La historia de Ikea, hecha libro: del sofá para que los niños saltasen a un kit para empezar a cocinar
La empresa sueca fue pionera en buscar un modo de vivir para satisfacer las necesidades de la sociedad actual sin comprometer a las generaciones futuras. Bajo esa premisa y recogiendo su historia, Phaidon lanza ‘Las personas y el planeta’
Son productos de bajo coste que han llegado a nuestras vidas e, incluso, algunos se han convertido en piezas de culto del diseño, como el sofá Klippan. Otros han sido premiados en los concursos internacionales, como el escritorio Lisabo. Las personas y el planeta, de la editorial Phaidon e Ikea, es un libro que desgrana las piezas esenciales de la firma sueca para una vida cotidiana mejor, objetos que nos ayudan a vivir de manera sostenible, de modo que se satisfagan las necesidades de l...
Son productos de bajo coste que han llegado a nuestras vidas e, incluso, algunos se han convertido en piezas de culto del diseño, como el sofá Klippan. Otros han sido premiados en los concursos internacionales, como el escritorio Lisabo. Las personas y el planeta, de la editorial Phaidon e Ikea, es un libro que desgrana las piezas esenciales de la firma sueca para una vida cotidiana mejor, objetos que nos ayudan a vivir de manera sostenible, de modo que se satisfagan las necesidades de las personas de hoy, sin comprometer las de las generaciones futuras.
Maisie Skidmore, editora del libro, escritora, consultora, y autora de artículos y ensayos sobre moda y arte y su intersección en la cultura contemporánea, comenta: “Desde la década de 1950, Ikea ha basado el desarrollo de sus productos en visitas a domicilio, estudios de investigación llevados a cabo en miles de hogares de todo el mundo. Con ese modelo en mente, visitamos a artistas, activistas o atletas en sus casas, jardines y espacios de trabajo, desde Bali a Beirut, de Moscú a México, para investigar algunas de las pequeñas cosas que todos hacemos para tratar de vivir de manera más sostenible”.
Impreso en Alemania, está dividido en seis apartados: tiempo, espacio, comida, descanso, juego y unión. Apartados que responden a diferentes iconos de la marca sueca fundada en 1943 por Ingvar Kamprad y que también recoge ensayos fotográficos y se adentra en la vida de 12 personas y familias diversas de todo el mundo. Los hijos del fundador de la empresa, Peter, Mathias y Jonas Kamprad, prologan el libro y glosan cómo su progenitor, desde los inicios de la marca, quiso luchar contra el “desperdicio de recursos”, que para él era “una de las mayores enfermedades de la humanidad”, como escribió en su Testamento de un comerciante de muebles. La cuestión es que estas ideas siguen vigentes desde finales de los setenta y, más que nunca, a propósito de la enfermedad por el nuevo coronavirus y la crisis por el cambio climático.
Para mejorar la vida cotidiana del mayor número de personas, en estas páginas se analiza cómo es el día a día de personas de todo el mundo, desde Líbano a Canadá, México, India, Alemania o Singapur. Artistas multidisciplinares, fotógrafos, escritores, periodistas, activistas o estrategas de marca, retratan su día a día lo largo de páginas que entreveran las piezas más icónicas de Ikea que se han convertido en imprescindibles para una vida más sencilla. Esta es una selección de las piezas esenciales para una vida mejor:
El escritorio Lisabo
Con el teletrabajo, el escritorio es una de las piezas clave de la casa y este pertenece a una colección completa de mesas realizadas en madera maciza de abedul y chapa de fresno, cuyo mayor atractivo es que se monta en pocos minutos, gracias al trabajo de los ingenieros Anders Eriksson y Göran Sjöstedt, sin tornillos, pernos o herramientas. De hecho, el vídeo del montaje es hipnótico y su diseño ha ganado uno de los prestigiosos premios internacionales Red Dot Award.
El sofá-cama IKEA PS
La pandemia y su consiguiente confinamiento mundial han hecho ver a la sociedad que hay que vivir al día y, para improvisar una habitación de descanso en el salón de casa, este sofá de dos plazas convertible en cama es una solución fácil y asequible. Fue diseñado por Chris Martin y Thomas Sandell y presentado en 1999, se ha convertido en uno de los hitos del club de fans de Ikea. Su sencillez esconde un brillante diseño por su componente práctico y fácil de transformar con una sola mano.
Startbox Kök Nº1
Constituye una de las piezas del museo Ikea. Ideado para montar la primera cocina o la de una segunda vivienda, sin hacer un gran desembolso, este jugo de utensilios varios es un invento de 1985, basado en que Ingvar Kamprad quería “democratizar el proceso culinario para estudiantes y personas que se acaban de independizar”, como indica el libro Las personas y el planeta. Diseñado por el equipo de Ikea, como curiosidad, entre las 50 piezas incluía el exprimidor de ajos, una pieza esencial de la cocina sueca. Es un producto que aunaba calidad, funcionalidad y sostenibilidad porque se comercializó en un contenedor de cartón.
Symfonisk
El diseño de este altavoz-lámpara se basa en que, a la hora de crear un ambiente tranquilo, la luz y el sonido son dos de las claves del éxito. Para resolver esta doble función, Ikea se asoció con la empresa pionera en sonido inalámbrico Sonos para crear Symfonisk, una lámpara de mesa con altavoz wifi incorporado. Sus creadores, Andreas Fredriksson e Iina Vuorivirta, optaron por el vidrio soplado para el reflector y las formas orgánicas. El sonido también se democratiza con esta pieza.
El sofá Klippan
Quien no se haya sentado a probarlo en las tiendas de Ikea, que levante la mano. Desde que fue lanzado en los años 70 hasta hoy, debe de ser el sofá sobre el que más niños han saltado sobre él ante la actitud impasible de sus padres, porque esa fue la idea que llevó a su creación, en 1979. Entonces, nació en Suecia un nuevo tipo de sofá que se ha exportado a todo el mundo, vestido con una amplia diversidad de fundas muy divertidas e intercambiables. Su precio es imbatible, por lo que forma parte de esta lista de imprescindibles. Un dato curioso: su diseño se inspira en otro sofá de Ikea, Lappmon, del japonés Noboru Nakamura y también está en la lista del museo Ikea.
El accesorio Misteln
Es pequeño, pero no por ello menos importante, sobre todo, si pensamos en las predicciones de la organización World Wildlife Fund que apuntan que, para 2025, alrededor del 75 % de la población mundial se verá afectada por la escasez de agua. Este accesorio está destinado a evitar su derroche porque, en Europa, usamos una media de 150 litros de agua diarios, cifra que en Estados Unidos es mucho más alta. Esta pieza es fruto de la colaboración de Ikea con la empresa sueca de innovación Altered que lleva desde 2016 desarrollando este aireador para grifos que atomiza el agua y supone una reducción del 90% de su consumo y que se lanzará al mercado próximamente.