Actiu, la empresa de diseño de muebles alicantina que ya presume de ser la más sostenible de España (y que también hace aceite y vino)
Situada en el pequeño pueblo de Castalla, es la primera compañía industrial del mundo en conseguir la certificación Well v.2 y Leed en categoría Platino. Esto convierte al complejo en el quinto más saludable del mundo, el segundo en Europa y el primero en España, con una de las mayores puntuaciones de la certificación a nivel mundial
La certificación Well v.2 mide el bienestar del interior de los edificios y la de Leed certifica que su arquitectura es sostenible. La empresa de diseño de muebles alicantinos Actiu ha obtenido, renovado y mejorado ambos a lo largo de la última década hasta colocar a esta industria en la posición de quinto edificio más saludable del mundo, el segundo en Europa y el primero en España con una de las puntuaciones mayores de la certificación WELL, que afecta al bienestar físico y psicol...
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La certificación Well v.2 mide el bienestar del interior de los edificios y la de Leed certifica que su arquitectura es sostenible. La empresa de diseño de muebles alicantinos Actiu ha obtenido, renovado y mejorado ambos a lo largo de la última década hasta colocar a esta industria en la posición de quinto edificio más saludable del mundo, el segundo en Europa y el primero en España con una de las puntuaciones mayores de la certificación WELL, que afecta al bienestar físico y psicológico de los ocupantes de un espacio, a nivel mundial.
Estos reconocimientos, unidos al sello de Ecodiseño, el FSC que marca, entre otras condiciones, la trazabilidad de la madera; y LEVEL, el certificado de sostenibilidad vinculado al producto al que optan ahora y esperan recibir en abril de este año, no hacen más que confirmar el compromiso por la sostenibilidad perseguido por Vicent Berbegal, fundador de esta compañía dedicada al equipamiento de espacios corporativos y contract, desde sus inicios en el año 1968.
Alrededor de esa fecha comenzó su andadura con un pequeño taller donde fabricaba muebles por encargo. Primero fue una mesa para el recién aparecido televisor, luego ideó otro modelo con ruedas pensado para el ordenador personal que pasó del despacho privado a la oficina. Un paso clave en los años ochenta fue cuando la firma entró de lleno en el sector del equipamiento informático y para oficina y colectividades, en pleno desarrollo, hasta llegar hoy en día, por ejemplo, a equipar todos los aeropuertos españoles y muchos internacionales.
Actiu (Premio Nacional de Diseño 2017) está presente hoy en unos 90 países, emplea directamente a alrededor de 400 trabajadores e indirectamente a unos 1.000, si se tienen en cuenta los proveedores. Después de su expansión internacional, inauguró en 2008 una sede empresarial de 200.000 metros cuadrados de superficie en Castalla, proyectada por el arquitecto Tomás Llavador, que está entre las sedes industriales más saludables del mundo. “Un edificio amable con sus trabajadores y respetuoso con el medio ambiente”, comentan desde la firma alicantina.
“Somos una eco industria, pero ya hace años a este concepto mis padres lo llamaban sentido común con la idea de que era necesario invertir para recibir. Por eso, tratamos de seguir apostando por la tierra y hacerlo de forma sostenible, rentable, eficiente y con futuro”, cuenta Soledat Berbegal, consejera y directora de reputación de marca de Actiu. “Para qué nos vamos a ir a Asia, cogemos lo que hay en nuestro territorio, apostamos por la gente de nuestro entorno más cercano y lo hacemos con la idea del planeta en el centro”, afirma.
Los edificios del complejo aprovechan al máximo la luz natural “que se recoge de forma intensiva para acabar generando siete veces más las necesidades de la fábrica”, indica. Además, gracias a un sistema de viga de canalón se recoge el agua de lluvia almacenada después en depósitos subterráneos, una alquería de más de 12.000 metros cúbicos, según explican. Este agua se emplea para abastecer tanto el consumo derivado de la actividad industrial como para regar el parque que rodea las instalaciones. En relación con la energía fotovoltaica, Actiu puede generar siete millones de kilovatios por hora al año, cifra que supera las necesidades del complejo, lo que significa que evitan emitir a la atmósfera 8.300.000 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) al año.
Una de las características diferenciadoras de esta empresa es que engloba historias bonitas como la rehabilitación llevada a cabo por la familia Berbegal de la Casa de la Venta, una especie de hostal y lugar de encuentro y hospedaje donde hace más de 130 años se realizaban negocios y se practicaba el trueque. Ahora, esa antigua alquería de pueblo, que era un cruce de caminos y por la que pasaba el hielo fabricado en las montañas de Castalla, se ha reconvertido en un espacio multifuncional y cultural, abierto a universidades y entidades, que cuenta con salas de reunión, un pequeño museo con las piezas emblemáticas de esta fábrica y que tiene hasta una zona de showcooking donde ponen en valor los ingredientes locales ―incluso las setas, que crecen alrededor de un arbolado que miman expertos biólogos y que está en el centro de la filosofía por el bienestar de esta marca―.
Este espacio recuperado está formado por acabados tan ligados a la arquitectura tradicional de la zona como el blanco, la piedra y la madera, gracias a un proyecto de Roberto García Arquitectos, con el objetivo de mantener viva también de esta forma la esencia mediterránea. Además, se han encargado de restaurar, esta vez en la montaña, una masía con 250 años de historia y un pozo de nieve, siguiendo la filosofía filantrópica de esta familia “En caso de que creáramos finalmente una fundación, esta se asentaría en tres patas: cultura, sostenibilidad y bienestar, entendido en su concepto más amplio siempre pensando en el bien común”, agrega Soledat Berbegal.
Además, el compromiso de la empresa va más allá de las cifras y sellos que certifican su sostenibilidad, ya que intentan fomentar la vegetación y la biodiversidad y lo han hecho apostando por la repoblación de árboles de diferentes especies y plantando alrededor de 5.000 plantas autóctonas. “La idea es tener un bosque dentro para que la empresa no fuera gris y hubiera árboles que se ven cuando estás trabajando, por eso se plantaron cuatro años antes de acabar las construcciones. Además, en todo el proceso de plantación funcionamos como centro de acogida de árboles centenarios y trajimos olivos de más de 200 años y hasta un madroño salvado de una presa de Córdoba de unos 600 años”, comenta Soledat Berbegal.
Y hay más. Para mayor vínculo con lo que los franceses llaman el terroir, con sus viñedos y olivos Actiu elabora y embotella su propio vino además de aceite virgen extra de tres variedades distintas, aunque predomina la arbequina. “También invertimos en agricultura”, indica Berbegal. Otra de las particularidades de este parque tecnológico es que, pensando en la sostenibilidad a todos los niveles, si se desmantela en el futuro, todo está pensado y diseñado para que el territorio quede como un bosque para el disfrute del pueblo de Castalla. “La conexión con la naturaleza y con el entorno es uno de nuestros pilares. La compañía nació como un pequeño taller de muebles en Castalla. Ahora tenemos cerca de 400 empleados, varias naves industriales y somos el primer fabricante de mobiliario profesional de España y seguimos aquí, 55 años después, conectados a nuestro entorno. El Parque Tecnológico de Actiu ya nació desde sus inicios enfocado al diseño sostenible, un valor que trasladamos a nuestra arquitectura, a nuestro interiorismo y a nuestros productos, la mayoría de los cuales cuentan con el sello de ECOdiseño”, asegura.
Para la empresaria, es importante hacer hincapié en su pertenencia al segmento mediano de empresas que generan entre 50 y 500 millones de euros al año. “Somos punto de anclaje territorial, claves en la generación de empleo e industria ligados al entorno, algo que tiene mucha relación con la idea real de sostenibilidad”, argumenta. En un reciente acto de la Fundación CRE100DO con el Rey Felipe VI, le trasladó que las medianas empresas vertebran España y es importante que estén visibles en representaciones internacionales.
“Estamos viviendo la revolución de los espacios”, dice y, en esa línea, el culmen ha sido la reciente producción de Fluit, una silla 100% sostenible creada a partir de materiales reciclados en colaboración con el estudio Archivolto Design que responde a “un concepto de economía circular y sostenible que destaca por su fluidez y sensibilidad materializado en una pieza esbelta y robusta capaz de adaptarse a diferentes entornos”, comenta. Está realizada en un 80% con plástico de polipropileno procedente de cajas de fruta y verduras de las huertas de Andalucía, y en un 20% de fibra de vidrio, también reciclada para mayor robustez. Cuenta con certificado Green World Compounding, ha sido galardonada con un Delta de Bronce y ha sido finalista en los Archiproducts Design Awards, donde también ha recibido una Special Mention Sustainability 2022. Además, Fluit ha sido galardonada con prestigiosos reconocimientos, como un IF Design Award al que se suma el haber obtenido un German Design Award, sello de validación del Consejo Alemán de Diseño, una de las máximas autoridades internacionales sobre la calidad del diseño europeo. Actualmente, los productos de Actiu están realizados con melamina con 0% de formaldehído, un producto considerado perjudicial para la salud, cumpliendo así con una normativa estadounidense de control de sustancias tóxicas.
A esto añaden una filosofía corporativa sostenible que denominan Second Act y que consiste en reorganizar los procesos productivos para reducir el consumo energético un 70%; optimizar el uso de materiales sustituyendo las cantoneras de poliestireno por cartón 100% reciclado y aplicando sistemas que reducen la temperatura en el proceso de pintado de los productos para ahorrar materiales y emisiones; y, por último, aprovechar los excedentes textiles del tapizado para crear una línea de accesorios que favorecen la economía circular y el kilómetro cero.
Entre las últimas novedades de Actiu figura una amplia colección de productos denominados soft, entre los que destaca un amplio plantel de diseñadores: Globb es una serie de asientos de esencia orgánica, de Stone Designs; la familia de mesas Dorik, de elegancia atemporal, de Odosdesign; Owwi, de Arnau & Reina, butacas y sofás de líneas envolventes que abrazan; Ypse es un sistema de bancos ideados por los italianos Archivolto; el arquitecto Ramón Esteve ha creado unos asientos de estilo industrial; y, por último, Smara, Cuic y Eidos son gamas de butacas, sofás y mesas ideadas por el equipo de Actiu.
Su silla A+S Work, diseñada por Alegre Design, acaba de obtener el reconocimiento de un IF Design Award en la categoría de Oficinas. Este asiento incorpora un sistema patentado por Actiu y, además de cumplir todas las exigencias ergonómicas, en su proceso de diseño y fabricación responde a conceptos de economía circular, es decir, cada componente de la silla se puede reutilizar sustituir y reciclar. Al poder desmontarse por completo pieza a pieza, se añade la posibilidad de reparación, por lo que la vida útil del producto se alarga en el tiempo.