Isabel Preysler, en la presentación de su autobiografía: “No he esperado a que falleciera [Vargas Llosa]. Las cartas son mías y puedo publicarlas”
La ‘socialité’, acompañada de su hija Tamara Falcó, reúne a más de 100 periodistas por su libro, en el que revela capítulos desconocidos de su vida y sus relaciones: “El amor de mi vida ha sido Miguel Boyer”
Las puertas para la presentación de la autobiografía de Isabel Preysler (Manila, 75 años) en el hotel Mandarin Oriental Ritz de Madrid se abrieron 30 minutos antes de que la protagonista de la jornada apareciese. La expectación era máxima: más de 100 periodistas —entre redactores, cámaras y fotógrafos— esperaban a la socialité, muchos de ellos ya sin sitio por la multitudinaria convocatoria. Ha tardado 10 minutos más en llegar, pero no lo ha hecho sola: le ha acompañado su hija Tamara Falcó. Hasta este 22 de octubre, su biografía, Mi verdadera historia, ha estado guardada bajo llave para evitar filtraciones. Y, en parte, lo ha conseguido.
El primer golpe lo ha dado a primera hora de la mañana ¡Hola!, su revista de cabecera y que ha preparado un gran despliegue para el gran día de Preysler —pese a ser opacada por la exclusiva de la boda de Stella Banderas—. Comparte más de lo que se esperaba: cómo vivió las infidelidades de Julio Iglesias, la manera en la que le fue desleal a Carlos Falcó, los celos de Miguel Boyer durante su relación o las ocho cartas que Mario Vargas Llosa le envió durante su noviazgo, desde el inicio hasta que todo terminó con un escueto: “Por favor, manda a alguien a recoger todas tus cosas”.
Entre aplausos y flashes, Preysler ha llegado flanqueada por su hija y sus amigos —que han ocupado las tres primeras filas—. “Si me permitís, voy a empezar leyendo unos agradecimientos porque no me quiero dejar a nadie”. La socialité ha empezado a nombrar, uno por uno, a todos los que han formado parte de su vida y de su historia. “A los periodistas, que me habéis tratado con tanto cariño; a mis padres, por regalarme una vida y una vida inmensamente feliz de recuerdos inolvidables; a mis amigos, muchos hoy aquí presentes; quiero recordar a los que ya no están, pero forman parte de nuestra historia. A mis queridos hijos, que siempre serán un pilar fundamental y una fuente constante de alegría, y alguna que otra preocupación; y a mis nietos, que aunque todavía no sean conscientes, me regalan cada día su ilusión y su energía”, ha comenzado la presentación.
No ha tardado en participar también Tamara Falcó, para quien estas memorias son toda una sorpresa. “Si le identifico con algo es que es muy cerrada. Ha sido muy valiente por ponerse a escribir su verdad y estoy muy orgullosa de ella”, ha contado a la prensa. “En nuestra familia no todo son cosas bonitas y ha tratado unos temas muy complicados con esa elegancia que la caracteriza. Le agradezco su honestidad porque son cosas que ni yo sabía. Es la primera vez que leía su versión de las cosas”, ha destacado.
“¿Por qué ahora?”, ha sido la primera pregunta formulada. Preysler ha respondido tajante: “Se ha escrito mucho sobre mí durante muchos años. Era el momento porque ahora estoy llevando una vida tranquila y con serenidad”. Para entender cómo es ahora, la apodada como Reina de corazones ha querido regresar brevemente a su infancia en Filipinas: “Mi verdadera historia está en mis orígenes. Fui una niña privilegiada y feliz. Soy como soy por la niñez que he tenido, de eso tengo que darle las gracias a mis padres”.
También ha reconocido durante la presentación que la fama tiene un lado bueno y otro “menos bueno”, al que también ha tenido que hacer frente: “Me he encontrado con personas que me dicen: ‘No pensaba que eras así’. ¿Qué pensaban de mí? Los titulares son etiquetas que no reflejan la realidad, porque la realidad es mucho más complicada”.
A sus 75 años —nació en 1950, no en 1951, como lleva años diciéndose— se ha decidido a escribir este libro que, según ha dicho, está dedicado a todos sus nietos: “Me gustaría que entendiesen la importancia de la bondad. Tengo la suerte de tener cinco hijos que son buenas personas, los cinco, y eso es un buen ejemplo para mis nietos. Les ayudará a poder seguir ese ejemplo”.
Una vez acabada la parte inicial de la presentación, ha comenzado el turno de preguntas de los medios de comunicación allí presentes. “¿Te has sentido tratada injustamente?”, ha sido una de las preguntas. “Por supuesto que sí”, ha respondido. “He dado mucha más importancia a lo bueno. Cuando eso ha pasado, lo que más me ha importado es lo que piensan mis amigas y mi familia. El resto yo no puedo controlarlo y tengo que pasar. Con los medios todo el mundo tiene más cuidado, no vas a ser tú misma. Después de todos estos años... ya me conocéis”, ha comentado.
En la autobiografía habla de todo y de todos: cuenta que se quedó embarazada antes de casarse con Julio Iglesias, que comenzó su relación con Miguel Boyer al mismo tiempo que continuaba casada con Carlos Falcó y comparte las cartas que recibía de Vargas Llosa, que después de su muerte adquieren una mayor relevancia. “¿Ha pedido permiso a sus hijos?”, ha preguntado otro periodista: “Mis hijos son todos personajes públicos y hemos tenido respeto. Les he contado y les he dejado leer su trocito. Me han dicho: ‘Esto no es así’ y lo he corregido. Pero a Tamara le he corregido menos”, ha contestado Preysler, refiriéndose, probablemente, a que la gran exposición mediática de su hija hace que muchos detalles de su vida ya sean conocidos por el público. Tamara Falcó ha respondido al comentario con cara de ofendida, bromeando cómplice junto a su madre.
Preysler ha reconocido que ha borrado cosas, pero no ha querido desvelar de qué se trata. Sobre cuál sería el titular actual de su vida, ha sido clara: “Isabel Preysler vive un momento de paz y de tranquilidad”. Pero parece que no ha convencido del todo a su hija: “Eso no vende, mami”.
Después de las preguntas de rigor, ha llegado una de las más esperada por los allí presentes: la relativa a su relación con el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. “No he esperado a que falleciera. Estaba escribiendo el libro y él se murió mientras yo terminaba el libro. Las cartas son mías y puedo publicarlas”, ha respondido tajante. Se ha hablado mucho en el pasado sobre cómo fue el final de su historia de amor, pero ahora es ella la que publica esas cartas que le sirven de defensa. “Solo he expresado lo que su entorno ha dicho sobre que él no era feliz a mi lado. He querido demostrar que eso no era verdad. Él era feliz y yo también lo era. El resto de lo que escribo son correcciones de cosas falsas que se han dicho. No creo que pueda molestar absolutamente a nadie”, ha defendido.
Ante las preguntas de sus cuatro amores —al menos los que se han hecho públicos— no ha dudado: “He tenido muchos amores. El amor de mi vida ha sido Miguel Boyer”. Con él tuvo a su hija pequeña, Ana.
La presentación ha concluido, pese a la insistencia de los periodistas de continuar formulando preguntas, con uno de los temas que más horas de televisión ocupó hace tres años: la infidelidad de Íñigo Onieva a Tamara Falcó. “Tamara cree en el perdón y me ha hecho creer en el perdón a mí también. Vía Tamara he llegado a querer a Íñigo, le quiero como a un hijo más y le quiero tanto como a Fernando [Verdasco, pareja de Ana Boyer] y a Christian [Altaba, pareja de Chábeli Iglesias]”.
Con un breve adiós y tras recibir algunos regalos por parte de la prensa —chocolate o incluso una muñeca con su cara—, Isabel Preysler y Tamara Falcó han abandonado el hotel por la puerta de atrás. Le han seguido a la carrera algunos periodistas, micrófono en mano, que se han quedado con las ganas de escuchar en voz de la protagonista algunos de los pasajes que revela y de los que no ha dado tiempo a hablar.