Pitti Uomo: cómo reinventar la feria de moda masculina más importante del mundo
El diseñador sudafricano Thebe Magugu presenta una ambiciosa colección de denuncia en la feria florentina, que celebra su 100ª edición en un clima de optimismo tras el parón de la pandemia
El sector textil prosigue la reactivación de su calendario. Tras la celebración el pasado junio de algunos desfiles con público en las semanas de la moda masculina de Milán y París, el siguiente paso ha venido dado por la apertura en Florencia de una nueva edición, la primera presencial desde enero de 2020, de Pitti Uomo, la feria de moda masculina más importante del sector. Entre el miércoles 30 y ...
El sector textil prosigue la reactivación de su calendario. Tras la celebración el pasado junio de algunos desfiles con público en las semanas de la moda masculina de Milán y París, el siguiente paso ha venido dado por la apertura en Florencia de una nueva edición, la primera presencial desde enero de 2020, de Pitti Uomo, la feria de moda masculina más importante del sector. Entre el miércoles 30 y este viernes, la Fortezza da Basso, el recinto ferial histórico de la ciudad toscana, ha acogido un evento dedicado a las colecciones de primavera de 2022 que, más allá de sus connotaciones mediáticas, resulta crucial para el funcionamiento comercial de la industria.
De esa magnitud daba muestra la presencia, en actos oficiales, de dos ministros del Gobierno italiano: el de Desarrollo Económico, en la inauguración, y el de Exteriores, en una visita a la feria. Precisamente este último, Luigi Di Maio, contaba en rueda de prensa que la corbata que lucía estaba confeccionada en Italia con un innovador tejido ecosostenible. “Es un sector con mucho peso en la moda italiana de alta gama y por ello hemos regalado una corbata como esta a todos los ministros del G-20 que han venido a Italia”, explicó aludiendo a la cumbre de Exteriores que se celebra estos días. Si la idea de emplear la corbata como herramienta diplomática cuenta con una cierta tradición en el país transalpino —inaugurada en los ochenta por el presidente Francesco Cossiga, que solía regalar modelos de seda napolitana a todos los mandatarios en visita oficial—, en esta ocasión adquiere una relevancia adicional: la moda es un pilar fundamental de la economía italiana y el segundo sector más relevante del país en términos de exportación.
La edición de Pitti Uomo que se ha celebrado esta semana ha sido algo más breve de lo acostumbrado —tres jornadas en lugar de cuatro— y también con un tamaño más reducido. Han participado 395 firmas, un tercio de las 1.200 habituales, de las cuales un centenar eran internacionales. Así lo explicaba, en la inauguración, el presidente de Pitti Immagine, Claudio Marenzi: “Este es un Pitti de mucha calidad, donde todas las empresas han hecho una inversión muy importante para crear expositores maravillosos”, explicaba. Aunque las semanas de la moda cuentan con más relevancia mediática, las ferias son el verdadero termómetro del sector. En ellas, las firmas presentan sus muestrarios a los compradores —propietarios de tiendas venidos de todo el mundo— y se cierran pedidos y contratos comerciales. El ambiente en los pabellones era de un optimismo contenido: después de un año y medio cerrando pedidos a través de la pantalla del ordenador, los compradores podían de nuevo comprobar texturas, cortes y colores en persona, y las firmas, la mayoría empresas familiares y pymes, tenían la posibilidad de defender sus colecciones a través de las prendas físicas y no de presentaciones audiovisuales.
Pitti Uomo, que este año celebra su edición número 100, cuenta además con una programación de eventos y diseñadores invitados. El de este año, el sudafricano Thebe Magugu, resulta especialmente relevante en un momento en que la moda masculina lucha por dejar de ser únicamente tradicional, formal y eurocéntrica. Si en los expositores abundan cada vez más las firmas sostenibles, los tejidos innovadores y las prendas híbridas entre lo deportivo y lo clásico, lo masculino y lo femenino, Magugu ha traído a Pitti Uomo una colección-manifiesto que “habla de la corrupción y de lo presente que está en Sudáfrica y en buena parte del continente africano”, tal y como explicaba tras el desfile.
Durante la presentación, los modelos lucían la colección con una banda sonora conformada a partir de testimonios de activistas y expertos. Algunos de los estampados llevaban la firma de Jonathan Shapiro, el viñetista político más célebre y combativo de Sudáfrica. Y las prendas, versiones sofisticadas y coloristas de la sastrería clásica, estaban en las antípodas de lo folclórico. “En Sudáfrica suceden tantas cosas que no tiene sentido ignorarlas y crear una fantasía”, explica Magugu. “Me gusta que las colecciones muestren lo que sucede en la Sudáfrica moderna, no la visión romántica que muchos esperan. Una vez, un periodista en Milán me dijo que mis prendas no eran suficientemente africanas. Pero mis prendas son verdaderamente africanas, porque muestran la realidad más allá de los estereotipos”.