El criticado confinamiento de Manuel Valls en Menorca
El exprimer ministro francés llegó a la isla con su esposa Susana Gallardo, que tuvo que regresar a Barcelona días después tras enfermar su madre
Igual que ocurrió con el éxodo de la jet set neoyorkina que se apresuró a pasar el confinamiento en los Hamptons son muchos los que en los días previos a la declaración del estado de alarma pusieron rumbo a sus segundas residencias en zonas de playa españolas para pasar un encierro más cómodo. Ese parece ser el caso del exprimer ministro de Francia Manuel Valls, contra quien arrecian las críticas después de que el medio ...
Igual que ocurrió con el éxodo de la jet set neoyorkina que se apresuró a pasar el confinamiento en los Hamptons son muchos los que en los días previos a la declaración del estado de alarma pusieron rumbo a sus segundas residencias en zonas de playa españolas para pasar un encierro más cómodo. Ese parece ser el caso del exprimer ministro de Francia Manuel Valls, contra quien arrecian las críticas después de que el medio Equinox Magazine informara de que el actual concejal del Ayuntamiento de Barcelona aterrizó en Menorca el pasado 12 de marzo para pasar el confinamiento junto a su esposa Susana Gallardo en la mansión que esta posee en la isla.
La publicación del medio francés que sigue la actualidad de Barcelona explica que Valls llegó a la isla balear dos días antes de que se anunciara la declaración del estado de alarma y cuando todavía no había restricciones a la hora de volar. Las críticas de los usuarios de las redes sociales por la decisión de Valls de pasar estos días alejado de Barcelona no se han hecho esperar. Muchos le acusan de haber abandonado la ciudad en plena pandemia mientras sigue cobrando del Ayuntamiento de la capital condal ,y otros se burlan de su actitud y le preguntan por el tiempo en la isla. Especialmente crítico es el profesor de Economía Xavier Sala i Martí que se pregunta si el edil “sigue cobrando 95.000 euros” o está utilizando su “enorme experiencia e influencia mundial” para conseguir test o mascarillas.
Desde el entorno del ex primer ministro explican que la pareja aterrizó en Menorca el jueves 12 de marzo para pasar el fin de semana y optó por quedarse en la isla para evitar desplazamientos cuando se anunció la declaración del estado de alarma. Aunque el matrimonio llegó a la isla balear cuando todavía no había restricciones para viajar, Susana Gallardo tuvo que regresar pocos días después a Barcelona tras enfermar de coronavirus su madre, que finalmente falleció. La esposa de Valls se contagió y se quedó en la ciudad condal aislada en su vivienda para pasar la enfermedad. Fuentes de cercanas al político explican que este optó por quedarse en Menorca para que su mujer pudiera permanecer en el domicilio de Barcelona y cumplir con las medidas de aislamiento. Desde entonces ha trabajado desde la isla balear y ha tenido dos reuniones por vía telemática con la alcaldesa de la capital catalana Ada Colau, con quien se mantiene en contacto permanente.
El confinamiento del ex primer ministro francés transcurre ahora en solitario en la mansión que Susana Gallardo tiene en Menorca, cerca de Mahón. Se trata de una finca construida en un vasto terreno de casi diez hectáreas con varias construcciones independientes. Cuenta con una enorme piscina, jardines y una zona para tomar el sol en uno de los rincones más tranquilos de la isla balear, en la zona de Binidalí. La casa fue compartida por Gallardo y su exmarido Alberto Palatchi, fundador de la marca de moda nupcial Pronovias, durante las tres décadas que estuvieron casados. Ambos tienen dos hijos y se separaron en el año 2016, divorcio tras el cual Gallardo se quedó con la mansión balear.
Menorca es un lugar importante para la pareja ya que fue allí donde se conocieron en verano de 2018 a través de amigos comunes y donde se casaron el pasado septiembre en una fiesta que duró tres días y que contó con invitados como Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa. Gallardo es la heredera de un imperio farmacéutico y participa en varias sociedades de inversión. Fue vicepresidenta de Pronovias, empresa que fue vendida a un fondo británico después del divorcio con Palatchi.
Por su parte, Valls ha estado casado en dos ocasiones y tiene cuatro hijos de su primer matrimonio con la maestra de escuela Nathalie Soulié. Después contrajo segundas nupcias con la famosa violinista Anne Gravoin, de la que se divorció en abril de 2018. Meses después conoció a la que es ahora su tercera esposa. El político nacido en Barcelona pero educado en París fue ministro del Interior del país galo entre 2012 y 2016, cuando fue nombrado primer ministro del Gobierno de François Hollande. Tras el divorcio de su segunda esposa aterrizó en Barcelona, donde intentó conquistar la alcaldía con una plataforma vinculada a Ciudadanos, partido del que se desvinculó tras apoyar la investidura de Ada Colau como alcaldesa. En las últimas semanas el propio Valls ha dejado una puerta abierta a la vuelta a la política francesa.