El excesivo y escandaloso Lapo Elkann se convierte en un chico bueno
Libre de las adicciones que marcaron su pasado, ahora está centrado en su faceta empresarial y en su fundación con la que impulsa proyectos solidarios
Lapo Elkann está acostumbrado a ser el verso suelto de los Agnelli, los fundadores de Fiat y lo más parecido a una familia real que tiene Italia. En su historial se alternan todo tipo de escándalos y salidas de tono con logros empresariales y etapas de purificación. Tras pasar por un periodo en el que parecía abonado a la polémica, lleva una larga temporada libre de las adicciones y centrado en su faceta empresarial y en su f...
Lapo Elkann está acostumbrado a ser el verso suelto de los Agnelli, los fundadores de Fiat y lo más parecido a una familia real que tiene Italia. En su historial se alternan todo tipo de escándalos y salidas de tono con logros empresariales y etapas de purificación. Tras pasar por un periodo en el que parecía abonado a la polémica, lleva una larga temporada libre de las adicciones y centrado en su faceta empresarial y en su fundación, con la que está impulsando distintos proyectos solidarios en los últimos tiempos.
Acaba de publicar un libro infantil, para colorear, que se titula W l’Italia insieme a Lapo (Viva Italia junto a Lapo). “Me llamo Lapo, Laps para los amigos, y creo que Italia es el país más hermoso del mundo. Nunca me canso de visitarlo, pero esta vez quisiera hacerlo contigo. ¿Te apetece acompañarme?”, se lee en la cubierta. La recaudación de las ventas irá íntegra para su fundación, Laps, destinada a ayudar a niños y jóvenes con problemas, en situación de pobreza o en riesgo de exclusión. “Aunque uno sea pequeño o adulto, colorear saca el niño que llevamos dentro, da alegría, felicidad. Estar siempre delante de un teléfono móvil o un ordenador está bien, pero aísla, y yo quiero que este libro sea un juego conjunto para padres e hijos. Está demostrado que colorear ayuda a la creatividad. Yo lo hago a diario”, ha señalado el rebelde de los Agnelli en una entrevista con Il Corriere della Sera.
Después de una época convulsa marcada por los excesos y los escándalos, Lapo cambió de vida. Se apartó de su dependencia a los estupefacientes, de las fiestas descontroladas, de las eternas resacas y se centró en los negocios, en su marca de gafas de sol y accesorios de moda. También impulsó su lado solidario y abrazó la discreción. “He aprendido a aceptar mis puntos débiles y a pedir ayuda. He entendido que nunca se gana estando solo. Todos tienen fragilidades, todos sufren”, ha relatado en la entrevista con el diario italiano. Y ha añadido: “Todos tienen caídas y la clave es no avergonzarse. Yo he tenido tantas y se ha hablado de ello en todas partes. Ciertamente no me gusta y me ha hecho sufrir, pero ahora tengo la enorme ventaja de no tener nada que esconder. Ya no me avergüenzo de lo que soy, no me tengo que engañar a mí mismo y no tengo que hacer como que soy alguien que no soy”.
El pasado diciembre sufrió un grave accidente en Israel que le cambió la vida, como él mismo ha asegurado. “Quiero dedicar mi tiempo, mi corazón y mis recursos económicos a hacer el bien, ocupándome de mi fundación, que no es un capricho de niño consentido”, dijo un tiempo después. Desde entonces está volcado en distintas iniciativas solidarias. Entre otras cosas, el pasado julio, Elkann subastó dos coches de lujo de su colección privada, personalizados por su compañía, Garage Italia, para obtener fondos para su fundación. Y al inicio de la emergencia sanitaria lanzó también una campaña de a favor de la Cruz Roja en la que involucró a amigos famosos como el rapero Fedez, o los futbolistas Gianluigi Buffon y Cristiano Ronaldo, que juegan en el Juventus, equipo propiedad de su familia. Ahora prepara otro proyecto en el barrio napolitano de Scampia, estigmatizado y asfixiado por el crimen organizado, para ayudar a los niños que son captados por las mafias para traficar con droga. “Si puedo ayudar, no tengo miedo de ir a las zonas de la Camorra”, ha dicho Lapo. “Antes tenía una bulimia creativa, que era un modo de colmar mis traumas de la infancia, ahora tengo la bulimia de ayudar a los demás”, ha añadido.
El rebelde de los Agnelli ha explicado en la entrevista con el diario italiano que se encuentra bien, además de “combativo, constructivo”, aunque “preocupado” por la situación internacional provocada por la pandemia. “La única nota positiva de la covid-19 es que hemos redescubierto las vacaciones italianas. Yo he seguido trabajando mientras estaba de vacaciones, pero han sido al 99% italianas”, ha señalado. Y ha contado que siente una debilidad especial por Palermo. “En una ocasión, en un restaurante al aire libre por el que no hubiera dado un euro nada más verlo, tuve una cena maravillosa con John [su hermano]: estábamos en la calle, en sillas de plástico y comí el mejor pescado de mi vida. La autenticidad de Italia se refleja mucho en la comida”, ha apuntado.
Y ha señalado también que está preocupado por los jóvenes. “Demasiados ignoran las mascarillas, se amontonan en las discotecas y piensan que el virus no les toca”, ha observado. Y ha agregado: “Lo dice uno que ha aprendido que la civilización y la responsabilidad significan cuidar de uno mismo y también de los demás”.