Bob Borchers (Apple): “Una tecnología muy potente es compatible con gestionar tu tiempo y atención”
Una de las personas que ayudó a definir el iPhone como gesto cultural ofrece a ICON Design su visión sobre el papel que desempeña la creatividad en la estrategia actual de la compañía
Levantar un móvil en mitad de un concierto ya no es una interrupción ni un gesto excepcional. Forma parte del propio ritual. Es un gesto aprendido. Apple entiende bien esa lógica y el pasado 19 de noviembre, la situó en el centro de El encuentro, el espectáculo con el que celebró cuatro décadas en España.
La Puerta del Sol se transformó en un gran escenario para una actuación en directo protagonizada por Israel Fernández, DELLAFUENTE, Amaia y Yerai Cortés. El lugar no era casual: justo en frente de la tienda insignia de Apple en Madrid. Fue un cruce de estilos que unió flamenco y pop en un formato concebido para ser vivido y compartido. Sobre todo lo segundo. Las ocho lentes de las cámaras del nuevo iPhone 17 Pro capturaron las actuaciones en tiempo real, llevando la energía del evento desde el centro de Madrid al resto del mundo. Durante las actuaciones, los teléfonos dejaron de ser meros testigos para convertirse en parte del propio lenguaje escénico: integrados en cada uno de los escenarios, en manos de artistas y público, entre el escenario y la plaza, generando un juego constante entre la experiencia en vivo y su circulación inmediata como imagen.
Al día siguiente, en las oficinas de Apple en Madrid, Bob Borchers, Vicepresidente Global de Marketing de Producto del iPhone y una de las personas que ayudaron a definir el iPhone no solo como dispositivo, sino como gesto cultural desde su lanzamiento en 2007, ofrece su visión de lo ocurrido la noche anterior y sobre el papel que desempeña la creatividad en la estrategia actual de la compañía. “Lo especial de lo que vivimos ayer es que no celebrábamos solo un espectáculo, sino una historia compartida de cuarenta años”, dice. Para él, la relación entre Apple y España es especialmente significativa. A lo largo de estas cuatro décadas, la compañía ha buscado poner sus productos e innovaciones en manos de creadores locales para facilitar nuevas formas de expresión. “Desde la música al diseño gráfico hasta el desarrollo de apps o la fotografía, todo ese recorrido creativo es lo que queríamos celebrar”, afirma. Pero Borchers insiste en que ese camino no está cerrado. “Lo mejor es que todavía queda mucho por hacer”, añade. Está convencido de que la creatividad que nace aquí tiene una proyección claramente global, y que la presentación del iPhone 17 Pro, junto al iPhone 17 Pro Max y su versión ultrafina Air, forma parte de esa apuesta por ampliar los límites de la creatividad. Los caminos del selfi son ya en gran parte inescrutables.
Entre las nuevas funciones, destaca especialmente la Center Stage y la posibilidad de grabar con la cámara frontal y trasera al mismo tiempo. “Lo interesante de estas funciones es que no solo capturas lo que ocurre, sino también tu propia reacción al vivirlo”, explica. Esa tecnología, sostiene, permite estar presente en el momento sin renunciar a conservar el recuerdo. “Es una combinación muy potente”.
Al mismo tiempo, en disciplinas como la fotografía, el cine, y también entre creadores de contenido, hay una tendencia creciente hacia lo analógico, hacia la imperfección buscada. Desenfoques, grano, poco contraste, texturas intencionadamente sucias. No es una moda nueva. Pero ahora es más visible. Es como si, después de décadas persiguiendo la nitidez absoluta, hubiéramos redescubierto que la imperfección también tiene valor expresivo. ¿Cómo se enfrenta la excelencia técnica del iPhone 17 a ese desvío emocional hacia la textura? Borchers no ve ninguna contradicción con la filosofía de Apple. “Desde el principio hemos tenido muy claro que lo primero es capturar la imagen de la forma más auténtica posible”, afirma. “Partir de una imagen fiel no limita la creatividad, sino que la impulsa. A partir de ahí, nosotros ofrecemos herramientas, estilos fotográficos y apps para que cada persona lleve esa imagen adonde quiera. No lo vivimos como una tensión. Si partes de una imagen real, la creatividad puede llevarla a cualquier lugar”.
En un momento de creciente saturación digital, también surge inevitablemente la cuestión del bienestar. ¿Qué papel debe jugar el smartphone del futuro? ¿Cómo decidimos hoy cuándo documentar y cuándo simplemente estar ahí? Para Borchers, la clave está en el equilibrio: “Creemos que es posible tener una tecnología muy potente, que te permita hacer muchas cosas, y aun así gestionar conscientemente tu tiempo y tu atención. Dar al usuario ese control y ayudarle a encontrar su propio equilibrio es algo que seguirá siendo prioritario para nosotros.”