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El Ayuntamiento de Madrid ilumina por sorpresa el cauce del Manzanares a pesar de la oposición de vecinos y ecologistas

El sábado se han podido encender las luces del río porque una jueza ha denegado las medidas cautelares solicitadas por varias asociaciones y que pusieron pausa al proyecto la pasada Navidad

El pasado sábado, a la par que el encendido de las luces de Navidad, el cauce del Río Manzanares se ha iluminado de color “azul PP”. A diferencia de la promoción que le dio el Ayuntamiento de Madrid a sus 13 millones de bombillas o a sus instalaciones lumínicas gigantes para celebrar esta época del año, las luces del Manzanares se prendieron sin avisar, tomando por sorpresa a vecinos y ecologistas que llevan más de un año pidiendo que esto no suceda. “Lo han hecho así a posta, porque saben que si nos enterábamos hubiésemos montado algo y le hubiésemos estropeado la foto”, dice Susana de la Higuera, presidenta de la Asociación Vecinal Pasillo Verde-Imperial.

El verano de 2024 el Ayuntamiento ya había instalado las luces con el objetivo de encenderlas durante la pasada Navidad, pero la asociación vecinal y Ecologistas en Acción presentaron un recurso contencioso-administrativo frente a los Juzgados para impedirlo. Poco después también solicitaron medidas cautelares, con el objetivo de frenar toda actuación y así “evitar el daño a la biodiversidad del río hasta que no haya sentencia firme”. Tanto vecinos como expertos denunciaron el daño que esta contaminación lumínica produciría a la fauna que habita el río, principalmente a las aves, y presentaron cuatro informes periciales a la jueza del caso para justificarlo.

Cuando llegó el pasado noviembre, mes en el que se encienden las luces cada año, el Manzanares se mantuvo apagado porque las cautelares aún no se había resuelto. Pero en julio de este año la jueza ha respondido finalmente con la denegación. “Mientras no se resolvieron las cautelares estábamos tranquilos porque significaba que las luces no se podían prender, pero este año sí que han podido”, comenta De la Higuera. Aunque el recurso contencioso-administrativo se mantiene en curso, el ayuntamiento se ha dado vía libre para cumplir su promesa ―que nadie solicitó, según la vecina― de iluminar las aguas del río.

El consistorio no informó sino hasta este domingo, con una nota de prensa, que finalmente se habían encendido las luces del Manzanares. Son 61 proyectores con bombillas led instalados a lo largo de 560 metros del cauce, específicamente en la presa número seis, entre el puente Oblicuo y la pasarela de Andorra, y funcionan de forma remota para cambiar la intensidad y los colores de los focos. La iluminación se activará entre viernes y domingo de 18.30 a 22.00, pero un detalle que ha llamado la atención de los vecinos y ecologistas es que el anuncio aclara que a partir del próximo 30 de enero los horarios se modificarán en función de la luz solar, lo que significa que las luces han llegado no solo para la Navidad, sino para todo el año.

“Nos preocupa también que dicen que es un proyecto piloto, así que esto puede que se extienda por todo el río o por otras partes de la ciudad”, se queja Lola Méndez, miembro tanto de Ecologistas en Acción como de Pasillo Verde-Imperial y vecina de la zona. Ella, como el resto de habitantes de Madrid Ríono lo dudan, están seguros de que esto va a extender.

Méndez asegura que en estos momentos no se puede valorar el daño que harán estas luces “de discoteca” en la fauna y la flora, sino que será en la primavera, cuando llegue la época de migración, el momento en el que se verá si las aves logran criar a sus polluelos allí o tienen que migrar hacia otro sitio. Para ella está claro que el ayuntamiento sabe que las luces son perjudiciales porque en su nota de prensa hablan de que la instalación “se ha desarrollado mediante soluciones que minimizan la contaminación lumínica” y que los focos “están situados en un cajetero del río, limitando las emisiones luminosas hacia el cielo”.

Una de las justificaciones que ha dado el gobierno municipal es que las luces aumentan la seguridad de la zona. “Es una completa mentira”, dice tajantemente De la Higuera. “No hay un problema de inseguridad en esa zona, y si lo hubiera, lo lógico es que se instalen luces en la calle, no en el cauce del río”. La presidenta de la asociación vecinal añade que esta actuación está más enfocada en el turismo que en los vecinos ―que hasta el momento no se han quejado porque las luces les afecten directamente―, porque este es un proyecto absolutamente “innecesario”.

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