El padre de Britney Spears habla del distanciamiento con su hija debido a la batalla por la tutela de su patrimonio
Jamie Spears reconoce que lleva cuatro meses sin hablar con la cantante y hace responsable de la situación al abogado que la representa
Al culebrón Britney Spears (39 años) parece que aún le quedan capítulos. La batalla que emprendió la cantante hace unos meses contra su padre –que desde hace 12 años tutela su fortuna– continúa dando que hablar incluso después de que una juez decidiera a mediados de noviembre rechazar la demanda que interpuso la cantante para que su padre deje de ser tu tutor legal y tamb...
Al culebrón Britney Spears (39 años) parece que aún le quedan capítulos. La batalla que emprendió la cantante hace unos meses contra su padre –que desde hace 12 años tutela su fortuna– continúa dando que hablar incluso después de que una juez decidiera a mediados de noviembre rechazar la demanda que interpuso la cantante para que su padre deje de ser tu tutor legal y también su gestor. Una decisión que no impidió que la juez afirmara mostrarse dispuesta a escuchar los futuros argumentos para la suspensión o expulsión del control que Jamie ejerce sobre su hija, que el abogado de Britney confirmó que llegarán.
La reacción de la estrella del pop, que se encuentra en un parón indefinido en su carrera pero que trabaja activamente para tratar de recuperar el control de su vida y su dinero, fue amenazar con abandonar definitivamente los escenarios si su padre no deja de tutelarla. Ahora ha sido el progenitor de la estrella, Jamie Spears, quien ha dado detalles de cómo se encuentra la relación con su hija tras estos turbios meses en los que incluso se ha creado un movimiento popular para reclamar la libertad de Britney, y que tiene su propio eslogan: “Free Britney”.
Jamie Spears, de 68 años, ha concedido este martes una entrevista a la CNN en la que afirma que ama a su hija y la extraña mucho. Sobre el porqué de querer mantener el control de los bienes de su hija no duda en afirmar: “Cuando un miembro de la familia necesita atención y protección especiales, las familias deben dar un paso al frente, como lo he hecho durante los últimos 12 años o más, para salvaguardar, proteger y seguir amando a Britney incondicionalmente”. Y pese a las críticas, incluso los enfrentamientos, que ha provocado su decisión, persevera: “He brindado y continuaré brindando amor inquebrantable y protección feroz contra aquellos con intereses egoístas y aquellos que buscan dañarla a ella o a mi familia”.
Según el padre de la cantante la relación entre ellos había sido buena hasta la aparición en escena de su actual abogado, Samuel D. Ingham, a quien él atribuye la responsabilidad de la falta de comunicación que actualmente manda entre él y su hija. Jamie Spears reconoce que lleva cuatro meses sin poder hablar con ella y cree que se ha dejado llevar “por intereses egoístas”.
El abogado de la cantante, por su parte, afirmó en los tribunales que Jamie Spears había manejado mal los asuntos comerciales de la artista cuando contrató a Michael Kane, de Miller Kaplan, para que fuera su agente sin que Britney Spears pudiera opinar sobre esta decisión. Un argumento que fue rebatido por la letrada que se encargó de la defensa de Jamie Spears y que argumentó que “no reemplazar al anterior representante habría sido un abandono de la responsabilidad que tiene el señor Spears sobre los intereses de su hija” y que ofrecía al abogado contrario reunirse con el nuevo agente contratado para determinar su idoneidad.
Según Jamie Spears la relación con su hija era de amor y respeto mutuos hasta que el nuevo letrado de la cantante comenzó a intervenir y llegó un momento en el que abruptamente le prohibió volver a contactar con Britney, cuando hasta el momento padre e hija habían hablado con regularidad durante todos los años que dura esta situación de tutela. La misma emisora en la que dio esta entrevista señaló que una fuente próxima a la cantante había desvelado que Britney Spears está lidiando actualmente con “desafíos continuos con su salud mental”.
Esta situación no es nueva y es el fondo de todo el pleito que ahora enfrenta a la cantante con su padre. En 2007 Britney Spears entró en una espiral de depresión, alcohol y estupefacientes tras divorciarse de Kevin Federline. Fue ingresada en un centro de desintoxicación mientras un juez entregaba a su exmarido la custodia de los dos hijos que tienen en común y a los que ahora ella visita de manera frecuente. Durante su ingreso, el padre de Britney solicitó al juez convertirse en su tutor legal. Iba a ser por un año, hasta que se recuperara, pero han pasado más de doce. Este régimen supone que la intérprete de Baby One More Time no puede hacer prácticamente nada sin su consentimiento. Desde coger el coche para ir de compras a conceder entrevistas o manejar sus publicaciones en redes sociales, y ni hablar de controlar su economía. Recibe una asignación de 1.500 dólares (unos 1.400 euros) a la semana, pero su tutor legal es el que maneja el patrimonio de la artista, unos 200 millones de euros netos acumulados.
Además, la batalla judicial entre Britney Spears y su padre está en el centro de todas las discusiones entre los seguidores de la estrella. Desde hace varios meses surgió en las redes un movimiento masivo reclamando su libertad bajo la etiqueta #FreeBritney (Libertad para Britney). Los admiradores de la estadounidense, que comparten todo tipo de teorías y rumores, han contado con el apoyo de varias celebridades como Miley Cyrus, Rose McGowan, Paris Hilton y la cantante Cher. Este última, dijo en Twitter el verano pasado que Britney Spears había sido “la gallina de los huevos de oro” para su familia. “Todos en Las Vegas han escuchado historias”, agregó en referencia a la época en la que Britney Spears vivía en la ciudad de Nevada para dar sus conciertos. En estos últimos años, Britney ha lanzado tres álbumes, ha realizado actuaciones durante dos años en Las Vegas y ha ejercido de juez en el programa The X Factor.
Entre los que apoyan a la artista también está su madre, Lynne, separada de su padre y que busca ser su nueva tutora. Lynne Spears ya ha argumentado en alguna ocasión que no es lógico que su hija esté incapacitada para tomar decisiones sencillas sobre su vida cuando mantiene una carrera sólida y una incesante actividad profesional. Tras conocer la última decisión de la jueza de mantener la tutela a Jamie, la madre de Britney hizo una declaración a través de su abogado calificando la relación entre su hija y su exmarido como tóxica. “A Lynne le rompe el corazón que las cosas hayan llegado a este punto”, afirmaba el comunicado. “La conflictividad no es infrecuente en las familias, pero esta no es una familia habitual”, añadió.