Los caminos separados y paralelos de los hermanos Kushner
Aunque ambos viven muy cerca en Miami, mientras que Joshua y Karlie Kloss se han convertido en padres de su primer hijo, Jared e Ivanka Trump viven una época de desconexión y relax
Quienes hayan estado mirando con fruición los perfiles sociales de la modelo Karlie Kloss, de 28 años, en busca de fotografías de la recta final de su embarazo o de la llegada de su primer hijo pueden seguir esperando. O, más bien, tienen que cambiar de objetivo. Ha sido su marido, Joshua Kushner, quien ha publicado la primera fotografía del hijo en común de la pareja. Lo hacía el domingo de madrugada, con una imagen del pequeño de lado, sin que se le viera...
Quienes hayan estado mirando con fruición los perfiles sociales de la modelo Karlie Kloss, de 28 años, en busca de fotografías de la recta final de su embarazo o de la llegada de su primer hijo pueden seguir esperando. O, más bien, tienen que cambiar de objetivo. Ha sido su marido, Joshua Kushner, quien ha publicado la primera fotografía del hijo en común de la pareja. Lo hacía el domingo de madrugada, con una imagen del pequeño de lado, sin que se le viera el rostro, y el mensaje “welcome to the world”, “bienvenido al mundo”.
Poco o nada más se sabe de este primer hijo de la pareja, que lleva seis años de relación y dos y medio casados, y que anunció el embarazo el pasado noviembre, también en sus redes sociales. Más allá de la publicación de Kushner en Instagram (con 20.000 me gusta en sus primeras 12 horas), no hay fotografías oficiales de abuelos, tíos o parientes con el pequeño. Tampoco del hermanísimo Kushner: Jared, esposo de Ivanka Trump y yerno y antiguo consejero del expresidente Donald Trump.
Durante el último lustro, los caminos de los hermanos Kushner han corrido en direcciones muy distintas, hasta acabar inesperadamente en el mismo sitio: Miami. Jared, que cumplió los 40 en enero (Ivanka Trump lo hará en octubre), es el mayor de los dos hermanos; Joshua tiene 35. Completan la familia dos chicas, Nicole y Dara, implicadas en los negocios familiares pero que mantienen perfiles mediáticos más discretos que sus hermanos.
Tras su salida de la Casa Blanca, la familia del expresidente vive en una lujosa urbanización frente al mar, donde pasan sus días con lo que por el momento parece más relajación que ocupaciones. Por ahora disfrutan de las vistas del exclusivo edificio en el que viven hasta que terminen de construir su casa en Indian’s Creek, una especie de búnker de famosos con una única entrada por tierra, donde se supo el pasado diciembre que le habían comprado a Julio Iglesias uno de sus terrenos.
También en Miami, en una mansión con piscina, bodega y ocho habitaciones han decidido asentarse el más joven de los Kushner y la supermodelo. En verano compraron por casi 20 millones de euros una casa de 2.300 metros cuadrados en la zona de North Bay Road, a apenas 10 kilómetros, unos 15 minutos, al sur de donde vivirán sus cuñados.
Pese a que los hermanos coinciden ahora en la ciudad de Florida todo parece indicar que las respectivas mudanzas no se han debido al amor fraternal. Su relación es distante. Para empezar, por las cuestiones políticas. Mientras que el mayor ha sido yerno, consejero y asesor de uno de los presidentes más conservadores de la historia de EE UU, el pequeño es de carácter liberal, ha apoyado las políticas demócratas. Él evita movimientos arriesgados en redes sociales (donde sí ha sido explícito en cuanto a su posición al lado de Barack Obama), pero Karlie Kloss no ha dudado en posicionarse claramente del lado primero de Hillary Clinton y después de Joe Biden, oponente de Trump en los pasados comicios y finalmente presidente de EE UU. Además, Joshua Kushner ha mostrado una actitud mucho más abierta y feminista que su hermano y su cuñada. En 2017 acudió a la célebre marcha de mujeres que tuvo lugar en Washington y que fue muy criticada por la administración de Trump.
En realidad, la postura de Joshua casa más con la de su familia —de religión judía, a la que Karlie Kloss se convirtió en su boda en 2018— que la de su hermano mayor. Durante décadas el magnate inmobiliario Charles, patriarca de los Kushner, ha sido donante del partido demócrata. Su familia siempre ha apoyado a ese partido, igual que la de Kloss, que en alguna ocasión ha manifestado lo “duro” que resulta ser familia, aunque sea política, de Trump.
Lo que sí han heredado ambos de su padre, y antes de su abuelo, que fue quien realmente empezó en el negocio de la compraventa inmobiliaria, es su capacidad para hacer negocios. La fortuna del yerno del expresidente se calculaba en 2017, cuando arrancó la presidencia de Trump, en unos 740 millones de euros. En estos años han perdido algo de liquidez, pero no de poder. Antes de llegar a la Casa Blanca, el marido de Ivanka era presidente de la empresa familiar Kushner Companies, que según The New York Times había firmado adquisiciones por valor de 7.000 millones de dólares en la última década. Por su parte, el joven Jared creó durante su paso por la universidad un exitoso juego de fútbol online que le había hecho lo suficientemente rico como crear un fondo llamado Thrive Capital y después invertir con buen tino en empresas de capital riesgo y tecnológicas como Spotify, Reddit o Twitch. De hecho, fue de los primeros en poner dinero en una entonces joven y novedosa aplicación llamada Instagram.
Una de las grandes diferencias de los hermanos, que en público —donde nunca se les ve juntos— afirman llevarse bien, ha sido la reforma sanitaria que trató de impulsar Obama para acercar la cobertura de salud a toda la población estadounidense. Mientras que Jared la remató desde su posición en el gobierno de Trump, Joshua había apostado personalmente por ella: participaba con su aseguradora Oscar Health en ese proyecto, puesto que esta tenía como objetivo rebajar los costes de la sanidad mediante una nueva tecnología de gestión de datos. Pero la administración Trump acabó en buena parte con ese gran sueño americano. Y dividió un poco más si cabe la cada vez más ancha franja entre estos hermanos y flamantes residentes en Miami.