Lucía Fernanda: “Siempre me he sentido canastera, llevo la flamencura como estilo de vida”
La hija pequeña de Antonio Carmona (Ketama) y la representante Mariola Orellana debuta con ‘Yelem’, un álbum que combina raíces flamencas, fusión y música urbana que presenta el 24 de junio en Madrid
Luce melena, ojos muy maquillados y unos aros dorados que se mueven mientras gesticula. Lucía Fernanda (Madrid, 25 años) habla como si cantara, con ritmo. Reconoce que está feliz porque por fin ha lanzado su primer álbum, Yelem, que el 24 de junio presentará en la madrileña Sala Clamores. En él hay aires urbanos y dejes flamencos, fusión. Quiere mostrar todas sus facetas, subraya. “Tengo muchísimas ganas de salir al directo, sentir al público...
Luce melena, ojos muy maquillados y unos aros dorados que se mueven mientras gesticula. Lucía Fernanda (Madrid, 25 años) habla como si cantara, con ritmo. Reconoce que está feliz porque por fin ha lanzado su primer álbum, Yelem, que el 24 de junio presentará en la madrileña Sala Clamores. En él hay aires urbanos y dejes flamencos, fusión. Quiere mostrar todas sus facetas, subraya. “Tengo muchísimas ganas de salir al directo, sentir al público, se necesita mucho ese calorcito”, dice con una gran sonrisa. Aunque aún no ha debutado derrocha seguridad, se le notan las tablas, que viene de familia de artistas. Su abuelo fue el guitarrista flamenco Juan Habichuela; su padre es Antonio Carmona (Ketama); su madre, Mariola Orellana, representante de Rosario Flores, y su hermana mayor, Marina, también canta.
¿Cuál es su primer recuerdo musical?
No tengo un primer recuerdo musical, porque nací ya dentro de la música. Supongo que algún concierto de Ketama, yo sería muy chica.
Uno de los temas de su disco es Canasteras, y Ketama empezó en un tablao de Madrid Llamado Los Canasteros. ¿Es casualidad, o fue intencionado?
En mi casa siempre ha estado muy presente el tablao Los Canasteros, pero yo creo que es casualidad, realmente. Físicamente siempre me he sentido canastera, me gusta llevar mis aros, mi rabillo del ojo muy largo... De ahí nace la canción.
¿Qué es ser canastera?
Es orgullo de las raíces, es ser auténtica, llevar la flamencura como estilo de vida.
Viene de una casa en la que las sobremesas se alargan hasta la madrugada, cuentan que hasta pasó Tom Cruise por allí...
Las puertas de mi casa siempre están abiertas para gente de todas las clases, de todos los mundos. No hay estereotipos, hay alegría, siempre se canta. Como dice Rosario [Flores], en mi casa siempre se baila. Es alegría y música.
¿Y por qué decidió que su nombre artístico fuera solo su nombre de pila? ¿Un apellido como el suyo pesa o ayuda?
Yo creo que ni uno ni otro. De pequeña odiaba Lucía Fernanda, me enfadaba muchísimo si me llamaban así, pero cuando ya empecé a hacer mi propio proyecto dije tiene que ser así, es el nombre que tengo de mis ángeles y de los que me cuidan allí arriba, y es el que me va a dar suerte.
En 2019 lanzó su primer sencillo, La manta, un tema de empoderamiento femenino acompañado de un vídeo con una tradicional pedida de mano gitana. ¿Romper clichés es una parte fundamental de su proyecto?
Sí, es parte de mi vida y de mi música. Me parece que es importante tirarte al barro y hacer lo que tú quieras, no frustrarte por lo que dicen los demás o por lo que los demás quieren que seas. Ya no hablo de la familia, hablo de todas las personas que tienes alrededor.
¿Por eso también colabora en uno de los temas Moncho Chavea, conocido como ‘rey del trap gitano’?
Él desde siempre ha estado ahí rompiendo los esquemas, y en el flamenco también le han criticado mucho, pero ahora es Moncho Chavea…
Otro debate recurrente hoy es la apropiación cultural, hay colectivos gitanos que han criticado a artistas por tomar aires flamencos y llevarlos al campo urbano o experimental. ¿Lo comparte?
Creo que la música tiene que ser libre y que no tiene que ser de nadie. Odio las etiquetas. Tiene que fluir, hay que dejar a cada uno ser libre en lo que quiere hacer. Y si no te gusta, pues no lo escuches. Pero lo de estar ahí criticando y la apropiación cultural y tal, no. Eso me parece llenar la música de mala energía, cuando para mí solo es buena energía.
Rocío Aguirre firma la fotografía de la portada de su álbum, Lola Orellana, hija de Rosario Flores, dirigió el clip de Por ti, en sus vídeos aparece rodeada de bailarinas y canta a la sororidad... ¿Es importante reivindicar a las mujeres?
Cada vez las mujeres se están empoderando más, se están haciendo más grandes, estamos más seguras de nosotras mismas, que es importante, y eso es gracias a la unión, que hace la fuerza. Cada vez hay más mujeres en esta industria, y debería de haber más. Aquí y en todas partes, en todos los cargos.
Hace poco participó con su familia y músicos como Niño de Elche, Kiko Veneno, La Húngara o Alizzz en el concierto Tiny Desk de C. Tangana. ¿Se ve colaborando con él?
Fue una experiencia increíble, tanto musicalmente como en cuanto a experiencia de vida. Fue todo improvisado, muy mágico. Creo que C. Tangana es uno de los grandes artistas que tenemos ahora en España, para mí sería un lujo poder hacer algo con él.
Él y Rosalía se han convertido en unos fenómenos globales haciendo música enraizada en la tradición española y mezclada con ritmos de otras latitudes. ¿Se ve siguiendo ese camino?
Justo cuando ellos estaban empezando a hacer esta fusión, que es otra cosa distinta a lo que yo hago, yo ya estaba trabajando con Tony [el dj Tony Grox, su productor y pareja] en mi proyecto. Ahora mismo hay que tirar de las raíces que tenemos aquí, y poner nuestro sello, como lo sintamos cada uno.