Protestas en Madrid por las talas de árboles para la ampliación de la línea 11 de Metro

Tres detenidos por desacato a la autoridad entre los activistas que han rodeado ejemplares para proteger a los ejemplares en Arganzuela

Un operario tala un árbol, este lunes en el a la altura del número 51 del paseo de Yeserías de Madrid. Foto: JUAN F. TORRES | Vídeo: EPV

La tala de más de 500 árboles por la ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid ya ha comenzado, a pesar de que el proyecto está recurrido en los tribunales. El Gobierno regional ha empezado este lunes a cortar ejemplare...

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La tala de más de 500 árboles por la ampliación de la línea 11 de Metro de Madrid ya ha comenzado, a pesar de que el proyecto está recurrido en los tribunales. El Gobierno regional ha empezado este lunes a cortar ejemplares tras obtener la autorización por parte del Ayuntamiento de Madrid y la declaración ambiental favorable emitida el 14 de noviembre por la Consejería de Medio Ambiente, indican fuentes regionales. Motosierras en mano, los operarios han empezado sobre las diez de la mañana por la zona de Madrid Río, en Arganzuela, y por el barrio de Comillas, en el distrito de Carabanchel. Las moreras cercanas al antiguo barco pirata en Madrid Río han sido las primeras en caer.

La alerta por las talas ha llevado a unos 100 vecinos a concentrarse en el exterior de la valla de Madrid Río, a la altura del número 51 del paseo de Yeserías, con pancartas en las que se podía leer No a la tala y Metro sí pero no así. Algunos, miembros del colectivo Rebelión, han traspasado el perímetro y han rodeado algunos de los plátanos de sombra que están señalados para caer. Estos activistas se han abrazado a los árboles con los brazos enganchados con un artilugio de metal que hace difícil que separen sus extremidades de las de sus compañeros.

La Policía Nacional y los Bomberos de Madrid han acudido al lugar para desalojarlos y tres de ellos ha sido detenidos por desacato a la autoridad, según informa un portavoz policial. En respuesta a las protestas, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha dicho: “Supongo que aquellos que se quieren encadenar a los árboles en la ampliación de la línea 11, a continuación cogerán las cadenas y se irán a la estación de Atocha y se encadenarán también a los árboles que se van a talar como consecuencia de esas obras del Gobierno”.

En Comillas, los vecinos no han podido acceder al interior del parque, que está cercado con una valla roja y blanca. Allí han empezado a talar los pinos para crear un gigantesco solar donde puedan colocar la maquinaria y el material necesarios para trazar todo el túnel del nuevo tramo de la línea 11. Allí van a estar sufriendo la obra al menos los cuatro años que ha dicho la Comunidad de Madrid que va a durar. Es el lugar por donde van a ir sacando la tierra de todo el túnel: al lado del cole Perú, con 500 niños de 0 a 12 años, algunos de ellos con necesidades especiales. A las cuatro de la tarde, se ha convocado una concentración de repulsa frente al colegio.

Las controvertidas obras, contra las que se manifiestas vecinos y ecologistas desde el pasado febrero, se ejecutarán sobre casi siete kilómetros, entre Plaza Elíptica y Conde de Casal, y supondrán la apertura de dos nuevas estaciones, en Comillas y Madrid Río. Esta ampliación permitirá conectar con el resto de la red del suburbano, a excepción de MetroSur, y con Cercanías y los trenes de media y larga distancia en Palos de la Frontera, Atocha y Conde Casal, donde también se emplazará un nuevo intercambiador. Supone crear la gran diagonal de Madrid, al unir Cuatro Vientos con Valdebebas Norte.

Los vecinos y Ecologistas en Acción interpusieron una demanda contra la tala aún sigue sin respuesta. Los vecinos denuncian que la Comunidad de Madrid no ha esperado a que se resuelva y que talan sin “cumplir con las condiciones que impone el Informe de Impacto Ambiental aprobado el 14 de noviembre”. El argumento punta de lanza de los vecinos es que hay una alternativa mejor para hacer las obras, por lo que la tala es ilegal. Reyes Maroto, líder del PSOE en la capital, y Rita Maestre, su homóloga de Más Madrid, se han desplazado a la concentración en Madrid Río a protestar. “Una tala ilegal que han hecho de forma chapucera, mintiendo, falseando las explicaciones, falseando los planos, mintiendo la ciudadanía, buscando una justificación a lo que es injustificable”, ha criticado Maestre.

La Comunidad de Madrid aún no ha comunicado cuándo van a empezar las talas en el resto de estaciones ―Palos de la Frontera, Atocha y Conde de Casal―, pero finalmente ha decidido instalar la subestación eléctrica fuera de los Jardines de Palestina, como habían pedido los vecinos en sus alegaciones a las obras. Según la Consejería de Transportes, esto va a reducir el número de talas de las 664 que figuraban en el último proyecto a 523. Lo va a hacer, en parte, aumentando los trasplantes, aunque desde el proyecto inicial, en el que figuraba que iban a desaparecer 1.027 árboles, afirmaban que no se podían salvar más. Preguntada por este periódico, Transportes no aclara cuántos ejemplares serán trasplantados.

Tras las últimas movilizaciones en el parque de Comillas y en Madrid Río, los vecinos estaban a la espera de la resolución de la demanda interpuesta contra la Comunidad de Madrid. También estaban hablando con el Banco Europeo de Inversiones (BEI), también conocido como Banco del Clima por los proyectos que financia. Uno de ellos es la obra de ampliación de la línea 11 de metro: la entidad europea ha puesto tres cuartas partes de los 500 millones que está costando la obra. Los vecinos trataban de que el BEI haga de mediador entre la Comunidad de Madrid y ellos para ver si llegaban a un acuerdo.

Pero la Comunidad no ha esperado ni al BEI ni al Parlamento Europeo, que ha abierto una investigación para posicionarse en contra o a favor de este plan de talas y trasplantes, aunque su decisión no es vinculante.

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