Una acosadora de Harry Styles condenada a prisión y a no acercarse al cantante en 10 años
Myra Carvalho, de 35 años, se ha declarado culpable de un cargo de acoso que implicaba alarma o angustia grave después de increpar y mandar 8.000 cartas a casa del artista británico en menos de un mes
Harry Styles ha vuelto a protagonizar titulares por ver coartada su intimidad. Una joven brasileña identificada como Myra Carvalho, de 35 años, le envió cerca de 8.000 cartas a su casa de Londres en tan solo un mes, se buscó un hostal para instalarse en el barrio de Kensington, donde vive el artista, para tenerlo más cerca, e increpó al cantante en más de una ocasión. Un fanatismo por su artista favorito por el que va a paga...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Harry Styles ha vuelto a protagonizar titulares por ver coartada su intimidad. Una joven brasileña identificada como Myra Carvalho, de 35 años, le envió cerca de 8.000 cartas a su casa de Londres en tan solo un mes, se buscó un hostal para instalarse en el barrio de Kensington, donde vive el artista, para tenerlo más cerca, e increpó al cantante en más de una ocasión. Un fanatismo por su artista favorito por el que va a pagar un precio caro. El diario británico The Sun ha revelado que sus actos “tuvieron un efecto adverso en sus actividades cotidianas habituales”. Por este motivo, un juez británico ha condenado a la brasileña a 14 semanas de prisión, le ha impuesto una orden de alejamiento de 10 años ―en los que se incluye la prohibición de acudir a cualquier evento en el que actúe el cantante―, y a pagar 156 euros por los daños cometidos, según se ha conocido este viernes 19 de abril. Su detención se produjo en febrero de este 2024, cuando la brasileña trató de increpar a Harry Styles en pleno centro de la capital británica.
La acosadora se trasladó desde Brasil a Inglaterra, sin el conocimiento de sus seres queridos, entre ellos su pareja, expresando “impulsos sexuales” hacia Styles, según ella misma reveló a la corte en febrero. Este martes, se ha declarado culpable de un cargo de acoso que implicaba alarma o angustia grave. Según los informes a los que ha tenido acceso el diario Daily Mail, la defensa de Carvalho aseguró que su médico en Brasil creía que estaba sufriendo “un episodio maniático”. Sus padres se trasladaron a Londres para asistir a la audiencia, celebrada el pasado mes de febrero, donde, según cuenta el tabloide británico, lloraban después de ver a su hija aparecer en un enlace de vídeo desde la cárcel de Bronzefield, donde está internada desde el momento de su detención.
Por todos estos motivos, Carvalho no podrá entrar en el noroeste de Londres hasta dentro de 10 años. Una fuente cercana al artista confirmó al Daily Mail que él “estaba realmente conmocionado por las acciones de la acosadora”. El compositor de As it Was y Sign of the Times acababa de volver de un viaje por el Caribe con su actual pareja, la actriz canadiense Taylor Russell, cuando fue increpado por la brasileña: “Esto sucedió poco después de su regreso. Harry solo quiere continuar con su normalidad. Esto ha sido preocupante”, concluye la fuente.
La sentencia confirma que las acciones de Carvalho tuvieron un “efecto adverso sustancial en las actividades cotidianas del cantante”. Los magistrados llegaron a la conclusión de que la brasileña “siguió un curso de conducta que equivalía a un acecho que causaba grave alarma o angustia”, según ha publicado el periódico británico, que también ha tenido acceso a los documentos oficiales, en los que se afirma que “sabía o debería haber sabido que su conducta causaría alarma o angustia”.
Los hechos recuerdan al incidente protagonizado por Diana Tarazaga-Orero, que burló la seguridad de la casa de Harry Styles en 2022 y logró ingresar en las estancias de la vivienda. Un hecho, según The Sun, que llevó al exintegrante de la boy band One Direction a emplear un guardia nocturno e instalar una cerradura del pánico en la puerta de su habitación.
Harry Styles no ha sido el único en sufrir acoso u amenazas por parte de alguno de sus fans. Ejemplos hay varios. En enero de 2018, Taylor Swift denunció a un hombre que bombardeó a la artista con correos electrónicos en los que lanzaba amenazas con matar a toda su familia: “El demonio de la familia de demonios: Scott, Austin, Taylor, Andrew. Verdaderamente, es el final (...) Y esto no es una broma, porque dios va a quemaros en el desierto para mí. Iros al infierno Swift”. Este 2024, un fanático fue arrestado por incomodar hasta en 30 ocasiones a la artista y a sus vecinos en la puerta de su edificio en Nueva York. En 2013, la actriz canadiense Geneviève Sabourin fue condenada a 30 días de prisión por acosar y amenazar a Alec Baldwin, después de intimidar al actor con mensajes en los que aseguraba que estaba enamorada de él, que quería tener un hijo suyo y que necesitaba dinero.