Meghan Markle gana su última batalla judicial contra el ‘Daily Mail’
Un tribunal de apelaciones ratifica la condena al tabloide por publicar fragmentos de una carta que la duquesa de Sussex envió a su padre
Todo resultó ser un espejismo. El diario tabloide británico Daily Mail sacó hace unas semanas el último as bajo la manga en la batalla judicial que sostiene contra Meghan Markle. Era un testigo estrella, Jason Knauf, ex jefe de prensa de los duques de Sussex. Aseguró ante el tribunal de apelación que Markle le había pedido que revisara la carta que iba a enviar a su padre, Thomas Markle, en los día...
Todo resultó ser un espejismo. El diario tabloide británico Daily Mail sacó hace unas semanas el último as bajo la manga en la batalla judicial que sostiene contra Meghan Markle. Era un testigo estrella, Jason Knauf, ex jefe de prensa de los duques de Sussex. Aseguró ante el tribunal de apelación que Markle le había pedido que revisara la carta que iba a enviar a su padre, Thomas Markle, en los días previos a su boda con el príncipe Enrique. “Obviamente, todo lo escrito en el borrador lo he hecho bajo la prevención de que puede acabar siendo filtrado a la prensa, así que he sido meticulosa en la elección de las palabras”, advertía en un correo electrónico la duquesa de Sussex a su ayudante. Para el equipo jurídico del periódico, era la pistola humeante que desenmascaraba definitivamente a Markle. La justicia británica, sin embargo, ha ratificado la condena a la editora del periódico, Associated Newspapers Limited (ANL). El contenido de esa carta, han dicho los tres magistrados del tribunal de apelación, “era personal, privado y no contenía asuntos que fueran del legítimo interés público”.
La batalla que algunos tabloides han desatado contra Markle se sostiene siempre, implícita o explícitamente, sobre la idea de que la duquesa de Sussex es astuta y taimada, y de que nada de lo que hace o dice es inocente. La mera precaución ante la posibilidad de que la carta acabara publicada —no era la primera vez que el padre de Markle se explayaba en los medios— no demuestra, argumentaron los abogados de la duquesa, que ese fuera el propósito final de la duquesa de Sussex. Era un texto “profundamente personal” y resultaba obvio que “la intención era que se mantuviera en el ámbito privado”, dijeron ante el juez.
Markle ha celebrado la decisión del tribunal de apelación a través de un breve comunicado: “En los casi tres años desde que empezó todo esto, he sido paciente ante los engaños, la intimidación y los ataques calculados”, ha declarado. “Estas prácticas tan dañinas no son algo que ocurra excepcionalmente. Son un fallo diario que nos divide a todos, y todos merecemos algo mejor que esto”, ha añadido.
La estrategia de Markle ha sido arriesgada. Parte del testimonio de su exayudante, Knauf, corroboraba las sospechas de muchos detractores de la duquesa de que maniobra entre bambalinas más de lo que parece. Aseguraba quien fuera su jefe de comunicación que la duquesa dio instrucciones precisas a su equipo para que hablaran con los periodistas Omid Scobie y Carolyn Durand, autores del libro “no autorizado” Finding Freedom. Harry and Meghan and The Making of a Modern Royal Family (Meghan y Harry. En libertad Ed. HarperCollins Ibérica). Oficialmente, los duques de Sussex habían negado su colaboración en un libro que contaba, desde un punto de vista favorable y partidario, la historia de la pareja. Markle tuvo que escribir al tribunal para disculparse “por un fallo de memoria” que le había llevado a olvidar que su equipo ayudó a los dos periodistas a perfilar los detalles de la historia. Aun así, los tres magistrados consideran que esa maniobra, “un desafortunado lapsus de memoria”, no desvirtúa el principio jurídico fundamental sostenido en la sentencia condenatoria, que es el de proteger la privacidad de la carta de una hija a su padre.