“Yo no puedo renunciar, tengo que seguir adelante”: la confesión de Isabel II al arzobispo de Canterbury
Una nueva serie documental sobre la familia real británica desvela que el exclérigo fue una pieza clave para posibilitar la boda entre Carlos y Camila y que la expulsión del príncipe Andrés de la monarquía fue “un gesto final de autosacrificio” de la reina
El 31 de octubre de 2002, después de 11 años en el puesto, George Carey renunció a su cargo como arzobispo de Canterbury. Antes de hacerlo oficial, quien fuera el clérigo de más alto rango en Reino Unido habló primero con su reina y cabeza de la iglesia anglicana, Isabel II, que falleció el pasado septiembre a los 96 años. “Su Majestad, ha llegado...
El 31 de octubre de 2002, después de 11 años en el puesto, George Carey renunció a su cargo como arzobispo de Canterbury. Antes de hacerlo oficial, quien fuera el clérigo de más alto rango en Reino Unido habló primero con su reina y cabeza de la iglesia anglicana, Isabel II, que falleció el pasado septiembre a los 96 años. “Su Majestad, ha llegado el momento”, le aseguró entonces Carey, según recuerda ahora en The Real Crown: Inside the House of Windsor, una serie de la cadena ITV de cinco partes sobre las vidas, amores, escándalos, pruebas y tribulaciones de una de las familias más famosas del mundo. La reina tenía entonces 76 años y muchos frentes abiertos, pero también muy clara su misión. “Ustedes van y vienen, pero yo no puedo renunciar, no puedo rendirme, tengo que seguir adelante”, respondió la monarca al arzobispo, según revela él mismo en el documental. “Yo le dije: ‘Bueno, el Señor me dice que a los 70 años me tengo que ir’. Pero ella nunca se iría”, confirma.
Carey también cuenta que, antes de que Carlos y Camila ―que serán coronados como rey y reina de Inglaterra el próximo 6 de mayo― se casaran, organizó una reunión secreta con la ahora reina consorte en el apartamento de su hijo, en el sureste de Londres, para conocer al futuro miembro de la realeza tras el divorcio del Carlos y Diana. “Ella entró por la puerta principal, nos reunimos y tomamos un café juntos y realmente me impresionó. Era una señora muy simpática, muy presentable, muy inteligente”, rememora Carey.
Durante la que describe como “una conversación animada”, el exarzobispo asegura que Camila charló sobre los primeros días de su relación con Carlos III y lo convenció para “hablar con otras personas detrás de las bambalinas”. “Hablamos sobre su relación con Carlos, que se remonta a cuando eran adolescentes y demás. Y después de que ella se fuera, pensé: ‘Bueno, la única manera en la que puedo tratarla es como un ser humano realmente agradable que está profundamente enamorado de Carlos”, confiesa en la entrevista. De hecho, esta reunión fue fundamental para allanar el camino hacia la boda del rey Carlos y Camila en 2005, ya que, años antes, la reina se había negado a considerar la idea de que la pareja estuviera junta de forma oficial. Además, Carey fue una figura fundamental en otros momentos clave de la corona británica. Participó en el funeral de Diana, entonces princesa de Gales, en 1997; y se convirtió en el primer arzobispo en ordenar mujeres al sacerdocio.
Los cinco episodios de The Real Crown: Inside the House of Windsor están ahora disponibles para su visualización en ITVX. En este último capítulo, también se cuenta que el ex primer ministro Tony Blair temía que Isabel II fuera asesinada por un acróbata en la fiesta por el cambio de milenio a la que la había invitado. Al parecer, los trapecistas fueron vistos volando sobre el entonces primer ministro, la reina y su esposo, el príncipe Felipe, según narra el documental. Anji Hunter, quien era director de relaciones gubernamentales en ese momento, afirmó que Blair tenía un “sentimiento horrible” y una “especie de temor” al entrar en las festividades de la noche. “De repente, tuvo una visión de que una persona iba a caer sobre la reina y los titulares al día siguiente serían: ‘Reina asesinada por acróbata volador”, afirma Hunter.
Por otra parte, el episodio explora la lealtad de Isabel II al príncipe Andrés. La decisión de la reina de apartar a su tercer hijo ―considerado su favorito― de la monarquía mientras se enfrentaba a acusaciones de abuso sexual fue “un gesto final de autosacrificio” para la monarca, según afirma el documental. El duque de York, de 63 años, fue despojado de todos los títulos militares y patronatos reales en 2022, después de que se conociera el caso de Virginia Giuffre. La mujer acusa al exmarido de Sarah Ferguson de haber abusado de ella hasta en tres ocasiones cuando era una menor de 17 años.