De Burgos a Manhattan: la dinastía detrás de la mayor empresa hispana de alimentación de EE UU
La familia Unanue creó un imperio, Goya Foods, a partir de un pequeño ultramarinos. Ahora es objeto de un boicot desde que su presidente afirmó que el país ha sido “bendecido” por tener a Trump como líder
Cuando Prudencio Unanue tenía 17 años, a comienzos del 1900, abandonó su Burgos natal, en España, para probar suerte en Puerto Rico, donde fundó un negocio de distribución de alimentos. Durante años estuvo viajando entre la isla y Nueva York. Él y su esposa, la gallega Carolina Casal, se establecieron en Brooklyn y en 1935 abrieron una pequeña tienda en el Bajo Manhattan. Vendían aceite de oliva y aceitunas, hasta que la Guerra Civil española bloqueó las líneas de suministro desde la Península. Entonces comenzaron a importar sardinas marroquíes de la marca Goya. Les gustaba cómo sonaba. Goya. ...
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Cuando Prudencio Unanue tenía 17 años, a comienzos del 1900, abandonó su Burgos natal, en España, para probar suerte en Puerto Rico, donde fundó un negocio de distribución de alimentos. Durante años estuvo viajando entre la isla y Nueva York. Él y su esposa, la gallega Carolina Casal, se establecieron en Brooklyn y en 1935 abrieron una pequeña tienda en el Bajo Manhattan. Vendían aceite de oliva y aceitunas, hasta que la Guerra Civil española bloqueó las líneas de suministro desde la Península. Entonces comenzaron a importar sardinas marroquíes de la marca Goya. Les gustaba cómo sonaba. Goya. Era más fácil de pronunciar que Unanue y le hacía un guiño al pintor español. Compraron el nombre por un dólar (0,85 euros). Desde entonces, el paladar nostálgico de los inmigrantes ha hecho crecer la marca hasta convertirla en la mayor empresa hispana de alimentación de Estados Unidos.
La empresa ahora la dirige la tercera generación de ese emprendedor matrimonio y ya hay bisnietos suyos involucrados con el negocio. La oferta ha crecido a tal nivel que ofrecen 38 variedades de frijoles entre sus cerca de 2.500 productos. Su principal cliente es la comunidad latinoamericana, una población superior a 60 millones de personas que crece exponencialmente en EE UU, al igual que el tamaño del imperio de alimentos envasados. Los Unanue aparecieron en el puesto 170 de las familias más ricas del país en el ranking de Forbes, tras facturar como grupo 1.500 millones de dólares (1.273 millones de euros) al año.
Desde 2004, Robert Bob Unanue preside la compañía. Ahora tiene 66 años, pero recibió su primer salario de Goya cuando tenía apenas 10. Unas vacaciones de Navidad se dedicó a empaquetar aceitunas en la fábrica matriz de Brooklyn. Hijo de inmigrante español y de madre irlandesa, el mayor de seis hermanos, trabajó 40 horas y le pagaron 20 dólares (17 euros) a la semana, según contó Unanue en una entrevista a Crain’s New York Business. Cuando tenía 19 años, la familia se mudó a Sevilla y Unanue ayudó a su padre Anthony en la apertura del negocio de producción de aceite de oliva. Bob, como le conocen familiarmente, estudió en la Universidad de Sevilla, donde aprendió a hablar español. Anthony Unanue murió a causa de una leucemia a los 48 años, en 1976, y fue su hermano Joseph quien obtuvo el cargo de presidente de Goya Foods.
A Joseph, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, se le atribuyen varios logros importantes para la compañía. Bajo su liderazgo, Goya Foods se convirtió en el mayor distribuidor hispano de alimentos en Estados Unidos, superó los mil productos y logró expandir la marca de lo regional a lo global. Junto a su esposa, la coleccionista de arte Carmen Ana de Casal, fundaron el Instituto Joseph A. Unanue para Estudios Latinoamericanos en la Universidad Seton Hall, en Nueva Jersey, y sembraron una fama de apreciados filántropos. En febrero de 2004, después de 27 años liderando el barco, fue destituido en una votación de la junta conformada por tres miembros: dos votos, el de Robert Unanue y su primo Francisco Unanue, pusieron fin a su presidencia.
En las últimas semanas Robert Unanue ha aparecido en los medios después de afirmar durante una visita a la Casa Blanca que Estados Unidos ha sido “realmente bendecido” por tener un líder como Donald Trump. La frase opacó la donación de un millón de latas de garbanzos y un millón de otros productos a los bancos de alimentos estadounidenses. Líderes políticos del Partido Demócrata y celebridades de origen hispano lideraron un boicot contra la compañía en las redes sociales.
Lejos de retractarse, Unanue intentó zanjar la polémica con un “no me voy a disculpar”. Pero a los pocos días Ivanka Trump, hija y asesora del presidente estadounidense, subió una fotografía a sus redes sociales sosteniendo una lata de frijoles marca Goya. Junto a la imagen, escribió el eslogan de la empresa: “Si es Goya, tiene que ser bueno”, en inglés y español. La polémica se revitalizó y el mandatario republicano difundió en su cuenta de Instagram una fotografía de él sentado en el escritorio del Despacho Oval con un montón de productos de Goya Food sobre la mesa. También tuiteó que a la empresa le estaba yendo “INCREÍBLE” y que la gente estaba comprando sus productos “como loca”. No está claro si el boicot ha perjudicado o favorecido las ventas.
La polémica surgió durante el anuncio de la donación de productos por parte de los Unanue. Un acto que formaba parte de la Iniciativa de Prosperidad Hispana de la Administración Trump, una orden ejecutiva destinada a mejorar el acceso de los hispanoamericanos a las oportunidades educativas y económicas. No es la primera vez que la familia de origen hispano participa de un programa gubernamental, pero sí es la que más ruido ha provocado.
En 2011, Goya Foods fue honrada por el Gobierno del demócrata Barack Obama por su compromiso con la comunidad latina. Al año siguiente la compañía se asoció con la primera dama Michelle Obama como parte de su campaña para promover una alimentación saludable. Como explicación a las declaraciones que han provocado el boicot a sus productos en las redes sociales, Unanue manifestó en Fox News: “Si el presidente de Estados Unidos le llama, usted dirá: ‘No, lo siento, estoy ocupado. No le dije eso a los Obama ni se lo dije al presidente Trump”.