Pablo de Grecia, el hombre que nació príncipe heredero pero jamás será rey
El primogénito de Constantino de Grecia asciende a jefe de la casa real griega tras el fallecimiento de su padre. Casado desde 1995 con la multimillonaria Marie-Chantal Miller, con quien reside en Nueva York, ambos se han coronado como ‘reyes’ de los salones de la élite internacional por su vida de lujo y espectaculares fiestas
Nació príncipe heredero, pero nunca será rey. A diferencia de su padre, el último rey de los griegos, Constantino II, fallecido en Atenas este martes 10 de enero a los 82 años, Pablo de Grecia, de 55 años, nunca mostró interés por recuperar el trono. Nacido el 20 de mayo de 1967 en Atenas, Pablo de Grecia —que con la muerte de su progenitor se ha convertido en el nuevo jefe de la casa real griega— tan solo vivió dos años en su país de origen. En una Grecia inestable, el r...
Nació príncipe heredero, pero nunca será rey. A diferencia de su padre, el último rey de los griegos, Constantino II, fallecido en Atenas este martes 10 de enero a los 82 años, Pablo de Grecia, de 55 años, nunca mostró interés por recuperar el trono. Nacido el 20 de mayo de 1967 en Atenas, Pablo de Grecia —que con la muerte de su progenitor se ha convertido en el nuevo jefe de la casa real griega— tan solo vivió dos años en su país de origen. En una Grecia inestable, el reinado de su padre acabó engullido por la crisis política y el golpe de Estado de los militares el 21 de abril de 1967. Solo meses después, en diciembre de 1967, Constantino intentó lo que se conoce como “Antikinima”, un contragolpe con el apoyo de miembros de la familia real y del primer ministro. Fracasó y tuvo que abandonar el país. Primero vivieron en Roma, después en Londres.
Pablo de Grecia se crio como hijo de un rey exiliado en Inglaterra, iniciando sus estudios en un prestigioso colegio griego en Londres. Fue en su infancia cuando se fraguó la amistad con su primo hermano, el rey Felipe VI. Su padre, Constantino de Grecia, y su tía, la reina Sofía, siempre tuvieron una estrecha relación y, durante años, su rutina fue la de celebrar juntos las Navidades en La Zarzuela, el Año Nuevo en Baqueira Beret y el verano en Mallorca. Es natural que Felipe de Borbón y Pablo de Grecia hicieran buenas migas, puesto que tan solo se llevaban un año de edad y ambos compartían intereses comunes: los dos recibirían una formación escolar y militar casi paralela, que les llevaría a coincidir posteriormente en la Universidad de Georgetown, en Washington, entre 1993 y 1995, donde cursaron un máster de Relaciones Internacionales. En Estados Unidos, los dos herederos compartieron un piso cerca del campus universitario y, tal y como contó la periodista chilena y amiga personal del rey, Mónica Pérez, aquella fue una época en la que los jóvenes pudieron disfrutar de la libertad que les concedía el anonimato, pudiendo pasear por la ciudad en bicicleta o comer hamburguesas sin que nadie se les acercase. Fue en esta época cuando Pablo de Grecia conoció a Marie-Chantal Miller, con quien se casaría en 1995.
Cuentan que Robert Miller y su esposa María Clara Chantal Pesantes contrataron a un asesor en casamientos para encontrar marido a sus tres hijas: Pia Christina, Marie Chantal y Alexandra Natasha, nacidas, respectivamente, en 1966, 1968 y 1972. Cofundador del gigante Duty Free Shoppers —la cadena de tiendas de los aeropuertos—, y con una fortuna que algunos estiman en 1.500 millones de dólares, Miller quería que sus herederas no solo disfrutaran de una vida de lujo, sino que fueran recibidas por la sociedad internacional. Y lo consiguió. Pia Christina se casó, en 1992, con Christopher R. Getty, nieto del fundador de Getty Oil. Alexandra contraería matrimonio, en 1995, con Alexander von Fürstenberg, hijo de la diseñadora y empresaria Diane von Fürstenberg y el príncipe Egon von Fürstenberg, y se convirtió en princesa Fürstenberg. Y Marie-Chantal se casó con Pablo de Grecia.
Se conocieron en 1992, en la fiesta de cumpleaños que el naviero griego Stavros Niarchos había organizado a su hijo Philip en Nueva Orleans, a la que ambos estaban invitados y designados a sentarse uno al lado del otro. Flechazo, pasión o encuentro hábilmente orquestado, el hecho es que el hijo de Constantino de Grecia y Ana María de Dinamarca y la hija mediana de un magnate norteamericano contrajeron matrimonio en Londres en 1995. A la ceremonia asistieron 1.300 invitados y no se habían contado tantas cabezas reales en un evento de este tipo desde la boda de Isabel II. Vestida de Valentino —amigo de la familia— con un traje bordado a mano que llevó meses de trabajo artesano y que forma parte de la historia de la moda, Marie-Chantal comenzó un reinado impecable como icono de estilo en reuniones de la alta sociedad de cualquier parte del mundo. La unión entre Pablo de Grecia y Marie-Chantal a punto estuvo de cambiar el rumbo de la monarquía española, puesto que fue precisamente ella quien introdujo al entonces príncipe de Asturias a una de sus íntimas amigas, la modelo estadounidense Gigi Howard, con quien Felipe de Borbón tuvo una breve relación en 1995.
El entonces príncipe de la derrocada monarquía griega y la hija del fundador de los duty frees establecieron su residencia de recién casados en la capital británica, asentados en el exclusivo barrio de Chelsea. Son padres de cinco hijos: Maria Olimpia, la mayor, tiene 26 años, seguida de Constantino Alexios, de 24, Achileas Andreas, de 22, Odysseas Kimon, de 18 y Aristides Stavros, el más pequeño, de 14 años. En 2017, cuando sus hijos mayores decidieron estudiar en EE UU, la familia se instaló en una mansión en la ciudad de Nueva York. “Dueña de una marca de ropa para niños. Autora de ‘Los modales empiezan en el desayuno’. Esposa y madre de cinco”. Nada distinguiría la biografía que puede leerse en el perfil de Instagram de Marie-Chantal de Grecia de la de cualquier otra influencer de estilo de vida que aflora en la red social de las apariencias. Tampoco el contenido que comparte: elegantes y copiosas cenas en compañía de amigos, idílicas vacaciones familiares a orillas de mares griegos, eventos de firmas de boda y belleza, paseos por Nueva York, retratos de sus hijos o escenas cotidianas en apartamentos asombrosos. Desde que se mudasen a la Gran Manzana, Pablo de Grecia y Marie-Chantal llevan una vida tranquila, espolvoreada con cenas y eventos rodeados de personajes de la alta sociedad. Ella vive centrada en su marca de moda infantil y él trabaja en banca.
A medio camino entre la realeza y la jet set, la pareja puede presumir de tener amistades tan variopintas como las que acudieron al fastuoso 50º cumpleaños de Pablo, en la propiedad que la familia posee en The Cotswolds, al norte de Londres: la reina Máxima de Holanda; el heredero al trono Haakon de Noruega y su mujer, la princesa Mette-Marit; Rosario Nadal; los príncipes Michael de Kent; el diseñador Valentino y su socio, Giancarlo Giammetti; Poppy Delevingne; Eugenie Niarchos y Paris y Nicky Hilton, por nombrar algunos. En aquellos jardines coincidieron, en la distancia, Felipe VI y su cuñado Iñaki Urdangarin. Don Felipe acudió solo a la cita. Doña Letizia prefirió quedarse con sus hijas. Desde su marcha a Nueva York, la relación entre los primos hermanos parece haberse enfriado, aunque continúa siendo afable. La de la reina Letizia y la reina de la alta sociedad, Marie-Chantal, es inexistente desde que la segunda criticase a su prima política tras el encontronazo de doña Letizia con la reina Sofía en la misa de Pascua de 2018 celebrada en Palma y que fue captado por los medios de comunicación.