Chris Evans habla sobre las críticas homófobas por un beso lésbico en la película ‘Lightyear’: “Esa gente es idiota”
El actor responde con contundencia a la polémica por la escena que incluye su última cinta de animación, la precuela de ‘Toy Story’, que ha sido censurada en 14 países
Puede que Buzz Lightyear llegue al infinito y más allá, pero no lo hará a Emiratos Árabes. La federación de estados musulmanes ha censurado Lightyear, la precuela sobre el famoso personaje que inspiró al juguete de Toy Story. La decisión ha sido secundada por otros 13 países de Oriente Medio y Asia y se debe a la aparición en el metraje de un beso entre dos mujeres. El actor Chris Evans, que presta su voz al p...
Puede que Buzz Lightyear llegue al infinito y más allá, pero no lo hará a Emiratos Árabes. La federación de estados musulmanes ha censurado Lightyear, la precuela sobre el famoso personaje que inspiró al juguete de Toy Story. La decisión ha sido secundada por otros 13 países de Oriente Medio y Asia y se debe a la aparición en el metraje de un beso entre dos mujeres. El actor Chris Evans, que presta su voz al personaje principal en la película, se ha pronunciado sobre la polémica que ha suscitado el beso, también en sectores ultraconservadores de países occidentales. “La verdad es que esa gente es idiota”, ha sentenciado en una entrevista con Reuters Television. “La historia humana es una historia de constante despertar social. De despertar y crecimiento, y eso es lo que nos hace buenos”, ha añadido el intérprete de Capitán América, de 41 años.
Lightyear se estrena este viernes en los cines de (casi) todo el mundo. Es la primera película de Pixar en hacerlo desde Onward (2020), ya que Soul, Luca y RED se lanzaron directamente en la plataforma de streaming Disney+. A pesar de las altas expectativas y las críticas, bastante positivas, la producción está acaparando titulares por un beso entre dos mujeres y las reacciones que este ha generado.
“Siempre habrá gente que tenga miedo, no sea consciente y trate de aferrarse a lo que había antes”, ha señalado Evans. “Pero esas personas mueren como los dinosaurios. Creo que el objetivo es no hacerles caso, seguir hacia adelante y abrazar el crecimiento que nos hace humanos”. Durante la promoción de la película, el actor también ha comentado el cambio físico que ha experimentado, a raíz de quitarse la armadura del Capitan América, papel que lleva interpretando cerca de diez años en la saga de Los Vengadores. “Literalmente me quité un peso de encima. He perdido como 15 libras (cerca de siete kilos). Cada vez que la gente me ve, dice: ‘¿Estás bien? Has perdido un poco de peso”, señaló el actor, explicando con alivio que tras retirarse del universo Marvel no va al gimnasio tan a menudo.
Desde que dejara la saga de superhéroes, Evans ha aparecido en Puñales por la espalda (2019) y brevemente en No mires arriba (2021). Su participación en Lightyear le brinda su primer papel protagonista en los últimos años. La película cuenta la historia de origen de Buzz Lightyear, el héroe que inspiró el juguete, a quien acompaña en esta misión la comandante Alisha Hawthorne (a quien presta su voz Uzo Aduba, de Orange is the new Black). El personaje de Alisha tiene una mujer y en un momento de la película la saluda con un beso. El segundo que dura la escena ha terminado de eclipsar a los otros 6.300 de la cinta, mucho antes incluso de su estreno.
Originalmente, el momento había sido recortado y quedó en la sala de montaje, pero el debate de una polémica ley homófoba en Florida acabó sacando a la luz el episodio de censura, haciendo que los directivos recularan e incluyeran el beso. En una carta pública, trabajadores LGTBIQ de Pixar afirmaron que los ejecutivos de la empresa matriz habían solicitado cortes de “casi cada momento de muestras de afecto gais” de sus últimas películas. “En Pixar hemos sido testigos de hermosas historias, llenas de personajes diversos, que regresan de Disney reducidas a migajas de lo que alguna vez fueron. Casi todos los momentos de afecto abiertamente gay se cortan a instancias de Disney”, lamentaban.
Las tramas cercenadas se reducían a guiños que servían como herramientas de marketing. Sucedió con la versión de carne y hueso de La bella y la bestia (2017). El director aseguró antes del estreno que había “un momento gay” en la película que después se limitó a un baile entre dos hombres. En Han Solo (2018) tanto el director como el actor que interpreta a Lando Calrissian aseguraron que este era pansexual, pero tal afirmación no tuvo reflejo alguno en la cinta. En Onward se vendió a bombo y platillo que habría un personaje LGTBIQ. Y se cumplió a medias: una secundaria dejaba caer en un momento del metraje que tenía novia, algo que se podía sortear fácilmente con el doblaje. La estrategia pasaba por contentar al público LGTBIQ con veladas referencias que permitieran evitar la censura en mercados orientales. La técnica se ha hecho extensible a muchas grandes producciones de Hollywood y ha sido denunciada y señalada en los últimos años como una estrategia de mercadotecnia más que una defensa de los derechos civiles.
Toda esa estrategia parece haber colapsado con Lightyear. Ha ayudado un contexto político local y la denuncia de un grupo de trabajadores. Pero también la determinación de su director Angus MacLane, y la voluntad de su actor, Chris Evans, capaz de mojarse en una entrevista promocional y no hablar del colectivo LGTBIQ para vender entradas, sino para reclamar sus derechos.