De hacer remixes en Madrid a inspirar uno de los personajes de ‘Coco’: con ustedes, Camilo Lara, el hombre que reina en la sombra en la música latina
Camilo Lara es Instituto Mexicano del Sonido, elegido por EL PAÍS como una de las 50 personas más influyentes de América Latina, además de músico e intérprete. Ha colaborado con Norah Jones, Beck, Graham o Beastie Boys, inspiró uno de los personajes de ‘Coco’, ha firmado bandas sonoras para Cuarón y acaba de publicar su sexto álbum, ‘D.F’
Son las 10 en Ciudad de México, y la pantalla del Zoom nos muestra a Camilo Lara, sonriente y afable, agitando un gran termo con bebida para espabilar, flanqueado por una gran mesa de sonido. Presidiendo la pared del fondo, están las siglas IMS, las mismas que le han hecho mundialmente conocido como Instituto Mexicano del Sonido, un nombre hilarante y pomposo tras el que se encuentra solamente él. “Este es mi estudio, vengo caminando a diario. Durante años lo tuve en mi casa, pero mi mujer odiaba cosas como entrar en su cuarto de vestir y encontrarse a un grupo de mariachis”, cuenta entre risa...
Son las 10 en Ciudad de México, y la pantalla del Zoom nos muestra a Camilo Lara, sonriente y afable, agitando un gran termo con bebida para espabilar, flanqueado por una gran mesa de sonido. Presidiendo la pared del fondo, están las siglas IMS, las mismas que le han hecho mundialmente conocido como Instituto Mexicano del Sonido, un nombre hilarante y pomposo tras el que se encuentra solamente él. “Este es mi estudio, vengo caminando a diario. Durante años lo tuve en mi casa, pero mi mujer odiaba cosas como entrar en su cuarto de vestir y encontrarse a un grupo de mariachis”, cuenta entre risas.
El de Camilo Lara parece más bien un nombre de, pongamos, un cantante de boleros. Su aspecto amable no encaja con los cánones prefabricados de una estrella del pop. Sin embargo, este hombre de 44 años fue elegido por EL PAÍS como una de las 50 personas más influyentes de América Latina. Además de músico e intérprete, es remezclador y productor, y ha colaborado con figuras tan variopintas como Norah Jones, Lee Scratch Perry, Beck, Graham Coxon (Blur), Beastie Boys o Run The Jewels. Además, inspiró uno de los personajes de la película de animación de Pixar Coco, intervino en el videojuego más vendido de todos los tiempos (Grand Theft Auto V) y en las bandas sonoras de numerosas series de televisión. Ahora, acaba de publicar su sexto álbum, titulado D.F, pop electrónico de raíz mexicana que es una excelente excusa para conversar sobre muchas cosas.
En 2016, México DF pasó a denominarse oficialmente CDMX. Con este título quieres reivindicar algo, ¿no? Le tengo un poco de tirria a la modernidad soluble. Cambiarle el nombre a la ciudad por pretender ser otra cosa, así como Madonna se cambió a MDNA, me parece absurdo. Es como ponerse bótox. La ciudad en la que yo crecí era otra, y el disco habla de eso. Antes, esta era la ciudad de Roberto Bolaño. Ahora sales, buscas a Bolaño en las calles y ya queda muy poco de él, y ya no te digo de Tenochtitlan. La de ahora no es tan salvaje y me gusta tal vez más, pero no es mi ciudad.
Si Bolaño ya no está ahí, ¿qué escritores dirías que representan CDMX? El disco lo escribí pensando en un personaje que se llama Luis Zapata Quirós, que fue el pionero de los escritores gais en México. Hizo un libro que se llama El vampiro de la Colonia Roma, ambientado en los años setenta, y retrata muy bien ciertas cosas que han pasado a la modernidad. Hoy en día, podría decirte que Brenda Lozano es un gran ejemplo.
Tú también eres de Colonia Roma, que se ha hecho mundialmente famosa gracias al filme Roma, de Alfonso Cuarón. Junto a Alejandro González Iñarritu son dos cineastas en la primera línea de Hollywood. ¿Cómo crees que ha influido eso sobre la cultura mexicana? Tengo una larga historia con Alfonso. Con él creé mi primer sello independiente, y la primera vez que hice música para una película fue para Y tu mamá también. Ser cineasta en México probablemente sea la profesión más infame, después de la de periodista. Es peligroso salir a filmar, que te roben… o que no te financien, porque a nadie le importaban sus películas. Pero son un buen ejemplo de lo que es el chilango luchón, y han salido adelante. La imagen que se tiene de México es la de narcos, violencia, secuestros, y la única manera de cambiar el PH de las cosas es a través de la cultura, así como lo hicieron en Perú a través de la cocina con Astrid & Gastón, y mandar mensajes positivos. La cultura es lo único que va a cambiar la desgracia que vivimos en este país. Ellos crecieron aquí en la Roma, los veías en la calle, e hicieron algo por su comunidad. A mí eso me parece valiosísimo.
Tu madre es especialista en el tema de la desaparición de mujeres. ¿En qué estado se encuentra todo eso ahora? No sé, fíjate, residir en la ciudad de México es vivir en una burbuja. Aquí hay otra violencia, pero la de la guerra con el narco no la vives tan de cerca. Esta mañana estaba escuchando por la radio que el 35 por ciento del territorio nacional está tomado por los narcos, pero aquí no nos enteramos.
Tú, por cierto, interviniste en la banda sonora de la serie Narcos, muy popular pero también controvertida por considerar que blanqueaba la violencia y hacía espectáculo con ella. Es una visión un poco reducida, porque la cultura de glorificación del narco ya permeó hace años. En el norte del país tenemos toda la moda buchona, un estilo de vida de culto al dinero y a las armas. Ojalá Narcos fuera la primera serie que retrata eso, pero, no sé, es una buena discusión. ¿Esa cultura ha blanqueado al narco o es el narco quién ha impulsado esa cultura?
También has formado parte de la serie documental Rompan todo. ¿Por qué crees que se ha generado tanto debate en torno a ella? Yo creo que ha sido lo más polémico que he hecho en mi vida. Había multitud de bandos, linchamientos… la gente se lo tomó muy en serio, como si fuese un partido de fútbol o algo de religión. Supongo que es porque se trata del primer documental que se hace sobre la historia del rock en Latinoamérica.
Parece, además, que la música latina tiene ahora más impacto global que nunca, ¿no? Que en los Grammy salga Bad Bunny como estrella número 1 quiere decir que está cambiando el epicentro de la música. Yo nunca en mi vida creí que se iba a alejar de los países sajones, pero ahora está en Medellín, en Lagos, en Corea… Lugares que nunca se pensó que serían capitales culturales, y eso a mí me da mucha ilusión, porque más allá de los Bad Bunny o los C. Tangana, va a haber una clase media de artistas globales que van a poder tener un impacto fuerte. A mí tal vez los primeros me diviertan, pero los segundos me emocionan porque son los que van a cambiar el mundo, y lo vamos a ver bien rápido.
Fuiste director de EMI en México durante muchos años. ¿Qué te aportó el estar en esa posición? Entré en la industria de la música porque necesitaba un trabajo, digamos, alimenticio. Lo que pasa es que me fue bien, y tuve la fortuna de que mucha de la gente de mi generación iba a hacer cosas importantes, y a mí me tocó firmarlos. Pero también me arrepiento un poco de haber estado trabajando tanto tiempo en la industria. Me dio miedo salir para dedicarme a lo mío, y tardé muchos años.
También creaste un grupo llamado Mexrrissey, donde versionabais al estilo mexicano canciones del líder de The Smiths. ¿De dónde crees que viene la fascinación que Morrissey ha tenido en el mundo latino? Sin duda hay un elemento melodramático, y relación con las telenovelas, porque México no es un país de comedia. Incluso en Cantinflas hay mucho de culpa cristiana. Por otra parte, el mayor ídolo que ha habido en nuestra historia pop reciente es Juan Gabriel, con quien se puede hacer un paralelismo. Ambos se burlan de la vida, tienen una ambigüedad muy grande en su sexualidad y son personajes totalmente radicales en su pensamiento y su operar. Siempre pensé en cómo serían las canciones de Morrissey si él hubiera nacido en México, y me di cuenta de que se podía hacer la traducción a algo más mariachi y tenía sentido. Fue muy divertido.
Oye, estamos todo el tiempo hablando de México pero IMS, en realidad, nació en Madrid, ¿no? Sí, yo al principio hacía remixes para amigos. Carlos Galán, de Subterfuge, me pidió uno para su artista Carlo Coupé. Luego, el sello Lovemonk me buscó porque le había gustado mucho, y me dijo: “¿Por qué no haces uno para Gecko Turner?”. Su responsable, Señorlobo, me sugirió que por qué no les mandaba mi propia música, le envié un cd y me dijo que le faltaba mucho trabajo, que siguiera en ello. Me esperé dos semanas y le mandé las mismas canciones, pero con distinto orden, y entonces me dijo: “¡Es buenísimo, vamos a publicarlo!”. Así salió mi primer disco, Méjico Máxico, en 2006. El primer concierto de IMS fue en el Museo Reina Sofía, y he actuado en la ciudad infinidad de veces. En Madrid ya soy de la casa.
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