Así le enseñó Ana de Inglaterra a usar las videollamadas a su madre, Isabel II

Un nuevo documental sobre la única hija de la soberana británica indaga en la personalidad, el trabajo y la relación con las nuevas tecnologías de la llamada Princesa Real

La Princesa Ana de Inglaterra visita el Centro Ecuestre de Addington en marzo de 2020.Steve Parsons (Cordon Press)
Madrid -

Durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, muchas personas mayores se han visto obligadas a aprender a usar herramientas tecnológicas que antes, con la compañía de sus familiares y seres queridos, no habían necesitado. Miles de hijos (y de nietos) han enseñado a sus miles de padres (y de abuelos) a usar las videollamadas de WhatsApp o las reuniones ...

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Durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, muchas personas mayores se han visto obligadas a aprender a usar herramientas tecnológicas que antes, con la compañía de sus familiares y seres queridos, no habían necesitado. Miles de hijos (y de nietos) han enseñado a sus miles de padres (y de abuelos) a usar las videollamadas de WhatsApp o las reuniones en plataformas como Zoom, Google Duo o Jitsi Meet.

En la familia real británica no han sido menos. En un nuevo vídeo publicado en Twitter por el periodista de la cadena ITV especializado en realeza Chris Ship se puede ver a la princesa Ana enseñando a su madre a usar Webex, una aplicación similar a Zoom. Siendo su madre la reina Isabel II.

A sus 69 años se puede ver a la llamada Princesa Real —el título que ostentan en el Reino Unido las hijas mayores de los reyes— enseñando a la soberana, de 94, a comprender cómo funciona la aplicación. En una videoconferencia junto a un grupo de personas, se ve a Ana en primer término diciendo: “Hola, buenos días, Windsor...”, en referencia al castillo inglés donde su madre ha pasado el confinamiento. Entonces se ve a Isabel II en un gran salón: “Buenos días, estoy encantada de unirme a todos vosotros”. Casi sin dejar que termine la frase, Ana le pregunta a su madre. “¿Puedes vernos a todos? Deberías tener a seis personas en la pantalla...”. “Bueno, lo cierto es que veo a cuatro”. “Bueno”, le responde Ana con su característico humor, “la verdad es que no hace falta que me veas a mí, sabes perfectamente cómo soy”.

Las imágenes publicadas por Chris Ship son el aperitivo de un amplio documental que la cadena británica ITV emite esta noche del miércoles sobre la segunda hija de Isabel II, que a mediados de agosto cumplirá 70 años. Bajo el título Ana, la Princesa Real a los 70, en él se ofrecen entrevistas tanto con la propia Ana como con sus hijos, Peter y Zara, su esposo, el vicealmirante sir Timothy Laurence, y con personas de su entorno.

La cadena ha seguido a la princesa durante más de un año para poder conocer cómo son sus tareas, sus compromisos y su forma de vida. Según su hija Zara Tindall, para la princesa Ana la edad no es un impedimento, ni siquiera algo a lo que le dé demasiadas vueltas. “La edad no resulta algo importante para ella. Cuanto más cosas hace, más joven se mantiene”. Además, Zara también cuenta como Ana es una abuela que pasa mucho tiempo con sus nietas (tiene dos por parte de cada uno de sus hijos), con quienes se suele quedar los domingos y a las que lleva a pasear o montar a caballo.

Entre otras declaraciones que se han adelantado antes de exhibir el metraje, Ana habla acerca de la presión que los medios de comunicación y las redes sociales ejercen sobre los miembros de la familia real, especialmente sobre los recién llegados. “La presión que se ejerce sobre los miembros más jóvenes de la familia siempre es peor, porque eso es lo que les interesa a los medios y a veces resulta difícil de manejar. En mi época no había redes sociales y eso lo hace todavía más difícil”, explica Ana.

La princesa es uno de los miembros de la familia real con más compromisos y tareas oficiales. Le gusta el contacto físico, la cercanía y la charla, como también se desveló en un reportaje de Vanity Fair hace unos meses. Algo que ahora ella también confirma. “Con las nuevas tecnologías estar en contacto es fácil, pero no es lo mismo. La posibilidad de encontrarte con la gente es lo que marca la diferencia. Es decir, sé lo que es Twitter, pero no me metería ahí ni aunque me pagaras, francamente”, relata.

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