La fascinación por Diana de Gales se mantiene intacta 25 años después de su muerte: uno de sus coches se subasta por 120.000 euros
El modelo Ford Escort RS Turbo S1 del año 1985, con el que Lady Di fue fotografiada al volante a menudo acompañada de sus hijos, se venderá el próximo 27 de agosto
En los grandes eventos que rodean a la familia real británica, ya sean bodas, funerales o visitas oficiales, es habitual ver a la reina Isabel II o a sus hijos y nietos desplazarse en Rolls-Royce, la marca elegida por la monarca para sus desplazamientos. Sin embargo, Diana de Gales, la que fue conocida como la princesa del pueblo, siempre quiso desmarcarse de su familia política y si de algo huyó durante sus años en la casa real fue del protocolo. Por eso no era algo extraño verla ...
En los grandes eventos que rodean a la familia real británica, ya sean bodas, funerales o visitas oficiales, es habitual ver a la reina Isabel II o a sus hijos y nietos desplazarse en Rolls-Royce, la marca elegida por la monarca para sus desplazamientos. Sin embargo, Diana de Gales, la que fue conocida como la princesa del pueblo, siempre quiso desmarcarse de su familia política y si de algo huyó durante sus años en la casa real fue del protocolo. Por eso no era algo extraño verla conducir durante su matrimonio con Carlos de Inglaterra para llevar al colegio a sus hijos, Guillermo y Enrique, acudir al gimnasio en ropa deportiva, ir de compras o reunirse con sus amigas para almorzar. Ahora, uno de esos coches en los que a menudo fue fotografiada al volante, el modelo Ford Escort RS Turbo S1 del año 1985, saldrá a subasta el próximo 27 de agosto con un precio inicial de 120.000 euros, según ha anunciado Silverstone, la casa encargada de sacarlo a la venta.
“Se cree que el automóvil es único como el primer y único RS Turbo Serie 1 negro”, asegura la casa de subastas en su cuenta de Instagram, donde explica las características del automóvil que perteneció a Diana entre 1985 y 1988. Este modelo fue una creación exclusiva para Lady Di, ya que, hasta el momento, todos los vehículos de esta marca eran de color blanco. “Registrado el 23 de agosto de 1985, este RS Turbo Serie 1 y su famoso conductor iban a ser fotografiados extensamente fuera de las boutiques de Chelsea y los restaurantes de Kensington durante los próximos años. Una foto de prensa muestra al futuro rey, su alteza real, el príncipe Guillermo, sentado en la parte de atrás con su madre sonriendo al volante”, añade la casa de subastas en la publicación.
La expectación que ha generado esta nueva subasta de un objeto que perteneció a Diana de Gales es una muestra más de que la figura de Lady Di sigue generando fascinación cuando este mes de agosto se van a cumplir 25 años de su trágica muerte en París. Además, y al hilo del aniversario de su fallecimiento, el próximo 13 de agosto se estrena The Princess, un documental original de HBO en el que se hace un repaso por su vida, desde su relación con Carlos de Inglaterra, el nacimiento de sus dos hijos, su sonado y mediático divorcio hasta el accidente de tráfico en 1997 que acabó con su vida.
Pero este Ford, con algo más de 40.000 kilómetros y tras haber pasado por las manos de varios dueños después de Diana de Gales, no fue el único modelo que la princesa tuvo de esta misma marca. En 1981, dos meses antes de su boda, su entonces futuro esposo, Carlos de Inglaterra, le obsequió con un Ford Escort Ghia plateado como regalo de compromiso. Este automóvil, que perteneció a Lady Di, también fue subastado en 2021, después de haber permanecido en una colección privada durante 20 años, por un precio de 40.000 euros.
Antes de este último modelo de la marca estadounidense, la princesa condujo un Ford Escort 1.6i Cabriolet rojo. Este vehículo, sin embargo, fue considerado inadecuado para la seguridad de Diana al tener un techo de lona manual que ofrecía poca privacidad y cero protección, por lo que tuvo que deshacerse de él al poco tiempo.
A pesar de que Lady Di solía conducir su propio coche, siempre iba con un equipo de seguridad, un guardaespaldas que la acompañaba en sus desplazamientos. Es por esto que el vehículo también tenía que tener ciertas características especiales, como un espejo retrovisor secundario para el copiloto. El departamento de ingeniería de Ford, además, se encargó de pintar el automóvil e instaló una radio en la guantera, cuyo cable todavía es visible hoy, para que el equipo de seguridad pudiera estar constantemente en comunicación, en caso de necesitarlo.
Estos dos coches no son los únicos objetos personales que pertenecieron a Diana de Gales que se hayan subastado a lo largo de su vida y tras su muerte. En 2019 salió a la venta uno de sus vestidos más míticos, un diseño de Victor Edelstein, que luciría en un baile junto al actor John Travolta durante una gala celebrada en la Casa Blanca, y que superó los 400.000 euros. En 2020 también saldría a subasta una carta manuscrita de Lady Di en la que se incluyen las firmas de sus hijos, Guillermo y Enrique. Pero, probablemente, el objeto más curioso de todos los que pertenecieran a la princesa y que se hayan podido vender ha sido un pedazo de la tarta nupcial que se sirvió en el banquete del enlace con el príncipe de Gales, que se mantuvo intacta 40 años y que costó 2180 euros a su mejor postor.