Por qué el divorcio entre Nike y los herederos de Kobe Bryant supone un antes y un después en la historia de la NBA

La no renovación del contrato que ha unido a la estrella de Los Angeles Lakers con la firma deportiva durante casi dos décadas amenaza ahora el legado mercadotécnico del jugador, responsable de las zapatillas más demandadas en la liga.

Kobe Bryant celebra un tanto para Los Angeles Lakers en abril de 2007.

Las réplicas del seísmo emocional que supuso la muerte del mito del baloncesto Kobe Bryant el 26 de enero de 2020, en un accidente de helicóptero en el que también perdieron la vida su hija Gianna y otros siete pasajeros, siguen dejándose notar en la industria mediática y deportiva. La última ha sido el inesperado final del contrato –firmado en 2016 y por valor de 36 millones de euros– que ligaba a la estrella de ...

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Las réplicas del seísmo emocional que supuso la muerte del mito del baloncesto Kobe Bryant el 26 de enero de 2020, en un accidente de helicóptero en el que también perdieron la vida su hija Gianna y otros siete pasajeros, siguen dejándose notar en la industria mediática y deportiva. La última ha sido el inesperado final del contrato –firmado en 2016 y por valor de 36 millones de euros– que ligaba a la estrella de Los Angeles Lakers con Nike, su marca colaboradora durante casi dos décadas y con la que diseñó algunas zapatillas que definieron una generación. La falta de entendimiento entre la firma deportiva y los herederos del escolta de los Lakers, de implicaciones complejas y hasta pretéritas, supone un antes y un después por lo significativo de su protagonista y lo insólito de la situación, convirtiéndose en la primera gran estrella del baloncesto en fallecer dejando tras de sí un legado de mercadotecnia que corre ahora el riesgo cierto de convertirse en historia.

El contrato de Kobe Bryant con la firma de Oregón expiró el pasado mes de abril, coincidiendo con el simbólico quinto aniversario de la retirada del escolta, cuando prolongó por última vez una esponsorización que se ha extendido durante 18 años. Su llegada en 2003, procedente de una infructífera asociación con Adidas que puso en entredicho su estatus como gran estrella de la NBA, revolucionó el mercado del calzado deportivo con más de una docena de modelos distintos. También por su apuesta por acabar con la hegemonía de las botas de caña alta en las canchas y mostrar tobillo, inspirado por su pasión por el fútbol. “Su línea era una de las más rompedoras en diseño y rendimiento. Muy innovadora, pero también difícil: no todo el mundo podía sacar lo mejor de ella. Además de ser ligeras y rápidas –en algunas versiones, extremas–, eran muy estrechas, lo que hacía que mucha gente no pudiera ni calzárselas. Pero siempre han sido unas zapatillas que, una vez ajustadas al pie tras varios usos, daban mucho más de lo que se esperaba”, explica Esteban Mucientes del blog I love sneakers.

En la memoria continúan perennes imágenes como la del anuncio publicitario de las Hyperdunk, en el que saltaba por encima de un Aston Martin, y que es considerado uno de los primeros vídeos virales de internet. En los últimos años, no ha habido modelo más utilizado por los jugadores de la mejor liga de baloncesto del mundo (hasta 103 en la temporada 2019-2020) que las firmadas por Kobe. Para Alejandro Cerqueira, consultor de comunicación y fundador de la web especializada Sneakerism, las Kobe son, sobre todo, el reflejo de una época en la liga. “De una NBA que venía de los códigos de diseño maximalistas que bebían directamente de la estética hip-hop, pasamos a una competición más pulcra, profesional y global. Pero al público le cuesta más conectar emocionalmente con eso y todavía no ha pasado el tiempo suficiente para que el diseño de los primeros dosmil sea asumido con fervor por la retromanía”.

Vanessa y Kobe Bryant, a su llegada a los premios Oscar celebrados en Los Ángeles (California) en 2018.Richard Shotwell (AP)

Ni el propio Bryant ocultaba su fascinación –“me sentía como cuando Harry Potter llegó a Hogwarts”– por colaborar con la marca que había encumbrado a su idolatrado Michael Jordan, y fue precisamente su obsesión inagotable por emular sus pasos, también fuera de las pistas, el motivo de su primera fricción con la enseña, allá por 2016. Alegando que sus zapatillas no eran bestsellers en las tiendas, Nike se negó a ofrecerle un contrato vitalicio cuando colgó las botas, como sí hizo con Jordan y su sucesor oficioso en el altar del baloncesto, LeBron James, y ha vuelto a rechazarlo una vez fallecido el atleta. La propia Vanessa Bryant, viuda de Kobe, se refirió a este respecto en el comunicado que publicó en Instagram con motivo de la ruptura de las negociaciones: “Esperaba alcanzar un acuerdo de por vida con Nike que reflejara el legado de mi marido. Siempre haremos lo posible por honrar la memoria de Kobe y Gigi”. Cuando se supo del fin del acuerdo, hasta un jugador de la actual plantilla angelina, Talen Horton-Tucker, evidenció delante de los reporteros su desesperación: “¿Quién puede conseguirme un par de Kobes? Las necesito”.

Mark Parker, presidente de Nike, y Kobe Bryant, durante la presentación de la zapatilla Hyperdunk en 2019.ASSOCIATED PRESS

Cerqueira considera que la decisión de no ofrecer un contrato vitalicio a una figura como Bryant en el momento de su retirada estaba sobradamente justificada desde el punto de vista empresarial. “Era un activo valioso para Nike, pero su producto estaba en retroceso a nivel de ventas y, como icono baloncestístico, llevaba seis años sin conocer la gloria –entendida como anillo de campeón de la NBA–. Conforme pase el tiempo, su figura perderá importancia por el mero olvido colectivo, y no existe en la gama de producto ninguna zapatilla como las Converse Chuck Taylor o las Jordan 1, llamada a trascender a nivel masivo”.

Kobe Bryant lanzando un tiro libre para los Lakers.

Pese a que los fans de Kobe Bryant han recibido la noticia como un jarro de agua fría, este desenlace de los acontecimientos podría haber sido dictado por el propio número 24. Según reveló en diciembre el multimillonario inversor Shervin Pishevar, detrás de empresas como Uber y Virgin Hyperloop, el exjugador pretendía fundar su propia empresa al término de sus obligaciones contractuales. “Me reuní con él a finales de diciembre de 2019. Kobe no estaba contento con Nike e iba a dejarlo en 2020. Kobe iba a fundar Mamba, una compañía de calzado propiedad de jugadores. Falleció semanas después. Lo que estaba a punto de hacer en los negocios iba a eclipsar su carrera deportiva”, escribió en una serie de tuits. Para dar veracidad a su historia, Pishevar incluso mostró algunos de los futuristas prototipos que su equipo había diseñado para este proyecto.

A pesar de la finalización de la relación laboral, Nike ha confirmado que los lanzamientos pendientes de Kobe Bryant seguirán disponibles en sus tiendas durante algunos –pocos– meses más. La gestión de ese catálogo por parte de la firma de Oregón ha sido otro de los puntos clave en la finalización del acuerdo. Desde la muerte del jugador, Nike ha continuado con el lanzamiento de su merchandising, pero en cantidades limitadas, siguiendo la política de exclusividad de otros modelos que terminan multiplicando su precio en la reventa. ESPN hizo pública hace unas semanas la frustración de la familia con esta política de disponibilidad, sobre todo, por la escasez en las tallas para niños. “Mi esperanza siempre será la de dejar a los fans de Kobe que vistan sus productos y seguiré luchando por ello. Se venden en segundos, y eso lo dice todo”, añadió Vanessa, que ha conseguido retener los derechos del logo y del nombre comercial Mamba. La enseña estadounidense, que se mantuvo al lado del jugador incluso cuando fue acusado de violación en 2003, se limitó a alabar la exigencia positiva de Bryant y a ratificar que “seguirá siendo un miembro profundamente querido en la familia de Nike”.

Los Ángeles Lakers se alzaron con el título de campeones de la NBA una década después de su último título y en el año de la muerte del icónico exjugador del equipo, Kobe Bryant. La final, en la que los Lakers se impusieron 106-93 a los Miami Heat, sirvió de homenaje para Bryant.GETTY IMAGES

Desde la noticia de la muerte del cinco veces ganador de la NBA, la demanda por sus productos se disparó hasta el punto de que la compañía se vio obligada a retirarlos temporalmente de su tienda online para evitar la especulación. Sin embargo, fuentes cercanas a la familia han confirmado a Complex que “Bryant no era una prioridad” en la división de baloncesto de Nike, y que “sus zapatillas no contaban con la apuesta de marketing” que la marca sí otorga a estrellas en activo como Kevin Durant o Giannis Antetokounmpo. Pese a la ascendencia de Kobe Bryant en varias generaciones y de su estatus vigente de indiscutible icono pop, encontrar una marca que pueda afrontar un reto de este calibre no es sencillo. “Que una firma establecida llegase a comercializar la figura de Kobe Bryant, bajo la forma que fuese, sería interpretado como oportunista”, añade Cerqueira, que considera que ver “su nombre ligado a la competencia tendría consecuencias negativas a nivel emocional para los fans del deportista, que serían el público potencial de esa marca”. Para Mucientes, lo más probable es que veamos algo parecido a lo que sucede actualmente con los diseños que Kobe lanzó con Adidas a principios de siglo. “La enseña germana sigue sacando modelos con los que jugó Kobe, pero sin el nombre, así que en este caso lo más normal es que sigan ofertándose retros con algún otro título”.

Casualidad o no, lo cierto es que Vanessa Bryant ha dado un paso significativo apenas unos días después de la caducidad de la relación. El pasado 1 de mayo, coincidiendo con el que hubiera sido el 15 cumpleaños de Gianna, Vanessa lanzó la primera colección de la firma de moda Mambacita, sobrenombre con el que su hija era conocida. En las horas posteriores, jugadores de la talla de Stephen Curry o Pau Gasol y celebrities como Kim Kardashian, Reese Witherspoon o Cindy Crawford inundaron las redes de imágenes en las que aparecían luciendo alguna de las sudaderas, pantalones y mascarillas tie-dye que componen la edición cápsula. Todos los ingresos irán destinados a la fundación deportiva Mamba and Mambacita, dedicada a ayudar a atletas desfavorecidos y, especialmente, a las jóvenes deportistas. Gianna Bryant era una prometedora jugadora de baloncesto y Kobe se había convertido en el mejor embajador del baloncesto femenino, al que pretendía dedicar el grueso de su futuro profesional antes de fallecer a los 41 años.

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