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Qué fue la ‘teoría del paréntesis’ que se aplicó en las residencias de ancianos de Madrid

Los periodistas de EL PAÍS Fernando Peinado y Juan Diego Quesada hicieron un relato sonoro de 80 minutos en tres episodios sobre lo que pasó con los ancianos en la primera ola de la covid

Acción de denuncia en la Puerta del Sol de Madrid, por la muerte de mayores en residencias durante la primera ola de covid, organizada por Marea Residencias en abril de 2021.Olmo Calvo

A mediados de marzo de 2020, los mayores quedaron atrapados en las residencias de la Comunidad de Madrid. Se cumplen cinco años de unos sucesos que han dejado una herida en las familias y una mancha en la gestión del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso. EL PAÍS hizo un relato sonoro de 80 minutos en tres episodios sobre lo que pasó. Titulado Teoría del Paréntesis, este podcast detalla el impacto de los protocolos y el desastroso intento de medicalizar las residencias sin apenas recursos, un plan que su directora conoció como “Operación Bicho”.

Realizado por los periodistas Fernando Peinado y Juan Diego Quesada y producido en colaboración con Podium Podcast, se recogieron las principales voces de aquellos días, tanto de los responsables sanitarios y políticos, como las de algunas de las más de 600 personas que escribieron al diario pidiendo ayuda, angustiados por el estado de sus familiares.

También se reviven el tapón hospitalario, la cerrazón de organismos públicos y privados y los dirigentes que tomaron partido en el momento más crítico en el que hubo que escoger quién vivía y quién no. La “teoría del paréntesis” es una metáfora usada entonces por los propios responsables de los hospitales para explicar que solo la población enferma que quedaba dentro de los corchetes del paréntesis iban a tener acceso a una cama.

La existencia de dichos protocolos es una verdad probada por múltiples vías: investigaciones periodísticas, declaraciones de médicos de residencias y representantes de la patronal, el vídeo del jefe médico de un hospital que instruye al personal o incluso la admisión del propio alto cargo madrileño que firmó los protocolos en una comparecencia en la Asamblea.



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