Vuelve el agua a la montaña de los gatos de El Retiro
El lugar ha sido restaurado 19 años después de su cierre por filtraciones de humedad con una exposición para conocer el interior de la estructura
La montaña artificial de El Retiro, conocida como la montaña de los gatos por ser un antiguo lugar de asentamiento de estos animales, ha vuelto a abrirse al público este miércoles. El montículo, situado en la esquina noreste del parque, llevaba cerrado 19 años por unas filtraciones de agua que se detectaron en 2004. El Ayuntamiento de Madrid ha hecho un trabajo de restauración de ocho meses y 2,1 millones de euros para reabrir esta instalación inaugurada en el siglo XIX p...
La montaña artificial de El Retiro, conocida como la montaña de los gatos por ser un antiguo lugar de asentamiento de estos animales, ha vuelto a abrirse al público este miércoles. El montículo, situado en la esquina noreste del parque, llevaba cerrado 19 años por unas filtraciones de agua que se detectaron en 2004. El Ayuntamiento de Madrid ha hecho un trabajo de restauración de ocho meses y 2,1 millones de euros para reabrir esta instalación inaugurada en el siglo XIX por el rey Fernando VII. Los trabajos han consistido, principalmente, en eliminar las filtraciones, restaurar las tres cascadas que caracterizan este espacio, reformar la estructura exterior para aislarla mejor y reforzar los túneles interiores y la bóveda, aunque se ha respetado la construcción original de 14 metros de diámetro y 11 metros de altura.
Situada junto a la confluencia de la calle de O’Donnell y la avenida de Menéndez Pelayo, la montaña fue concebida como un capricho de jardín de carácter arquitectónico, aunque el principal uso que se le dio hasta su cierre en 2004 fue el de sala de exposiciones. Este miércoles ha abierto una muestra temporal gratuita que permitirá conocer la historia de la montaña de los gatos y los trabajos que se han llevado a cabo para su recuperación integral. La muestra estará abierta hasta el próximo miércoles de 11.00 a 13.00 y de 18.00 a 20.00. Luego recuperará su función como espacio de exposiciones.
El alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ha presentado este miércoles esta restauración, tanto de las cascadas como del itinerario interior, que ha llevado a cabo el Ayuntamiento. “El Retiro recupera uno de sus lugares más icónicos, un enclave privilegiado que ha estado cerrado 20 años y del que los madrileños podrán disfrutar de nuevo”. Coincidiendo con el 150 aniversario de El Retiro, se convocó en 2018 un concurso público para la rehabilitación del espacio. Este proceso quedó desierto, lo que impidió la reactivación del espacio. Hasta que, en mayo del pasado año, el Gobierno municipal autorizó en Junta de Gobierno un contrato para la ejecución de las obras que arrancaron el pasado mes de octubre y ahora han finalizado. El alcalde ha presumido del “paisajismo recuperado, con un espacio expositivo y una cúpula que permite ver su interior”. El alcalde ha estado acompañado en esta visita por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, y el delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo.
La montaña cuenta con una serie de pequeños senderos ajardinados ascendentes rodeados perimetralmente de un conjunto de estanques sobre los que vierten agua tres cascadas artificiales dotadas de un sistema hidráulico de recirculación. Se han recuperado las cascadas y las láminas de agua, y se ha llevado a cabo una adaptación de las zonas arbustivas y del patrimonio vegetal. Se ha procedido a la renovación de las instalaciones de iluminación y de la red de riego, que se ha adaptado a la nueva vegetación.
Durante las obras, se han encontrado hallazgos arqueológicos: un viaje de agua que conducía a una noria anterior a la construcción del parque en el siglo XVII. Estos restos van a quedar a la vista de los visitantes a través de una pantalla de cristal. Los viajes de agua conformaban el sistema utilizado hasta mediados del siglo XIX en Madrid para la distribución de agua a través de una gran red de galerías subterráneas. Junto a ello, también han aparecido los contrafuertes originales que han sujetado la bóveda desde su construcción y parte de ellos también permanecerán descubiertos a partir de ahora, con el fin de que puedan ser contemplados por el visitante a través de un cristal.
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