El papel más duro de Tom Hanks: poner rostro al coronavirus
El actor más querido de Estados Unidos y su esposa, Rita Wilson, hicieron real la enfermedad al hacer público su contagio y cuarentena en Australia
Puede ser la mayor pandemia en un siglo, pero no es un peligro real hasta que le pasa a alguien que conoces. Para la mayoría de Occidente, durante la primera semana de marzo la crisis del coronavirus era algo que estaba ocurriendo en televisión. Parece que Italia está muy mal, qué mala suerte. Dicen que hay casos en Seattle. Ese era el nivel del debate p...
Puede ser la mayor pandemia en un siglo, pero no es un peligro real hasta que le pasa a alguien que conoces. Para la mayoría de Occidente, durante la primera semana de marzo la crisis del coronavirus era algo que estaba ocurriendo en televisión. Parece que Italia está muy mal, qué mala suerte. Dicen que hay casos en Seattle. Ese era el nivel del debate público en Estados Unidos cuando el 11 de marzo se encontró con un mensaje en las redes sociales del actor Tom Hanks y su esposa, Rita Wilson. Estaban en tratamiento en Australia tras haber sido diagnosticados de Covid-19. Ya está. Todo el mundo conocía a alguien a quien le había pasado.
“Hola amigos, Rita y yo estamos aquí en Australia”, decía aquel mensaje inesperado en las redes sociales (retuiteado 223.000 veces hasta esta semana). “Nos sentíamos un poco cansados, como si estuviéramos resfriados, y teníamos dolores musculares. Rita tenía escalofríos que iban y venían. También algo de fiebre. Para hacer las cosas bien, como necesitamos ahora mismo, nos hicimos la prueba del coronavirus, y hemos dado positivo”. Hanks y Wilson tienen ambos 64 años, al filo de la edad de mayor riesgo en una agresiva enfermedad respiratoria como Covid-19. Se encontraban en Queensland, Australia, porque allí Hanks estaba rodando un biopic sobre Elvis Presley dirigido por Baz Luhrmann.
“Soy actor en algunas películas que te gustaron y en otras que no”, se define a sí mismo Tom Hanks en su perfil de Twitter. Pero no es uno más. Es el actor más querido de Hollywood. Así aparece en las encuestas de The Harris Poll, que lo colocó en el número uno en 2016. Es el maestro de ceremonias preferido de Hollywood, el invitado ideal en los talk-shows, donde se hacen hasta bromas sobre su encanto personal. No se le conocen fobias. Nadie tiene una anécdota antipática con él. Es el tipo que entra en una hamburguesería In-N-Out, se hace fotos con todos los clientes y de paso paga la cuenta de todo el restaurante.
Ha estado nominado al Oscar seis veces y ha ganado dos, seguidos, en 1993 y 1994, por Philadelphia y Forrest Gump, respectivamente. El pasado enero, recibió el premio Cecil B. De Mille a toda su carrera en los Globos de Oro, donde interpretó a la perfección su papel de señor normal al que le ha tocado ser estrella de cine. Desde que debutó hace exactamente cuatro décadas, es muy raro el año que no tiene al menos dos películas a la vez en cartel. En 2002, fue el actor más joven en recibir el premio a toda una carrera del American Film Institute.
El productor Brian Grazer contó a The New York Times que el criterio para elegir al protagonista de Apollo 13 fue preguntarse: “¿Quién es la persona a que todo el mundo quiere que se salve?”. La respuesta era Tom Hanks. Es el actor preferido de Hollywood en las últimas cuatro décadas para interpretar al señor normal y corriente que sobrevive a situaciones extraordinarias tirando de la honestidad y el sentido común que aprendió en la mesa de la cocina de su madre. Así, desde Náufrago hasta El puente de los espías. Nadie más podría ser la voz de Woody en Toy Story. El público sabe que tiene un amigo en él.
Hay pocas parejas duraderas en Hollywood. De esas, todavía menos parejas en las que los dos son actores. Y de esas, casi ninguna con el poder de seducción de Tom Hanks y Rita Wilson, lo más parecido que tiene el Hollywood actual a Paul Newman y Joanne Woodward. Hanks y Wilson se conocieron en los ochenta, y compartieron pantalla en una comedia llamada Voluntarios (1985) de la que solo se acuerdan ellos. Cumplen este mes de abril 32 años de casados. Cuando se conocieron, él tenía un hijo (el actor Colin Hanks) y una hija de su primer matrimonio. Tienen otros dos hijos en común.
Rita Wilson ha pasado a llamarse a sí misma “superviviente de Covid-19”. Ella se puede permitir utilizar esa expresión. En 2015, a los 58 años, le fue diagnosticado cáncer de mama. Se sometió a una doble mastectomía que le salvó la vida, una operación de la que se acaban de cumplir cinco años este marzo. Actriz, productora y cantante, se ha convertido en uno de los referentes de Hollywood en la lucha contra el cáncer junto con Angelina Jolie, que pasó por la misma cirugía. Hanks y Wilson son miembros honoríficos del Women’s Cancer Research Fund.
El pasado 22 de marzo, cuando ya todo Estados Unidos era bien consciente de la crisis, las cifras de Nueva York empezaban a ser pavorosas y California ordenó la cuarentena de todos sus habitantes, Hanks tuiteó: “Dos semanas después de nuestros primeros síntomas nos sentimos mejor”, acompañado de un mensaje de ánimo y pidiendo a todos que se queden en casa. El sábado, 28 de marzo, Hanks y Wilson se encontraban ya de vuelta en su casa de Los Ángeles.
Después de Tom Hanks, varios famosos más han revelado sus positivos por coronavirus, en general sin dramatismo, en tono didáctico y poniéndose como ejemplo del poder de contagio del virus. Entre los enfermos que han utilizado su predicamento para pedir a la gente que se quede en casa están Idris Elba (The Wire, Luther), Olga Kurylenko (Quantum of Solace), Kristofer Hivju (Juego de tronos), la cantante Charlotte Lawrence, Daniel Dae Kim (Lost), el cómico Andy Cohen, el rapero Slim Thug, la leyenda del rock Jackson Browne y el presentador de CNN Chris Cuomo. Pero el momento en el que se contagió Tom Hanks estará en las cronologías de esta pandemia como el primer famoso que puso rostro para todo el mundo, apenas provisional, a la realidad del coronavirus.