Bruce Willis y Demi Moore, un exmatrimonio acostumbrado a saltarse las normas
Los actores, que tienen tres hijas en común, se han reunido durante el confinamiento a causa del coronavirus y han dado muestras de la complicidad que han conseguido como familia
Bruce Willis y Demi Moore consiguieron ser una pareja admirada y querida en los más de 10 años que fueron matrimonio. Lo suyo fue física y química mezcladas con originalidad y desinhibición, hasta el punto que había tantos que apostaban por un matrimonio duradero como los que lo hacían por un final más pronto que tarde que se dejaba adivinar desde el principio de su relación. La pareja se conoció en 1987, en el estreno de la comedia Procedimiento ilegal, en cuyo reparto estaba Emilio Estevez, que era entonces el prometi...
Bruce Willis y Demi Moore consiguieron ser una pareja admirada y querida en los más de 10 años que fueron matrimonio. Lo suyo fue física y química mezcladas con originalidad y desinhibición, hasta el punto que había tantos que apostaban por un matrimonio duradero como los que lo hacían por un final más pronto que tarde que se dejaba adivinar desde el principio de su relación. La pareja se conoció en 1987, en el estreno de la comedia Procedimiento ilegal, en cuyo reparto estaba Emilio Estevez, que era entonces el prometido de Demi Moore. A los cuatro meses, la actriz se casaba en Las Vegas. Tenía 25 años y quien la llevó al altar no fue Estevez sino Bruce Willis. Un año después tuvieron a su primera hija, Rumer, y en 1991 y 1994 nacieron Scout y Tallulah, respectivamente.
Durante su relación las preguntas y las constantes especulaciones sobre un posible divorcio fueron constantes y ellos se acostumbraron a sortear la profecía sobre su matrimonio que algunos tabloides se empeñaban en alimentar. Finalmente en el verano de 1998, después de casi 11 años de matrimonio, la querida pareja anunció su separación y el protagonista de La jungla de cristal tuvo que pagar una cifra millonaria para conseguirlo, 78,5 millones de euros según informaron entonces algunos medios estadounidenses.
Sus admiradores siempre miraron hacia Willis como causante último de la separación. Su afición por las mujeres, su locuacidad para ensalzar a sus parejas cinematográficas y algunas declaraciones en las que llegó a afirmar que “ninguna mujer va a satisfacer el impulso natural de un hombre para procrear, procrear y procrear. El impulso no desaparece porque tengas tres o 10 o 100 hijos”, no ayudaron mucho a aplacar los celos que Demi Moore tenía cada vez que trabajaba con mujeres más jóvenes que ella. Sin embargo, el paso de los años ha terminado por demostrar que las impresiones no son siempre el reflejo de la verdad absoluta.
Algunas declaraciones de las hijas del matrimonio, el comportamiento de Bruce Willis hacia su expareja a pesar de tener otra familia estable, y la sucesión de adicciones reconocidas de Demi Moore, han terminado por cambiar la percepción y situar a cada uno en su lugar. Willis fue el refugio equilibrado para sus hijas y también para su exmujer, que ha pasado por momentos muy difíciles, tal y como ha dejado plasmado en el libro de memorias, Inside Out, que publicó en 2019.
Los duros y descarnados episodios de su biografía que la actriz relata en el libro sacaron a la luz a las víctimas colaterales de su pasado y las más directas han sido sus tres hijas: Rumer, de 31 años, Scout, de 28, y Tallulah, de 25. Madre e hijas se reunieron en el programa Red Table Talk, que presenta Jada Pinkett Smith, y charlaron acerca de cómo habían vivido la peor etapa de Moore, en concreto su alcoholismo. Tallullah Willis, la más pequeña, recordó lo duro que había sido que su madre sufriera una recaída en la bebida después de una cierta recuperación. “Era como si el sol se ocultara, como si llegara un monstruo”, explicó. “Me acuerdo de estar muy enfadada y de tratarla como si fuera una niña, hablarle como si fuera una niña. No era la madre con la que habíamos crecido”, añadió, mientras su hermana Rumer la apoyó afirmando que “era terrorífico”.
El inicio de estas duras memorias, que sorprendieron a Hollywood y dejaron al descubierto algunas de sus miserias, no puede ser más revelador sobre el caos en que se llegó a convertir la vida de la actriz, especialmente después de la separación de quien fue su segundo marido, el también actor Ashton Kutcher. ""La mansión donde me casé está vacía. Mi marido me ha engañado y no quiere luchar por la relación y mis hijas no me hablan: ni felicitaciones de cumpleaños, ni mensajes por Navidad", dice en su arranque.
Ahora la familia, incluido Bruce Willis, que siempre ha estado cerca en los momentos más dramáticos, parecen haber encontrado un feliz equilibrio y, aunque cada uno lleva vidas separadas, se declaran buenos amigos y orgullosos de haber conseguido que sus familias tengan una relación cómplice. Así lo demuestra la imagen que ha compartido su hija Tallulah en Instagram, en la que se puede ver a sus padres, vestidos con el mismo pijama de rayas blancas y verdes, que también llevan puesto una de sus hijas, Scout, que aparece junto al director de cine Dillon Buss, con el mismo atuendo de reminiscencias penitenciarias. Una imagen tomada durante el confinamiento a causa del coronavirus que la hija de los dos actores ha acompañado de dos significativas palabras: “caótico neutral”.
La imagen ha hecho las delicias de los admiradores de la pareja que la han comentado diciendo cosas como: “La pareja más sexy del mundo”, “Divertida imagen, chicos” o “No sé qué demonios está pasando aquí... Pero me encanta”. Lo mismo debe ocurrirles a sus protagonistas, a pesar de que Willis se volvió a casar en 2009 con la actriz y modelo Emma Heming y tiene con ella dos hijas Mabel y Evelyn que nacieron en 2012 y 2014, respectivamente.
Demi Moore ha recuperado la relación cercana con sus tres hijas tras enfrentarse a sus fantasmas y adicciones, y también ha declarado sentirse “muy orgullosa” de su divorcio con Bruce Willis, que llegó en 2000. “Creo que Bruce tenía miedo al principio de que iba a hacer difícil nuestra separación, y que expresaría mi enojo y cualquier bagaje que tuviera de nuestro matrimonio obstruyendo su acceso a las niñas, que recurriría a todas esas tácticas que las parejas divorciadas usan como armas”, escribió Moore en sus memorias. “Pero no lo hice, y él tampoco”, afirmó.
Moore admitió también que la separación “no fue fácil al principio", pero que lograron encontrar los motivos por los que se forjó su relación, el fondo que creó a su familia y eso produjo "algo nuevo que dio a las niñas un ambiente amoroso y de apoyo con ambos padres”, ha explicado la actriz.
“Nos sentimos más conectados que antes del divorcio”, ha dicho la actriz en más de una ocasión. Los dos actores han conseguido seguir siendo amigos y que las cinco hijas del actor, a pesar de la diferencia de edad que las separa –Mabel, tiene ocho años, y Evelyn, cinco– se sientan familia y cercanas. Un nuevo tipo de relación que propició incluso que Demi Moore asistiera a la ceremonia de renovación de votos que hicieron Willis y su esposa, Emma Heming, en marzo de 2019, y que después la pareja apoyara a la actriz cuando lanzó sus memorias en Estados Unidos, en septiembre del mismo año.