Una ciudad cualquiera para pedir perdón por no ser mejor que nadie
Carolina Durante y Biznaga protagonizan una nueva jornada de la edición especial del Azkena Rock en el Iradier Arena
Patti Smith decía que el punk rock es solo otra palabra para definir la libertad. Ese movimiento ‘Do It Yourself’ iniciado en en los años 70 en Estados Unidos e Inglaterra, comprar las cosas que uno realmente necesita y componer canciones solamente con lo que se tiene en casa. Por tus propios medios y sin ayuda de nadie. Y ser conscientes que la sencillez es sinónimo de éxito. Tres acordes dan como resultado canciones memorables. De eso saben bien ...
Patti Smith decía que el punk rock es solo otra palabra para definir la libertad. Ese movimiento ‘Do It Yourself’ iniciado en en los años 70 en Estados Unidos e Inglaterra, comprar las cosas que uno realmente necesita y componer canciones solamente con lo que se tiene en casa. Por tus propios medios y sin ayuda de nadie. Y ser conscientes que la sencillez es sinónimo de éxito. Tres acordes dan como resultado canciones memorables. De eso saben bien Sex Pistols o Ramones, reyes del punk rock tal y como lo conocemos hoy en día. Después de que uno de los estribillos más famosos de la historia musical (hey, ho, let’s go...) sonara en todas las radios, vinieron muchas más variantes y subgéneros que hicieron las delicias de los acérrimos de este género tan peculiar como atrayente.
A pesar de la caída progresiva del género y de la escasez de crestas y botas militares por la calle en las últimas décadas, el punk sigue muy vivo. La actitud se mantiene y las guitarras distorsionadas y las baterías fuertes están a la orden del día. Y parte de culpa de ello la tienen, entre otras muchas bandas, Carolina Durante y Biznaga. Un soplo de aire fresco en medio de la tormenta. Biznaga fueron los encargados de abrir la noche en esta “nueva” versión del festival Azkena Rock de Vitoria con su directo potente, sin paliativos. Desde aquel lejano ‘Centro Dramático Nacional’ de 2014, cuando se ganaron las críticas positivas de la mayoría de críticos de este mundillo, este cuarteto malagueño- madrileño no ha parado de cosechar éxitos. Desde salas a festivales. Recorriendo kilómetros. De norte a sur y de este a oeste.
Después de ‘Sentido del Espectáculo’ que vio la luz en 2017, llegó ‘Gran Pantalla’, paralizado por la pandemia, y que hizo que la pregunta de si estamos más controlados que nunca se instalase en las mentes de la sociedad. Protegidos por un mural que rezaba ‘Esto es un simulacro’, el cuarteto saltó al escenario del Iradier Arena con una energía más que codiciable. “Dios, la pantalla es Dios y yo su apóstol. Es transparente, omnipresente. Y yo, soy solo información”. Una distopía cercana a 1984. La realidad de la era digital. “Nos apetece estar tanto en el escenario que vamos a alargar el setlist un poco”. De esta manera, sonaron temas del primer álbum como ‘Máquinas blandas’ o ‘Fiebre’. La guitarra Telecaster del vocalista Álvaro afilada como un puñal.
No dejaron de sonar temas como ‘No lugar’ o ‘Adalides de la nada’. Todas ellas con un mensaje crítico y diferente. Las letras de Biznaga pueden ser leídas a modo de novela y no pasaría nada. La razón es sencilla: en ellas están las verdades que pocos se atreven a aceptar. “Una ciudad tan buena... Para morir como otra cualquiera...”. Nadie es dueño de su propio destino. ‘Mediocridad y confort’ cerró la primera parte de la noche. Una hora que parecían tres. Sin pausa entre canción y canción. Ni tiempo para aplaudir.
Ser feliz es aburrido
Las energías estaban lejos de agotarse. Más que nada porque aún restaban fuerzas para el plato fuerte. Carolina Durante tenían sus ases guardados bajo la manga. ‘KLK’, tema perteneciente a su primer álbum de 2019 titulado de forma homónima, fue la encargada de romper el hielo. El vocalista Diego Ibáñez ya se movía como pollo sin cabeza por el escenario. Las primeras manos al aire y el movimiento descontrolado de pies ya se vislumbraban. “Es nuestra segunda vez en 2019, antes de que todo se fuera a pique”. ‘Nuevas Formas De Hacer El Ridículo’ siguió al saludo inicial. El público que ya llenaba la pista del Iradier Arena pedía más conforme pasaban los minutos. “Ser feliz es aburrido...”. Los menos de dos minutos de duración de ‘Necromántico’ fueron suficientes para escuchar las voces coreando cada uno de los versos de las canciones elegidas.
‘La canción que no te mereces’, en la que Los Planetas pusieron su granito de arena en el estudio, supuso “la canción más acorde a conciertos con gente sentada”. Una pausa en medio de la tormenta. ‘Moreno de contrabando’, sencillo perteneciente a lo que será su segundo álbum de estudio lanzado en julio recordó que Madrid se queda vacía en verano. Y ‘Falta de sentimiento’ dejó claro que si se tiene “un par de billetes, hay que ir a Brasil”. Los cines Capitol de Madrid incluyeron en sus pantallas ‘Famoso en tres calles’, tema igualmente incluido en su segundo trabajo, en una campaña de marketing que inundó la capital de carteles durante los meses de verano. Todavía restaban “las más famosas”. Y esas eran ‘Perdona’, lanzada junto a Amaia Romero, ‘En verano, ornitofilia’ y el personaje que ya está en palabra de todos. El que viaja a Ibiza y Marbella, sale de fiesta de reservado y vota a Ciudadanos.
Existen muchas maneras de sentirse libre. Cada cual se imagina la libertad de forma diferente. Y cuando uno se siente libre, qué duda cabe de que se es más feliz con el mundo que le rodea. Se ve con otros ojos, en definitiva. Patti Smith sabía lo que decía cuando definió el punk como un modo de dar rienda suelta a la liberación. Llegados a este punto, no está de más recordar también las palabras de Billy Idol: “Creo que el punk nunca morirá, porque conlleva una actitud que tampoco lo hará”.