El legado de Lady Di vuelve a subastarse por millones: de vestidos de noche a cartas manuscritas
Más de 200 artículos de Diana de Gales se han puesto a la venta por Julien’s Auction. Más allá de la moda, como un vestido de Victor Edelstein vendido por 851.000 euros, artículos íntimos como fotos o una zapatilla de ballet desgastada ofrecieron destellos de la vida personal de la princesa
El 6 de noviembre de 1987, la princesa Diana y el entonces todavía príncipe Carlos ―actual monarca británico― acudieron a una cena de gala en Hamburgo. Para la ocasión, Lady Di lució un vestido de noche negro, de seda y encaje, diseñado por Victor Edelstein específicamente para ella. Ya lo había llevado en enero, en un concierto que el compositor polaco Krzysztof Penderecki ofreció en Londres. Tres días después de su visita a la ciudad alemana también se lo volvió a poner, esta vez para acudir a una representación benéfica de la obra de Oscar Wilde La importancia de llamarse Ernesto en el Teatro Whitehall de Londres. No fueron fechas ni eventos especialmente señalados, pero el vestido, como casi todo lo que se ponía, no pasó desapercibido. Este jueves 27 de junio así se ha demostrado, cuando la prenda, después de una ráfaga de ofertas, se ha vendido por la asombrosa cifra de 910.000 dólares ―unos 851.000 euros al cambio actual― en una subasta organizada por Julien’s Auction con más de 200 artículos de Diana de Gales, que ha superado los cuatro millones de euros en pujas.
El vestido de Edelstein ha sido la pieza más rentable de la subasta Princess Diana’s Elegance & A Royal Collection, y la segunda prenda de Diana más cara jamás vendida ―la más primera es un vestido negro con estrellas azules y falda de gasa de Jacques Azagury, que la princesa estrenó en Italia en 1985, y que superó el millón de euros―. “La sala de subastas vibraba de emoción y pujas animadas, una demostración del encanto perdurable de la princesa del pueblo. Varios lotes superaron con creces las estimaciones previas, lo que demuestra la elegancia atemporal y la importancia histórica de estos objetos”, asegura la casa de subastas en la nota posterior a las ventas. La otra joya de la corona fue el vestido de estrellas de tul, color azul medianoche, diseñado por Murray Arbeid. Julien’s lo destaca como uno de los favoritos de la princesa. Se lo puso para el estreno de El Fantasma de la Ópera, para una cena en Claridge’s con el rey Constantino de Grecia o para asistir a la representación de ballet de Cenicienta en la Royal Opera House. Se estimaba que iba a alcanzar un precio entre los 200.000 y los 400.000 dólares, pero finalmente la oferta ganadora llegó hasta los 780.000 dólares ―más de 729.000 euros―, lo que refleja el estatus icónico del vestido.
La subasta se llevó a cabo en el hotel The Peninsula de Beverly Hills, en Los Ángeles, y contaba con prendas de los diseñadores favoritos de la princesa, incluidos diseños de Edelstein, Caroline Charles y Catherine Walker. Más allá de la alta costura, artículos íntimos como notas escritas a mano, fotografías e incluso una zapatilla de ballet desgastada ofrecieron destellos de la vida personal de Diana de Gales, agregando una capa emocional a la venta. Muchas de las más de 20 cartas, notas y tarjetas navideñas escritas por la princesa estaban dirigidas a Maud Pendrey, una antigua ama de llaves de la casa de la familia Spencer en Althorp Estate, en Northamptonshire, donde Diana creció.
Una misiva para Pendrey de 1984, escrita cuando Diana estaba embarazada del príncipe Enrique, superó casi 15 veces su estimación, y se acabó vendiendo por 44.450 dólares ―unos 41.500 euros―. “Con el bebé que llegará pronto, nuestras vidas parecen estar muy ocupadas”, se disculpa en las primeras líneas de una carta que firma “con mucho amor”. También se subastaron postales enviadas a la ama de llaves que incluían fotos de Guillermo y Enrique de bebés, en las que madre e hijos posaban también con el ahora rey Carlos III. “Esto viene con mucho amor de parte de nosotros cuatro”, se lee en una tarjeta que se vendió por 28.575 dólares ―26.710 euros―.
Otra de las prendas que triunfó es un vestido camisero de seda con estampado floral que Diana lució en el Día del Deporte de la escuela del príncipe Guillermo en junio de 1988, y volvió a vestir en agosto de 1991 saliendo del Hospital St. Mary’s de Londres o un año más tarde saliendo de la escuela del príncipe Enrique en Notting Hill. Kate Middleton lució en 2019, durante el primer día de colegio de Jorge y Carlota en la Thomas’s Battersea School, un diseño similar de Michael Kors con el que pareció querer rendir un homenaje a su fallecida suegra. El diseño original subastado ahora se ha vendido por 444.500 dólares ―415.571 euros―. Una parte de las ganancias de este vestido se van a destinar a la organización benéfica Muscular Dystrophy UK, enfocada en la distrofia muscular y afecciones relacionadas.
“Los fenomenales resultados de esta histórica subasta, celebrada solo unos días antes del cumpleaños de la princesa Diana (el 1 de julio), demuestran por qué es y siempre seguirá siendo una de las figuras culturales más queridas e inspiradoras del mundo”, aseguró Martin Nolan, cofundador y director ejecutivo de Julien’s Auctions. “Estas exquisitas prendas, zapatos y accesorios no solo hicieron declaraciones de moda, sino que también mostraron la calidez y humanidad que hicieron de Diana el icono de estilo real más popular y grande de todos los tiempos”, añadió.
La venta contó con más de 200 artículos y fue catalogada por los subastadores como la colección más extensa de pertenencias personales de Diana desde que realizó su propia subasta benéfica dos meses antes de su muerte, ocurrido en agosto de 1997 en un accidente de tráfico en París.
Los accesorios que completaban los looks de Diana también se pusieron a la venta, incluidos los zapatos de noche de satén verde esmeralda de Kurt Geiger y los bolsos de mano de cuero Rayne en tonos vibrantes. Los tacones de cuero violeta de Salvatore Ferragamo que usó durante su visita a Sevilla en 1992, por ejemplo, alcanzaron los 127.000 dólares ―11.8713 euros―. “La princesa Diana era una persona compasiva, cariñosa, y su moda, usada tanto en la alfombra roja como en sus misiones filantrópicas, muestra por qué era realmente la princesa del pueblo. Sus artículos son los más buscados entre la realeza”, comentó Nolan.