Luna de agosto

Con la luna llena a principios de agosto, Cristina Pedroche subió en sus redes sociales unas imágenes donde se la veía estupenda pocas semanas después de convertirse en madre. Su intención era celebrar esa maternidad y una vida sana, con buena alimentación y educación deportiva postparto. Un exitoso equilibrio para la salud que podría haber sido aplaudido y celebrado, ...

Con la luna llena a principios de agosto, Cristina Pedroche subió en sus redes sociales unas imágenes donde se la veía estupenda pocas semanas después de convertirse en madre. Su intención era celebrar esa maternidad y una vida sana, con buena alimentación y educación deportiva postparto. Un exitoso equilibrio para la salud que podría haber sido aplaudido y celebrado, pero que despertó la polémica y una reacción no unánime entre sus seguidores. La exhibición de un logro personal y de la felicidad que reporta es algo no fácilmente digerible para todos. Hay que pensarlo dos veces.

Curiosamente, la celebración de la maternidad vuelve a vincular a Pedroche con Ana Obregón, nuestras más superlativas presentadoras de las campanadas de Año Nuevo. Obregón ha reconvertido su tradicional posado de verano en biquini, una de las tradiciones veraniegas del siglo pasado, en otra portada con su hija-nieta, Ana Sandra, una estrella ya emblemática de siglo XXI.

En esta ocasión aprovecha para informarnos de quién será su tutora, en caso de su ausencia definitiva, lo que constituye un contenido periodístico novedoso y una actitud responsable y previsora. Y algo que empuja a que la biblia del corazón, la revista ¡Hola!, introduzca modificaciones en su narrativa habitual. La finalista para esa nueva tarea tutorial, si la madre- abuela sigue el natural trascurso de la vida terrenal, es una sobrina de la actriz y presentadora, Celia Vega-Penichet, que prefiere mantenerse en la reserva, alejada, aunque cada vez menos, de la atención pública. ¡Hola! se deleita en descubrirla porque no hay nada más ¡Hola! que repoblar con nuevas criaturas su particular arca de Noé. Pedroche y Obregón deberían, sin pensarlo dos veces, crear su propia plataforma de éxito sobre maternidad y supervivencia personal. Y llamarla La Campanada.

Pero para celebrar, los 40 años maravillosos de Chris Hemsworth, cumplidos este viernes. El actor que da vida a Thor, dios del trueno, nació de parto natural en Australia un 11 de agosto. Hasta esta efeméride, su país era más conocido por el edificio de la Ópera de Sídney y por ser escenario, en 1983, de la accidentada gira de Diana de Gales y el hoy rey Carlos III. Allí Diana eclipsó a su esposo para siempre, algo que él no pudo superar. Le recriminó que estaba arruinando una gira “pensada para él y para mantener al país continente dentro de la Commonwealth”. Esa medalla tenía que ser suya, no para ella, sus gestos, sus trajes, sombreros y sonrisas. Así se abrió una grieta en esa pareja que terminó por hundirlos.

Pero, nació Hemsworth. Y 12 horas más tarde, Mariola Fuentes. Ambos son Leo, como lo fue mi madre. Al ser Leo, tienes una de las razones por la que siempre estás preparado para todo. Sabes ser observador y comunicar lo que sientes sin muchos filtros. Si hay algo que amas es disfrutar el momento. Tu lado impulsivo es el que muchas veces no escucha la razón. Thor es un dios impulsivo, se mete en mil fregados por conseguir justicia en temas de familia. Y Hemsworth ha sabido acompañar esa impulsividad y su atronador físico con un sentido de humor que le guiará como buen tutor en su madurez. También supo elegir un buen matrimonio con nuestra Elsa Pataky, una de las carreras más interesantes surgidas de Al salir de clase. Pataky siempre luchó por demostrar su talento como actriz y madre más allá de su aspecto. Pero muchos nos preguntamos, ¿quién puede querer un Oscar para abrazarse a él cuando puedes dormir y despertarte rodeado de los brazos de Thor?

Hemsworth, como Pedroche, es asiduo a dietas y rigurosas rutinas de ejercicios. Ver a un dios en bañador sobre un barco de bandera española en Ibiza podría ser una respuesta actual y renovada a aquellos posados mallorquines de Obregón y Norma Duval. Por todo eso, feliz cumpleaños bajo la luna de agosto.