Aparece en playlists de los ochenta, sí, pero el alcance de una canción como Like a Prayer es muchísimo menor que el de canciones de esa era que tuvieron muchísimo menos éxito, y eso es porque el sello no está involucrado en hacer sus promociones. También es una artista que polariza un montón: mucha gente la ama, se ha visto en Río, pero mucha gente la odia. Y eso, de cara a meter sus canciones en las principales playlists, puede provocar que haya gente que pase la canción si aparece Madonna. Es otra de las razones por las que puede tener muchas menos escuchas que un tema inocuo que guste a todo el mundo, como Girls Just Wanna Have Fun [que tiene más del doble de reproducciones que cualquier canción de Madonna]. No hay en Cyndi Lauper el componente de polémica que siempre rodea a Madonna”. Una pista de hasta qué punto Spotify es un espejo un poco deforme en el que mirar el éxito de un tema o un artista es comparar: Devuélveme a mi chica, de Hombres G, supera a cualquier canción de Madonna y, en algunos casos, dobla en escuchas a sus mayores éxitos.

“Hay mucho humo en Spotify”, prosigue el director de Jenesaispop. “Una cosa es el número de oyentes que pueda generar la presencia en una playlist poderosa y otra que ese público vaya a verte. Hay artistas en los que ambas cosas confluyen, como Taylor Swift, y otros en los que no, por ejemplo The Weeknd, que tiene más oyentes que Taylor Swift pero ni de coña genera el dinero que ella genera en conciertos. Son dos cosas completamente diferentes y hay unos puntos oscuros en las plataformas de streaming que dan un poco de miedo, la verdad”. Curiosamente, The Weeknd ha dado a Madonna su mayor éxito en la historia de Spotify con el tema Popular, donde ella solo habla en una intro y canta en una estrofa. Madonna tampoco es una artista que tenga un gran éxito estacional (Mariah Carey se convierte en la reina de Spotify cada navidad gracias a su villancico) ni alguien que, como señala Alonso, tire de su espectacular catálogo más allá de algunos remixes recientes que han dividido a sus fans y no han interesado demasiado a un nuevo público.

La gran pregunta con Madonna es: ¿qué hará tras esta gira y el evento en Río, que en cualquier carrera se consideraría un magnífico colofón? Nadie cree que se vaya a retirar. A Madonna nunca le ha gustado quedarse en casa contando su dinero. Sebas E. Alonso tampoco lo cree. “Ella ha dicho por activa y por pasiva que no se va a retirar”, aclara. “El rumor era que ella quería, con estar gira, financiar su película biográfica, después de que Universal y ella no llegasen a un acuerdo para hacerla. También se sabe que Madonna ha grabado música nueva con Max Martin, Honey Dijon o Arca. Pero es rarísimo que no haya lanzado nada aprovechando el éxito de la gira. Lo suyo sería, en realidad, que publicase todas las reediciones que Warner anunció y es incomprensible que su catálogo no se haya reeditado aprovechando una gira de grandes éxitos Pero, más allá de las cifras y los récords, yo recalcaría el buenísimo estado de forma creativo en el que está y la dirección artística del concierto”.

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